Como ando mal de tiempo – mi horario ha sido de 9 a 15 y de 18.30 a 21- os lo sintetizaré en unos flashes:
– Llegué tarde. Tocó comentar esos problemas para dormir que se originaron cuando me puse a preparar el año de mi primera oposición y que todavía no he logrado solventar. Y lo que es peor: aprovecho que mi madre madruga para ir al trabajo para pedirle que me dé toques y así garantizar, al menos los primeros días mientras educo al cuerpo, que no me voy a quedar durmiendo toda la mañana. Ay.
– Como iba con prisa, quise estrenar unos tenis que por ser tenis parecía que iban a ser cómodos. Y una mierda. Acabé con los tobillos en sangre viva. Tocó añadir a mi inventario betadine, algodón y tiritas. Tengo los pies como «la momia» y ahora mismo sólo soy capaz de usar las botas.
– Pacté unas normas de convivencia con mis compañeros de resi. A destacar, los de la resi «fantasma», ya que somos pocos y estamos rodeados de habitaciones libres, tenemos derecho a invitar a quien nos salga de las narices siempre que no moleste al resto. No nos chivaremos.
– Supe que tengo una compañera (en la resi A) que siendo informática tiene vocación de artista y dibuja de lujo. Quedó fuera de Bellas Artes por culpa de la «notacracia», que no equivale a talento. Ojalá que el talento se abra camino.
– También supe que nuestro futuro geólogo quería ser biólogo y quiere cambiar de carrera, que es friki (ya se lo había notado) y que es tímido patológico. Ha de ser por eso por lo que nos llevamos bien, siempre me llevo bien con la gente más original. Es un don. O mi lado psico, de psicopuñetera.
– De paso, salí con ellos por primera vez a tomar una cerveza – y a admirar cómo jugaban al futbolín y al billar, una no se va a exponer tan fácilmente al ridículo ante las juventudes-. Por tanto, oficialmente, ya he pisado un pub granadino, aunque no recuerde ni cómo se llama ni dónde queda (ya sabéis que en Granada todas son paralelas y todas las paralelas son iguales).
Notas del 6:
Este día no cuenta casi. Llegué más puntual, pero a partir de mañana ya no me retrasaré ni 5 minutos. Hay que dar buena impresión, carajo, que somos cuatro. No sé si os imagináis lo cantoso que es retrasarse en una clase de cuatro personas. Mis tobillos siguen siendo un desastre. El clima me sigue desconcertando, pasamos del calor al frío y del frío al calor sin lógica ninguna. Comí sola, porque soy la que llega más tarde. Y la cena se compuso de fideos pasados y tortilla poco hecha. Luego me quedé viendo la tele con los compis de mi lado de la residencia (a excepción de la sevillana). Todos los demás se fueron a hacer botellón, sí, botellón… ¡un martes!
Me comentaron cosas interesantes:
– Que la limpieza semanal del cuarto aún no se la han hecho a nadie. Cuando una de mis compañeras preguntó qué día la hacían, la respuesta fue «Ah, ¿está sucia?»
– Que teniendo contrato con telefónica (y pagando los estudiantes como pagamos el teléfono de la residencia) para usar el teléfono hay que echar monedas en una cabina, lo cual es un atraco.
– Que hay personas que han pagado 750 € por una habitación (por eso me parecía que las demás habitaciones eran mejores que la mía) a la que luego no llega conexión a Internet (problema exclusivo de la residencia A, la otra, no la mía). Menos mal que yo en mi mierdizulo no tengo grandes problemas, salvo el día que se jorobó el modem.
En fin, queda claro que no es el Palace… pero no está tan mal para un mesecito. La cosa es que estas criaturas se van a quedar, por lo menos, 10 meses.
Seguiremos informando.
Tenis = cortan los pies. Eso lo aprendí yo cuando era pequeña (más pequeña que ahora de estatura y de edad).
Llegar tarde a una clase de cuatro gatos es sospechoso. Te van a poner una etiqueta.
¿Me presentas al raro?. Todos los raros se vuelven chalados conmigo.
Pues a mí hacía mucho tiempo que no me ocurría lo de los tenis. Si vieras mis pies te darían penita. No sé cuándo volveré a calzarme medio normal 😛
Hoy he logrado llegar puntual. No conozco el término medio. O llego la primera, o llego la última.
¿Realmente quieres que te presente al raro? 😛 Mira que nos conocemos…
Acabo de ver que quería poner «en carne viva» y puse «en sangre viva», pero creo que da una buena idea de cómo tengo los tobillos 😛