Mercado laboral (o de cómo mi hermana pasó un examen de acceso a puta)


Llevo más de cuarenta entradas en este blog y jamás os había hablado de mi hermana. A pesar de ello, el mundo tiene la insolencia de seguir girando, pero hoy voy a romper ese tabú. Señoras y señores: tengo una hermana. Tiene 20 años, cumplirá 21 dentro de no mucho, y, para no variar, como tantos otros jóvenes, está en paro. Ella aún no ha entrado en la guerra esta de las oposiciones ya que, sabiamente, se propuso ser lo contrario a lo que yo he sido toda la vida… ¿Y por qué razón, viendo mis errores, tenía que repetirlos? Así que, no repitiendo mis errores, cometió otros.

Ella quería estudiar Imagen y Sonido, pero no pensó en tres problemas:

– Con el cambio de situación económica, las universidades se fueron vaciando y los Ciclos Formativos se fueron llenando, así que la competencia es atroz y por ello es necesario contar con un expediente mejor que mediocre.

– El ciclo formativo en el que quiere entrar está especialmente solicitado, por lo que sea. Imagino que suena muy a «voy a trabajar en la tele» y eso mueve masas.

– Al provenir del Bachillerato de Humanidades, su Bachillerato no era preferente para el Ciclo Formativo que quería cursar. El preferente para ese Ciclo es el Tecnológico. ¡Qué falta hace que los orientadores lleven a cabo en condiciones su trabajo!

Se pasó dos años esperando a que la cogieran y la rechazaron. Dos años que ha estado perdiendo. Ahora la pobre no sabe si meterse en «Auxiliar Administrativo» (secretariado de toda la vida) o en algo relacionado con estética, nutrición, peluquería… ninguna de estas dos opciones la llaman demasiado, pero hace tiempo que no pensamos en la vocación. ¡Ay!

Supongo (para quienes hayáis leido el título o el resumen) que pensáis que lo del «examen de acceso a puta» es una especie de metáfora, en el sentido de prostituir su vocación al sistema, pero no, os hablo de algo muy real. Pero antes de entenderlo, os tengo que contar otra historia.

Hace unos años pusieron debajo de mi piso una casa de putas. Nos enteramos porque:

– De pronto aumentaron las asistentas domésticas y las cuidadoras de ancianos de origen extranjero en el edificio.

– Estas chicas eran todas muy jóvenes y monas. Siempre llevan consigo una bolsa.

– Si llamas a la casa en cuestión, te abren el portal de la calle sin preguntar quién es. Además, si subes al piso descubres que te esperan con la puerta abierta para que no te equivoques. Nos consta por divertidos experimentos de naturaleza vecinal.

– Los ascensores esporádicamente aparecen hechos una cochinada, llenos de diversos fluidos orgánicos presumiblemente humanos.

– Como nosotros vivimos justo en el piso de arriba, alguno se ha confundido alguna vez. Es muy gracioso ver sus caras cuando descubren la naturaleza de su equivocación y no son capaces de explicar adónde iban.

– En cierta ocasión (por si nos cabía alguna duda) una de las prostitutas envió una carta a todos los buzones pidiendo que se la ayudara, ya que estaba retenida por la fuerza. Denunciamos y sólo se logró una redada y que se llevaran a las ilegales, ya que el negocio en sí es legal.

Estas situaciones han dado lugar a quejas de algunos vecinos, capitaneadas por mi padre, del que tampoco os había hablado nunca y del que basta decir que es la novia en las bodas y el muerto en los entierros, no hay fregado en el que él no esté metido.

Debido a esas quejas, hace unos días se presentó una vecina en casa. Sí, la vecina de abajo, esa fue su presentación, la dueña del prostíbulo, «un negocio muy rentable», según dijo. Nos contó que es divorciada, que su ex marido es también un honrado y digno alcahuete y, como buena ex pareja, se repartieron los lupanares a partes iguales, uno para cada uno. Asimismo también se interesó por los problemas que podía darnos su negocio, por ver cómo podía ayudar a resolverlos.

Es curioso, aunque me digan que prostituirse es un trabajo «normal», escuchar a alguien hablar de su casa de putas como si estuviera hablando de una tienda de ventiladores; pero igual me acusáis de puritana o pava-en-huevos por esto… prosigo.

Una de las quejas que mis padres le hicieron es que sus clientes a veces confunden a las chicas jóvenes del bloque con las «empleadas» de su negocio, haciendo mención a que a mi hermana le ha sucedido varias veces.

La mujer exigió ver a mi hermana para ver si podía ser confundida con una puta. Mi hermana hizo el desfile ante ella y obtuvo el visto bueno. ¡Eureka! Ya sabe que puede ejercer de puta, certificado por nuestra entendidísima vecina.

La pobre salió diciendo si no sabía si sentirse ofendida o halagada. A la vez, de rato en rato, decía cosas como «Hay que ver, para un trabajo decente que me sale…»

Y con esto y un bizcocho, os dejo hasta el lunes. Me han surgido algunas cosas mañana y la vida va antes que el blog, pero descuidad, no os olvido. ¡Volveré!

Acerca de Hécate

Lee y me cuentas.
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12 respuestas a Mercado laboral (o de cómo mi hermana pasó un examen de acceso a puta)

  1. Yeyi dijo:

    Buenooo!!! la verdad siendo una de las profesiones más antiguas del mundo y que ciertamente no requiere una vocación más allá de la capacidad de abrir las piernas y mantener el corazón con candado, siempre es bueno saber que hay una opción de empleo a unos pasos y que además de eso nos sobren cualidades para ejercerlo… Yo me lo tomaría con humor, no es que tenga pinta de puta, es que sin duda estoy más buena que muchas…. Genial la entrada xDD

  2. Mery dijo:

    Jajajajaja El oficio más antiguo del mundo y para el que no hace falta opositarXD Na, si no aprobamos ya sabemos a dónde ir… siempre que pasemos el visto bueno de tu vecina. Anda que, pobre tu hermanaXD

  3. vengatriz dijo:

    Yeyi: Quiero que quede claro que la chiquilla es normal. Antes se me ha cabreado una amiga suya, actuando como si yo insinuara que ella tiene pinta de puta o algo así. Por más que me releo, no veo que la esté criticando en absoluto. Y si lo cuento justamente es porque no la critico y no tiene pinta de puta, es una chavala normal que viste normal y, de hecho, no sabía si ofenderse o tomárselo como tú dices «será que estoy más buena que muchas». Por tanto, no responderé a peticiones/ruegos de fotos de mi hermana. Ya ha sido tasada por perito oficial XDDDD…

    Mery: Pues nunca se sabe, tal y como está el mercado, jejeje. Si quieres que te dé el visto bueno, te paso mis datos. Ya sabes que vive justo debajo.

    ¡Me alegra verte por aquí!

  4. (no puedo poner tildes, por mala configuracion, que vaya por delante)

    Tengo la sensacion de que en tu casa se formo una suerte de «Salvame Diario», donde una experta en «transacciones sociales» valoro su experiencia y luego taso a una de las colaboradoras del programa para verificar que, cualquier persona, puede ejercer y ser confundida con una profesional del gremio. Asi, animo a todos los que lean estas lineas y varones (en mi calidad de soltero me veo obligado) a colocarse un traje y corbata y pasearse por el corte ingles. Vereis que bien lo pasais… y hasta puede que ligueis!! (ya contare como me fue a mi en futuras entradas)

  5. vengatriz dijo:

    Jajajajajja… ¿Has probado a ser comercial? 😛

  6. Garicano dijo:

    ¡Qué movida! Primeramente, la anécdota en sí es bastante surrealista. Me pregunto como se le pide a los padres de una «criatura» de 20 años que le dejen echar un vistazo al fruto de sus entrañas sin que:
    a) El progenitor eche a la ¿comerciante de carne?/madame a patadas de casa
    b) La mamá le arranque los ojos con las cucharillas del café (que sonaría como «bruja, ¡pop!,¡pop!» )

    Y algo curioso: que una chica -por cómo se la ha descrito- de aspecto normal pueda ser confundida con una (si quereis) trabajadora del sexo, ¿no es sorprendente? O sea, lo de que las prostitutas tenga pinta de «putas» es un mito… Otro certeza educativa al carajo.

    P.S. Lo de «trabajadora del sexo», no debe ser muy afortunada, imagino que un alto porcentaje de las veces que usamos esa palabra deberíamos decir «esclavas del sexo»

    • vengatriz dijo:

      Mis padres se rieron mucho de la situación. Ya te digo que la señora llegó en plan «Señores, soy vuestra vecina, qué problema hay con mi negocio». Y la cuestión era hacer ver a la señora que mi hermana, como tantas chicas del bloque, pueden verse en situaciones delicadas si se nos mete gentuza en el piso. Porque ¿Qué tiene de particular mi hermana? Nada. La señora no cae bien a mis padres, va a ser todo lo contrario, pero al igual que yo aprecian lo estúpido de la situación… y ya que ella llegó en plan dialogante, normalizando una cuestión que dista mucho de ser normal, se le iba argumentando en el mismo tono. Y acabó admitiendo que, ciertamente, las chicas del edificio podían tener problemas… porque en el fondo las putas no tienen un cartelito en la frente en el que ponga «eh, que la puta soy yo».

      Y a propósito de movidas, no sabes la movida que he tenido por otro lado… pero te harás una idea leyendo la nota posterior.

      ¡Saludos!

      • Garicano dijo:

        Sí, he leído tu fe de erratas, y no sabía dónde plantar mi comentario, así que ha caído en este post, aunque podría haber caído en el siguiente.

        A todo esto, me ha venido a la cabeza el barrio donde estaba mi primer piso de estudiante, muy cerquita del puerto de Málaga. Más de una noche, volviéndo a casa en el punto justo de cocción he visto cosas…: señoras de color (1m55/85kg) amorradas al pilón de un señor en el hueco de un garaje, o señoras de voz cazallosa (50 años + 10 extra por la mala vida) ofreciéndonos a mi compañero y a mí un trío. Y alguna noche he oído a alguna llamar a gritos a la policía.

        De ahí saco que por bonito que sea lo de Priti Guoman, no creo yo que el estereotipo de chica frívola, que hace una buena vida prostituyendos sea una generalidad en ese mundillo.

  7. vengatriz dijo:

    Pues la verdad, no. Sobre todo teniendo en cuenta que ese tipo de vida, a la larga, pasa factura. Gracias por la anécdota 🙂

  8. hengo dijo:

    ¡Solicitad que las prostitutas lleven uniforme! Y solucionado para todos.
    Lo de tu hermana, en el fondo es un cumplido… Peor hubiera sido que hubiera dicho algo así como «¿ésta? ¿tú crees que con la cara que tiene la iban a confundir con una puta? ¡Como que los clientes querrían acostarse con ella!» o similares xD
    Y para entrar a imagen y sonido, me parece lógico que te pidan ese bachillerato, viendo el temario que se estudia. Administrativo tiene salidas, anímala a meterse allí que al menos hay oportunidad de trabajar xD
    Un ssaludo!

  9. vengatriz dijo:

    Pues eso es, Hengo, tú si que tienes una visión constructiva del asunto.

    Por lo demás, no digo que no sea lógico que pidan tal o cual bachillerato o el expediente que sea, pero se hubiera echado en falta que la orientadora la orientara, porque ella no esperaba ese obstáculo.

    ¡Saludos!

    PD. me gusta tu blog, voy a agregarlo a mi lista 🙂

  10. Pingback: Los números de 2010 | ¡Abajo las oposiciones!

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