La leyenda de la opositora sin cabeza


Érase una vez, es decir, hace no mucho, había una opositora que, pasado su examen, reparó en que hacía meses que hubiera debido ir al médico. Aprovechando que ya volvía el color a sus mejillas (qué bonito) se fue a su librito de los médicos a pedirle cita al dentista y al traumatólogo. Medio diente suyo había volando en gesto suicida dos meses atrás y ahí seguía el hueco, ya que la oposición lo bloquea todo, empezando por el cuidado de la propia salud. Por otro lado, ella había notado desde hacía una década (esto sí que es culpa suya) que tenía las ciervicales más «tocadas» de la cuenta. Era una carraca. Crujía, se encallaba, no podía girar la cabeza mucho tiempo al lado derecho y no resistía los viajes en bus. Sospechaba que el traumatólogo no le diría nada bueno, pero no sospechaba hasta qué punto era mala la noticia: «Señorita, lo siento en el alma, usted ha abusado de su cuello y la única solución posible que le dará la medicina es… cortárselo». Al principio, la solución le resultó  desagradable y algo impresionante, pero lo pensó mejor y se dijo : «Bueno, las implicaciones estéticas son notables, pero el dolor se extirparía de raíz, la cabeza en esta sociedad no hace demasiada falta… y lo mismo de este modo entro en el cupo del 5% de minusvalía».

Desde entonces, se aparece en las pesadillas de los tribunales injustos y fuleros para atormentarles… y se ha hecho tronca, tronquísima, del fantasma de la curva*. Cada noche se van juntas de cervezas.

Así quedó la leyenda de la opositora sin cabeza.

* Fantasma de la curva: Leyenda de diversos rincones de España. Hace referencia al espíritu de una mujer que murió en un accidente de coche y que, supuestamente, por amenizarse su existencia post mortem se dedica a hacer autostop en las carreteras para conducir a la muerte a quien la recoja.

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8 respuestas a La leyenda de la opositora sin cabeza

  1. Vicente dijo:

    Y sin cabeza incluso se puede llegar a ministro.
    Cuando yo era joven, circulaba una leyenda, acerca de un coche Morris 1300, (vale, que si, que soy un carroza), rojo, para más señas, que al llegar a una curva en concreto, salía del aire una mano que cogía el volante, como si fuera el copiloto.

    • vengatriz dijo:

      ¡Qué leyenda tan buena, Vicente! Me has recordado a Tip y Coll (no sé si andará el video por ahí) pero en uno de sus gags decían algo como «por ejemplo, Mª Antonieta, que demostró que se puede gobernar sin cabeza». Sin cabeza se puede ir a todas partes.

      Por cierto, algo que no expliqué en el texto: lo del 5% es una referencia al cupo de minusválidos que hay en toda oposición, es decir, que los minusválidos que aprueban tienen reservadas el 5% de las plazas (puestos de trabajo) que se ofertan, poniéndose así delante de los demás. Un temita polémico.

      Saludetesss

  2. Liliana G. dijo:

    Hola vengatriz, vengo del blog de Antoñi, allí he explicado que no sé a ciencia cierta qué son las oposiciones, soy argentina y por aquí, por lo menos no se las conoce con ese nombre. Entiendo que son exámenes «finales», o eso creo. Les llamamos «finales» a los que dan por terminada cada materia de una carrera; los intermedios se llaman «parciales». Luego dependiendo de la carrera a cursar, el estudiante debe hacer sus «prácticas» o «tesis».
    Bueno, qué más da, el caso es que se llamen como se llamen deben ser rendidos y por lo visto, por allí les dan durísimo. A veces esto no es motivo de excelencia solamente sino de pérdida de la salud física o mental.
    Ya quisiera yo ver a la pobre opositora sin cabeza… ¡Dios mío! Si es por llegar a ese extremo es preferible ser un burro 🙂
    Me encantó tu cuento, donde el humor y la ironía se mezclan con tus proyectos y viejas leyendas…

    Fue un gusto leerte. Un besote y buen fin de semana.

  3. vengatriz dijo:

    ¡Hola, Liliana! Bienvenida a este rincón. Si vas a la segunda entrada, la titulada «Algunos conceptos clave», ahí defino lo que es una oposición. De todos modos, te daré la versión resumida. No es un examen de fin de carrera, es una prueba para que los ya titulados accedamos al funcionariado, a trabajar para el Estado. Y es una prueba que se hace verdaderamente eterna, así que a los titulados nos cuesta mucho acceder al mercado laboral, al menos, en nuestra profesión. Por ende, no critico exactamente que sea dura, sino que por cómo está constituido el sistema, dé lugar a muchas injusticias. La descripción del examen (o exámenes, porque son varios) que hay que superar para acceder a la docencia también viene en esa entrada, si no me falla la memoria. Creé un índice, no sé si lo veis (sigo experimentando con la interfaz, sigo siendo novata) de cada entrada y un resumen de su contenido, para facilitar búsquedas a quien buscara temas concretos.

    Reitero mi bienvenida 🙂 ¡Buen finde!

  4. Coral dijo:

    Hoy bajaba en el ascensor y venía pensando en hacer la novela como te dije. Yo creo que sí daría para 150 páginas. 😛

  5. vengatriz dijo:

    Je. Coral, a ti cualquier cosa te da para 150 páginas… pregúntaselo a los de los colchones (jiji)

  6. Brushi dijo:

    Jajajajajajajajajaja, muy buena la leyenda!

  7. Coral dijo:

    Los de los colchones ya llevan más de 400. Y subiendo. Como mínimo conseguiré las 500 páginas. 😛 Me siento realizada.

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