Seguimos sin esforzarnos mucho – tengo un par de asuntos en mente que os comentaré la semana que viene-con las entradas, pero es que hay cosas que si una no dice, revienta:
1. ¡La casa de putas de mi bloque va a dejar de existir! ¡Ese piso ha sido puesto en alquiler! Quien no sepa de qué hablo, que revise la entrada que cuenta cómo mi hermana (conste que involuntariamente) pasó un examen de acceso a… censurado.
Compadezco a los pobres que alquien ahí; estoy segura de que los antiguos clientes seguirán acudiendo al negocio hasta que asimilen que ya no está ahí.
2. Cierta persona que se ofendió mucho porque yo publicara cierta anécdota, ha publicado por sí misma en otro blog cuyo enlace no aportaré. Es que, según esa persona, ahora sí que lo ha hecho «anónimamente y bien explicado». Hay que joderse. Como yo di datos y lo expliqué mal… ¡ay, esta juventud!
Aunque no deja de ser un modo tácito de admitirme que la anécdota era buena. Es más, no deja de ser una victoria que ella misma lo cuente en otro lado.
Y si por explicar esto me siguen llegando cartas de amor, que sepa su dedicado autor que las seguiré tirando a la basura sin leerlas. Es que la vida es demasiado irónica para obviarla.
¡Pasad un feliz sábado!
¡Abajo las oposiciones! 
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si, la anécdota era buena y muy bien contada. No entiendo como alguien pudo confundir las cosas, porque estaba clarito.
Pero si, me imagino que algún cliente despistado llamará al timbre, seguro.
Pues ahora cierta persona (no es mi hermana, eh) me ha mandado una nota advirtiéndome de que va a hacer todo lo posible por intentar cerrarme el blog. Y bien que se cuida hacerlo desde IP móvil y nombres diversos, para que me aparezca una identidad distinta en cada mensajito que me manda 🙂 En fin, no merece la pena ni pensar en tal sujeto 😀
La gente está enfermando con blogger.
Ay, antes se me olvidó decirte,que como tí,, me paso la vida a dieta, putas opos!
Pues yo llevo bajados 13 kilos… pero aún me quedan 17. ¡Qué paciencia hay que tener!