En el caso de las opos de educación:
– Porque sólo se valora la memoria.
– Porque (debido al exceso de titulados) la competitividad es ingente y no sabes si es mejor reconocer la antigüedad o no reconocerla:
a) Si se reconoce la antigüedad (como pasa en educación) por el tema del baremo, los nuevos titulados sólo tienen un 5% de posibilidades de obtener una plaza. Por tanto, entre que se aprueba, te llaman (o no) para sustituir, se hacen puntos sufriendo traslados constantes en sustituciones inconstantes con la consiguiente inseguridad salarial, sentimental, afectiva, etc, puedes invertir un mínimo de 10 años de tu vida en el famoso «empleo estable para siempre»- a menos que te ayude el Espíritu Santo o los trifásicos-.
b) Si no se reconoce la antigüedad (como pasa, según me contaron ayer, con los interinos de auxiliar administrativo), porque puedes llevar un montón de años de servicio y cualquier día, sin la menor consideración, acabas en la calle (igualito que quien es contratado por una empresa) lo cual tampoco me parece demasiado justo.
– Porque hay muy pocas garantías en los exámenes. En el caso de educación:
a) El tribunal es inapelable. No puedes pedir que te corrija otro. Es decir, como caigas mal… la has cagado.
b) En caso de revisión, sólo se comprometen a revisar el proceso, es decir: 1. ver si se cotejaron identidades adecuadamente, ya que cuando corrigen la prueba escrita no saben a quién corrigen porque las identidades se guardan en un sobre y 2. repetir las sumas (por si hubieran cometido un error de naturaleza aritmética).
c) El escrito no se corrige según un modelo, sino por comparación. Las notas pueden ser muy muy variables según el año de examen y los antojos de quien corrige.
d) El oral NO ES GRABADO, siendo el examen en el que se otorga una puntuación más alta y la única prueba de cuanto has dicho en la exposición es el guión que permanece en poder del tribunal. Eso y nada es lo mismo. Entonces, se trata de un examen en el que, aunque se puedan admitir testigos, nadie (por no enemistarse con el tribunal) se los trae, así que el examinado queda en absoluto poder del tribunal.
e) Por la misma razón, nadie presencia cómo se cotejan las identidades, de tal modo… que el tribunal, sin testigos, podría «tunear» las notas si les diera la gana.
Seguro que en otras oposiciones me pueden comentar cosas parecidas. De hecho, hace días una amiga me mandó un correo para relatarme que en las oposiciones a profesores de la universidad (atención, esto es fuerte) si sale una plaza, hay un candidato. Motivo, ya se ocupa cada departamento de eliminar a la competencia (podéis elucubrar acerca de los méritos de quien se queda) para que sólo se presente un candidato, que contará con todas las simpatías e información necesaria, y entre así con la mayor de la comodidades a su plaza. No os extrañe que, al leer las placas en las que constan los nombres de los docentes universitarios en sus despachos, resulten emparentados por matrimonio, lazos de sagre, lazos de sábanas o lazos políticos. No falla. Y luego, los doctorandos sin «agarres» acaban trabajando de cajeros del Mercadona, con mis respetos al Mercadona, cuando son las cabezas de las investigaciones más importantes del país.
Espero que esta explicación sea útil a las personas que no conocían mucho este tema. Son los motivos que me llevan a pelear.
¡Saludos!
Recuerdo una conversación que tuve, hace tiempo, cuando estaba en el consejo escolar del colegio de mi adorable hija, yo defendía, de que los empleados de los colegios, maestros, administrativos, fueran contratados por el consejo escolar, claro, era imposible, porque por narices han de ser funcionarios.
Yo entiendo que mucha gente, quiera ser funcionaria, pero si el esfuerzo que aplica más de uno a ganarse una oposición, montara un negocio por su cuenta, quizá conseguiría más cosas.
En los tiempos que corren no, desde luego, ahora no funciona nada, pero es que eliminaría todo el funcionariado.
En una ocasión, me presente a unas oposiciones, era un chaval, y quería sacarme una plaza de barbero para un hospital, (mi oficio es peluquero, pero la vida hace dar muchas vueltas), el caso es, que habian dos plazas a cubrir, en dos pruebas, cuando fui a ver el resultado de la primera prueba, solo la habían aprobado dos.
En fin, que cuando se quiere amañar algo…
Sabes, Vicente, cuando hice las prácticas de maestra, me tocó ejercer en el colegio donde mi madre trabaja de profesora de religión. Los profesores de religión no son funcionarios, sino personal contratado por la iglesia (aunque también supervisado por el gobierno) en atención a un pacto internacional entre España y el Vaticano. Debido a que mi madre no es funcionaria, se me permitió la «irregularidad» de hacer discretamente las prácticas de magisterio en el mismo centro en el que mi madre ejercía la docencia. ¿Crees que eso facilitó las cosas? No, al contrario, porque los contrarios a la presencia de mi madre ahí (este tema de la religión en la escuela conlleva mucha polémica) también fueron contrarios a mi presencia, así que yo no era una «enchufada» al uso. Me asignaron la clase de 6º, chavales de 12 años, y me esforcé muchísimo (el doble de lo normal) para dar buena impresión. Además, los niños de 6 años te hacen dibujutos de los de «qué guapa es mi seño» mientras que los de 12 te ponen a prueba, porque saben que tú también te la juegas ahí y no tienes poder sobre ellos. Te aseguro que en los primeros 15 días llegaba con jaqueca a mi casa… peroooo cuando me despedí, me despedí a lo David Bisbal, firmando libretas, con toda la clase llorando. Profesores y alumnos estuvieron de acuerdo en que me los supe ganar. Por ese recuerdo, pese a las malas experiencias continuadas en las oposiciones, me sigo creyendo competente y te aseguro que si aquel centro en vez de ser público hubiera sido privado… yo llevaría desde los 22 años contratada y ejerciendo. ¿Qué te parece?
pues me parece que me reafirmo, en que nadie como el consejo escolar, sabe lo que tiene dentro del colegio y lo que necesita.
tu habrías convencido allí y allí estarías, pero tienes que pasar por el aro de un sistema impersonal que necesita quitarse gente de encima
A eso me refiero. De hecho, la mejor ocasión para favorecer la colocación de los maestros, si te das cuenta, podrían ser las prácticas obligatorias en los centros; es una gran oportunidad para que el centro vaya conociendo a gente que puede integrarse en la dinámica escolar, el trabajo, los alumnos… otra cosa es que se haya complicado la realización de las prácticas con respecto a hace unos años. Resulta que antes el gobierno permitía que los hijos de maestros obtuvieran ventajas para acceder al magisterio. No es tan extraño teniendo en cuenta que, sin ir más lejos, para las oposiciones de cuerpos y fuerzas de seguridad del estado, el hecho de ser «hijo del cuerpo» es una condición ventajosa, te puntúan por ello. Y ya sabemos que la valía no necesariamente se transmite por los genes, pero no es menos cierto que no hay padre, en la pública o en la privada, que no intente ayudar a sus hijos, más en un entorno tan competitivo como el nuestro. Cuando a los hijos de maestros se les quitó el privilegio, muchos centros protestaron negándose a recibir alumnos en prácticas.
No obstante, no puedo cerrar el comentario sin sacar a colación otro detalle. Los centros privados eligen a su propio personal, y como los maestros son sagas muy endogámicas, creo que en muchas ocasiones influyen más los contactos, el parentesco, que la valía. Es complicadísimo entrar a un centro privado si no tienes conexión previa con él. Doy fe. Un año, tirando de la guía QDQ, tuve la experiencia de mandar mi currículo a todos los centros concertados y privados de Almería… ¿A que no adivinas cuántas llamadas recibí? Premio: ninguna. Nadie tuvo la menor curiosidad de conocerme personalmente o hablar conmigo por teléfono por si yo pudiera aportar algo a su centro. Creo que esta cuestión dice mucho de cómo va la enseñanza privada… porque si al menos me hubieran llamado un par de centros, podría decir que se molestan en estudiar los currículos que se les envía, pero ni eso.
Saludazosss