He vuelto, ¡temblad!
Y ya no hay más vacaciones para mí, así que volveré a dar la lata a pleno pulmón, más allá de que estamos en feria por estos estupendos andurriales.
Os cuento que aún no recibí noticias de los cursos sobre los que pedí información (supongo que me llamarán en septiembre), que tengo pendiente arrancar con lo de Suite 101 (qué duro es volver), que voy a intentar trabajar de comercial (como media España) y que, el pasado domingo, conocí a una mujer que me aseguraba que había sido miembro de tribunal. Y no llevaba puestas las antenas. Hablo de un caso de personita que ha aprobado varias oposiciones hasta llegar a la docencia universitaria y a la que después le tocó evaluar a antiguos compañeros suyos. ¡Y se sentía mal! Es bueno saber que tienen sangre en las venas y, es más, es bueno ver que quien es funcionario le coge el gusto a opositar, ella ha cambiado varias veces de destino PORQUE LE HA APETECIDO, para desarrollarse profesionalmente. ¡Unos tanto y otros tampoco! Estos hechos atentan contra el equilibrio del cosmos.
¡Seguiremos informando!