Tras algunos malentendidos a los que he visto que da lugar la entrada anterior, voy a hacer una serie de aclaraciones:
1. La que debía quedar como una estúpida y una guarra es la vecina de abajo, no mi hermana. Creo que está bastante claro que no iría insultando a mi hermana por red. Soy más cercana a ella que las personas que se han acercado a mí con quejas diversas. Y me he portado mejor con ella que muchas de esas personas que protestan. Aparte de que nos conocemos de toda la vida.
2. Su aspecto es completamente normal, así como sus actitudes y su vestimenta. Si se la podía «confundir» es por su edad y por su normalidad, en el sentido de que cualquier chavala joven de 20 años que tenga un aspecto medianamente normal y cuidado puede ser confundida con una mujer del oficio, porque las mujeres del oficio en muchísimos casos y es lamentable, son auténticas niñas. Desde mi punto de vista, el ejercer la prostitución es una desgracia. Y también desde el punto de vista de mi hermana, que jamás ha sentido inclinación por ese tipo de «profesión».
3. Si compartí la anécdota, que no considero privada, es porque, siguiendo una definición de Oscar Wilde «Es privado todo aquello que no pueda comentarse a la hora de comer» (cita aproximada) no veo nada en esta anécdota que no pueda comentarse en una tasca con amigos.
4. Los que conocen mi identidad y mi parentesco son amigos míos y de mi hermana. Ni mis amigos van a pensar mal de ella ni los suyos tampoco. Nos conocen. Y quienes no nos conocen podrán observar que en ningún momento he dado nombres o apellidos, por tanto, no hay de qué preocuparse.
5. En conclusión, la anterior entrada no la quitaré. No me voy a dejar censurar por tonterías o coacciones. Sólo aclaro el malentendido si lo hubiera, pero he preguntado a muchas personas y realmente nadie en mi entorno ve maldad alguna en la anécdota. Simplemente se rieron de lo absurdo de la situación
6. No hay nada más que decir. Chimpún.
Otra cita aproximada era: Un secreto entre dos solo es secreto si uno esta muerto. No te creas que soy un bestia: en realidad es posible que las personas que han malinterpretado eso esten vivos de cuello para abajo. Nos leemos!!!
Francamente, no veo por donde tu hermana podría quedar malparada con lo que contaste. Si hay un punto «curioso» es el de la señora que exige ver a la chica que fue confundida con una prosti de su negocio, porque a decir verdad una mujer que se dedica a tales menesteres no tiene por qué tener una facha especial. Todos sabemos que las hay jóvenes y maduras (por no decir viejas), bonitas y feas, y hasta de diferentes looks. Ya sabemos… la fantasía masculina que tiene tantas necesidades y requerimientos como variantes puede tener el aspecto de una mujer. ¿O me van a decir que creen en el estereotipo de la puta con un escote hasta el suelo y pintada como una puerta? Así serán las más desgraciadas, las que levantan en la calle. ¿O me van a negar que a los hombres no les gustan las bonitas con rostros preadolescentes, las que parecen recatadas, y hasta las que tienen aspecto monjil? En fin… nada. Supongo que la mujer ha tenido curiosidad por ver a la niña porque, llegado el caso o la necesidad, absolutamente cualquier mujer puede ser puta, o… ser confundida con una de ellas, sobre todo si al confuso le apetece la confusión.
Querida Raphaela, el problema viene de usar la palabra puta. Las personitas no han pasado de ahi, han relacionado puta y hermana como si eso supusiera una conexion valida. Pero ya lo dicen el refranero: quien con crios se acuesta, meado se levanta.
Un saludo.
¡ Yo estuve allí ¡ Viendo la desasosegada lucha por la superación, las muestras de ingenio en toda acitividad y los resquicios de personalidad que la lectura de sus escritos va mostrando. Un placer amiga
¡Hola, Xu! ¡Cuánto tiempo, dichosos los ojos! ¿Cómo estás? ¡Bienvenido al blog, espero seguir encontrándote por aquí! Y saludos a todos los amigos que aún quedan de «Medite».