Debido a que puedo ser leida por gente de otros países -maravillas de la red- antes de proseguir debo comenzar con algunos conceptos clave.
Oposición: Dícese de una prueba competitiva que se basa en los principios de «igualdad, mérito y capacidad», un eslogan cuya sonoridad recuerda a la de «bueno, bonito y barato», y cuyo fin último es lograr un puesto como funcionario.
Sistema de oposición: Dícese de las características de la prueba anterior, que consiste básicamente en estudiar de memoria y, en función de la especialidad que se trate, reproducir lo que se ha memorizado en papel, oralmente o de ambos modos. El mejor papagayo acabará de trabajador para el gobierno. PD. Si las características de la prueba se corresponden con lo que se demanda para el puesto, está claro qué pide realmente el gobierno a sus empleados, ¿verdad?
Funcionario: Dícese de un individuo que ha superado una oposición, logrando así el sueño de todo español – trabajo fijo y estable para toda la vida en la empresa más grande que tenemos, el Estado – después de: 1. muchos años 2. mucho esfuerzo y 3. mucho dinero invertidos.
He de explicar que la idea de dar una definición inicial no la tuve por ciencia infusa, se me ocurrió cuando, en esa fase de ver cómo andaba la competencia – blogs de temáticas similares- hallé uno de ellos – incluye buenos consejos- que se llama «Diario de una opositora», este es su link: http://otrodiariodeunaopositora.blogspot.com/
Aprovecho para mandar un saludo a su autora y animarla, si lo desea, a mandarme alguna anecdotilla personal. O, como mínimo, a hacerme también propaganda, que yo la estoy divulgando sin conocerla de nada. Cosas de la solidaridad espontánea entre opositores.
Sigo con las definiciones.
Rebelión: Dícese que es un concepto que los actuales jóvenes hemos olvidado. Para nuestros padres fue correr ante los grises. Para nuestros abuelos, supuso tomar diferentes posicionamientos en la guerra. Supone tomar un estandarte, o cualquier cosa que se le parezca, apuntar al cielo, pegar cuatro gritos y proponerte que van a cambiar las cosas. Lo último es lo fundamental, pero la preparación previa anima mucho a echarle cojones.
Paradoja: En el contexto que nos ocupa, dícese de rebelarse contra una oposición porque no aprobarla ni a tiros. Al principio es un sentimiento que puede inspirar culpabilidad a quien lo sufre, es más, puede ser un arma divina que use cualquiera que conozca tu triste historial de opositor si ve que, de pronto, amenazas con dejarlo y ponerte a hacer cosas más sencillas como pegarle fuego a tu título y montar un chiringuito en la playa.
Falta de perspectivas: Es lo que le sucede a un opositor cuando descubre que sus opciones de porvenir son las siguientes:
1. Buscar curro (y no encontrarlo, cosa usual) o prepararse una oposición (que nadie te garantiza aprobar).
2. Suspender la oposición y volverte a encontrar en la situación anterior con el agravante de que ya pasaste por ella una vez.
3. Aprobar la oposición y que, tras pasar un tiempo en la bolsa de empleo (al menos, esto sucede en la mía) te saquen de ella, porque no te necesitaron para trabajar, y te toque volver a examinarte en las mismas condiciones que la primera vez.
4. Aprobar la oposición, obtener una buena nota, y que te suceda lo mismo que en el caso 3, porque siempre hay gente con más puntos que tú.
5. Aprobar, que por fin te llamen para trabajar, y te estén trasladando una vez cada tres días. Esto mola especialmente cuando vives en una Comunidad Autónoma grande.
6. Que te pille en el caso cinco, tengas un trabajo estable, y te toque renunciar a eso a cambio de tomar un trabajo que te va a durar tres días porque, si no lo aceptas, te sacan de la bolsa y retrocedemos al caso 3.
7. Que cuando por fin has obtenido un trabajo fijo, con destino fijo, con la plaza de funcionario de carrera… te entre un chungo de los que demuestran al mundo que tirar 10 o 15 años de tu vida en algo que ni se sabe si vas a lograr es una gilichorrada.
Por tanto, quede claro lo siguiente:
1. Estáis convocados a la rebelión.
2. Sé que, aunque nos rebelemos, seguiremos perdiendo el culo por un trabajo fijo pero, al menos, podremos decir a nuestros padres que hay modos de patalear que son menos cansados que correr frente a los grises.
3. Nuestra forma de rebelarnos será la de contar anécdotas relativas no sólo al examen en sí o qué supone en nuestras vidas, sino a toda la parafernalia que se mueve a su alrededor. ¡Somos un negocio! así que eso implica hablar de academias, preparadores, etc.
4. Sigo pensando que estaría genial escribir una carta y recoger firmas. Mi gran duda es… ¿podremos superar la paradoja de querer aprobar y dar a conocer nuestro nombre en público? ¡Os reto!
5. En cualquier caso, las anécdotas serán anónimas, lo que nos permitirá seguir siendo unos rebeldes de salón veneciano que bajo la mesa siguen intentando pasarse al extremo acomodado del sistema.
¡Saludos!
PD. Me han hecho notar (con razón) que estos pasos que he dado (en el apartado «Falta de perspectivas») no son exactamente iguales, ya que varían según la oposición. Lo que he descrito sucede sobre todo en las de primaria, secundaria, escuelas de idiomas, formación profesional y enseñanzas de régimen especial. De todos modos, salvo alguna excepción, esta descripción es fácilmente adaptable a otras oposiciones. Todas ellas son un error.
Aclarado esto, dejo de modificar esta entrada (me paso la vida revisando erratas) 😀
Total, es mejor ke te hagas un grado medio, te hagas gigoló, etc. antes ke estudiar, tu propio negocio tendrá más éxito.
Mira, eso podría ser una idea para un post… el problema es que me propuse firmemente no dar consejos sobre cómo vivir, jaja. Un besote.
Prufff, nena, chiringo en la playa, yo voto por el, …no tengo ni la más mínima duda…jajajajaja….
Bueno, yo ante esto podría escribir libros enteros, puesto que la sociedad española da asco a todo meter. ¿Por qué? Porque promueve valores como que a una imbécil como Belén Estebán, que esa no ha leido en su vida ni en el baño cagando, tenga mas millones que cualquiera de nosotros que somos como 100000 veces más cultos. ¿Quién tiene la culpa de esto? Los millones de gañanes que componen la sociedad española, donde vale más ser el más tonto del barrio, beberse 7 litros de whisky el fin de semana porque eso es lo que mola, ponerte la música a todo trapo de Camela en el coche, o música discotequera igual de ridícula, y vestirte como un imbécil, es decir, como Cristiano Ronaldo….
En fin, como decía Reverte, España es un país de ladrones y putas…
La conclusión de todo esto, es como dice la autora de este Blog, que alguien que te pega 7000 patadas en cultura se vea rebajado a no poder currar ni de camarero, ¿por qué? porque en la puerta tengo 15 millones de imbéciles o inmigrantes de los que me puedo aprovechar, que no saben ni leer, y a los que les pago 4 duros, así que los licenciados nos jodemos, que ser listo no esta bien visto en España…
PD: y yo he sido de los que han aprobado las opos, pero eso no quita que sean igual de estúpidas que antes de aprobar… porque España es el único país de Europa que conserva oposiciones, así que tendrían que ponerlo todo por contrato, porque desde luego unas opos no dicen quien es el más capacitado, sino el que la chupa mejor…. o el que tiene más suerte….
¡Hola, Logan!
Primero, mi enhorabuena. Aquí no somos envidiosos (mentira) por esa razón «no» dije que no se consentirían los mensajes que pudieran ocasionar esas bajas pasiones, jejeje… pero te lo consiento, que conste, porque tienes toda la razón (y porque con tu comentario demuestras estar con los nuestros) 😀 Espero que este blog sirva para demostrar la estupidez de ese sistema.
Mi felicitación a Logan. Y ¡abajo Belén Esteban, los que la siguen y todos aquellos pelagatos que salen en la TV y cobran una pasta por la cara!.