Del Factor Silvia y los electroduendes


Ya dije que no iba a escribir más hasta que pasaran las fiestas… pero hay cosas que si una no las cuenta, se vuelve de color verde y explota, así que mi salud es lo primero.

Quien es asiduo a mi blog desde hace algún tiempo sabe que el Factor Silvia existe y es muy jodido. Quien no es asiduo a mi blog pero ha sido lo suficientemente próximo a mí en alguna etapa de mi vida lo sabe mejor aún que quien es asiduo del blog. Para quien no se encuentre en ninguno de los dos casos anteriores, a fin de eximirle de la obligación de leerse las ya más de 90 entradas anteriores, baste decir que el Factor Silvia se resume de la siguiente manera: «A mí me ocurre todo lo que puede pasarle a cualquiera». Puede llegar a ser odioso como interferencia en las cosas que quiero hacer, pero luego viene divinamente para reírme con los amigos en los bares, ya que da lugar a unas anécdotas de lo más kafkianas.

Sé que en esta ocasión me voy a salir de la temática usual del blog, pero tampoco creo que eso os cause un trauma. De hecho, hay quien me ha comentado que encuentra más divertido leer acerca de sucesos personales en los cuadernos de Pitágoras, como yo los llamo, que pasarse la vida leyendo sesudas reflexiones acerca de lo mal que está el mundo y lo poquito que hacemos para mejorarlo.

Sintetizando, los hechos se resumen de la siguiente manera:

1. Se me jode el móvil.

Siempre es una putada que se joda el móvil. Se crean unos descalabros increíbles, no se puede contactar con la gente, la gente no puede contactar con una… pero hay momentos en los que es especialmente inoportuno. Uno de ellos es… el día del propio cumpleaños. Teniendo en cuenta la fuerza con la que han entrado en nuestras vidas Facebook y Tuenti, siempre es de valorar que alguien se gaste algún centimico en mandarte una felicitación. ¡Qué tiempos aquellos en los que la gente debía hacer un esfuerzo mental para recordar los cumples, o un esfuerzo económico para valorarlos! Ahora somos todos muy pero que muy perros. Y me incluyo ¿eh? ¡Que conste!

Por suerte, gracias justamente a Facebook y Tuenti, he podido ir recuperando algunos de los números que había perdido tras el descalabro tecnológico.

2. Me toca salir de viaje.

Como os comenté en mi anterior entrada, me tocaba salir de viaje, a Granada y a Madrid. Para que no me quedara incomunicada, mi padre me pasó un móvil liberado suyo, al cual metí mi tarjeta y llevé conmigo, pero…

3. Se me vuelve a joder el móvil.

¡Y que conste que yo no les hago nada! Al primero se le murió la pantalla ante mis ojos, permanecía encendido, pero estaba «ciego». Al segundo, le ocurrió que se descargó y que se negó a ser cargado, por más que lo enchufara. No se llevaron golpe ni maltrato alguno. Sirva como prueba que los dos difuntos en combate eran Motorola (idéntico modelo) y tenían seis años de antigüedad. Teniendo en cuenta la corta vida que suelen tener los móviles, estos dos se portaron como héroes, nadie puede decir que los haya tratado mal. Mi teoría es que estaban programados para autodestruirse a los seis años. Según esta teoría, el móvil de mi madre (mismo modelo y misma antigüedad) debería estar muriendo a la de ya. Si eso sucede, os lo notificaré.

4. ¿Os dais cuenta del problema?

Que el móvil se me joda en mi cumpleaños es malo. Que se me joda durante un viaje es un caos. No me puedo creer que durante tantos años las personitas pudieran vivir sin estos aparatejos y no cayeran al suelo fulminadas por un rayo. El móvil para mí no es sólo una herramienta de comunicación que me evita exponerme a plantones e imprevistos varios; además es mi reloj, mi despertador, mi agenda. ¡Tuve que comprarme un despertador y una caja de pilas en los chinos!  ¡Tuve que ir a los sitios a buscar a los conocidos por sorpresa en lugar de citarme con ellos previamente! ¡Tuve que buscar las paradas de taxi en vez de llamarlos para que acudieran a por mí! ¡Tuve que ir a echar CV ayudándome de una amiga y de un plano!

Me siento como si acabara de sobrevivir al Vietnam. Y, lo que es peor, me siento como una payasa al mismo tiempo (añadir cara sonrojada de «me muero de la vergüenza, jo»).

Esta noche volveré a Almería y el lunes, como sabéis, me toca volver a salir de viaje. Si defenderse en Granada sin móvil ha sido complicado, a más de 700 km de mi casa y en un lugar mucho más grande que conozco mucho peor, me puedo morir. Vamos a ver cómo lo soluciono, tengo 3 días de margen y dos de ellos caen en fin de semana.

Y si puedo evitarlo, no llevaré un móvil, sino dos. Y una agenda, de esas físicas, en papel.

Por tanto…

¿Continuará? 

PD. Los electroduendes no se limitaron a atacarme a través de los teléfonos móviles. Para completar la faena, añadieron las siguientes circunstancias:

– Me rompieron el teléfono de mi habitación del hostal. Cuando recibía alguna llamada o me tocaba realizar alguna llamada de emergencia, no quedaba otra que tirar del teléfono de recepción, lo que implica coacción (no puedes hablar mucho tiempo) y altas dosis de apuro (todo o casi todo lo hablas con el recepcionista delante).

– Me perdieron el «pincho» del portátil. Yo tengo un «pincho» de movistar que apenas uso, pero que sirve para poderme conectar gratis si voy de viaje. Se perdió varios días antes de que saliera y apareció JUSTO EL DÍA EN QUE ME FUI. ¿A que es fuerte?

– A un buen amigo que intentó llamarme TAMBIÉN SE LE ROMPIÓ EL TELÉFONO. A mi padre le ocurrió algo similar, sin rompérsele, se le bloqueaba extrañamente cuando intentaba llamarme.

– Cuando me conectaba a la red desde un ciber, me tocaba emplear un messenger mutante que no admitía que nadie me saludara, sólo aceptaba los diálogos cuando yo era la primera en saludar.

Si a alguien se le ocurre alguna manera de romper mi gafe tecnológico, que me lo diga 😀

Ahora sí cierro el post… ¡nos leemos!

Acerca de Hécate

Lee y me cuentas.
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9 respuestas a Del Factor Silvia y los electroduendes

  1. chimos dijo:

    entonces…felicidades???

  2. elputochele dijo:

    Sencillo, pero solo hay una manera, requiere paciencia y perseverancia, debes hacer un esfuerzo tecnológico simple o ETS. Te dejo una lista con algunos ejemplos:

    -Formatear tu ordenador.
    -Instalar Windows u otro sistema operativo (este último cuenta por 2).
    -Tener un teléfono tactil con conexión a internet y manejarlo con soltura.
    -Hacer una copia pirata de algo que no sea música o películas.
    -Saber usar todas las teclas de una calculadora científica.
    -Comprar un aparato tecnológico relativamente vanguardista e instalarlo tu sola en casa sabiendo de antemano que es lo que quieres y sus prestaciones para dar por saco a algún dependiente listillo del Mediamark. Ej.: Adquirir un «sunsunround» y ponerlo en tu salón.
    -Eliminar un virus.
    -Tirar tu movil desde un altura considerable y que no se rompa, tirarlo a un water o meterte con el en la piscina se considera lo mismo, imprescidible que luego funcione.

    Bueno, alguna mas habra, lo importante es que el objetivo del ETS es que una vez realizado mirarás a la tecnologia con desdén, será como un efecto placebo en tu cerebro que provocará un estado de soberbia con cada nuevo aparatito que te enfrentes. Cada amigo que se queje por su correspondiente cacharro o programita no provocará en ti mas que un sentimiento de lástima, y tu cabecita rebosante de chips y datos de los libros de intrucciones leidos con la ayuda de google para descifrar palabras que no has oido en tu vida se sentirá feliz por vivir en esta mágica era tecnológica llena de gadgets para simplicar tu vida.

    Pero lo dicho, solo es un efecto temporal, todavia no se ha encontrado una solución a largo plazo, suele durar de una hora a dos semanas, varios expertos han averiguado que el fin de esa sensación coincide con la proxima vez que algo relacionado con la tecnlogia te toque los cojones, ya sea una máquina que se quede tu cambio o que a tu movil, de la noche a la mañana, le salgan unas entrañables rayas verdes. Entonces te volverás a cagar en la puta y desearás que, aunque merme tu vida social, fueramos todos a puto caballo y que el mayor avance tecnológico de nuestra era sea un jodido ábaco. Te plantearás seriamente el irte a vivir a la montaña vistiendo solo un saco de patatas en donde probablemente te dediques a cultivar un huertecito con tus horatalizas silvestres favoritas… En fin, es perseguir una quimera, porque al final lo que pensaré es: y si me voy al campo ¿donde coño podría enchufar el portatil?

    • vengatriz dijo:

      Elputochele: Creo que es más fácil sacarse una ingeniería u opositar a novia tuya (ved su blog y veréis por qué lo digo, el chaval ha colocado una lista de requisitos en dos palabras: impre-zionantez) que vencer a los cabrones estos de los electroduendes. Ayyyyyy…

      Hengo: Si supiera qué les he hecho, podría enfocar la cosa desde la sana perspectiva del diálogo, pero llegada a este grado de incomunicación e incomprensión mutuas, sólo queda una salida posible: es la guerra.

      PD: Anoche intentamos reanimar al móvil que me dejó mi padre y fuimos testigos de algo tan inquietante como sorprendente: el móvil, sin tarjeta alguna en su interior, SONABA. Hacía un ruido, como un chisporroteo. Daba yuyu y sensación de estar poseído, no me hizo ninguna gracia.

  3. Hengo dijo:

    XDD Lo tuyo con la tecnología es para escribir un libro… a partir de ahora voy a temer por mi ordenador cada vez que hablemos por msn o abra tu blog.
    Yo tengo una teoría sobre todas estas cosas: la mala suerte no existe, pero los gnomos sí. Y se encargan de escondernos las cosas en los momentos más inoportunos o de estropear todo en el momento en que más falta te hace. Y viendo esta entrada, creo que tú tienes toda una legión de enanos verdes pendientes de impedirte llamar por teléfono, ¿qué les has hecho a los pobres?

  4. chimos dijo:

    Mi ordenador se apagó antes de las 10 cuando estaba visitando al delirante, ma dao un susto y to’, pero he vuelto.

  5. vengatriz dijo:

    Hengo, qué cosas tiene mi blog, que os contesto a ambos y mi comentario se sitúa antes que el tuyo, como si por una paradoja temporal, hubiera sido capaz de adivinar lo que ibas a decir… ¡hay que ver! 😛

    • chimos dijo:

      Es lo que tiene contestar en el formulario inferior o en este, dándole a responder, jiji.

      Pero que fuerte que habiendo pasado por aquí no aprobaras mi comentario anterior. Así tu en lugar de responder a Hengo lo pones debajo mio, a no ser que lo elimines, claro, que tampoco tendría importancia.

      Me enrollo como una persiana, pero por si no me expliqué, me explico:

      Cuando quieras responder uno por uno, le das a responder, a cada uno.
      Cuando quieras hacer tu lista de a quien respondes o hacer una respuesta general vas al formulario que hay abajo.

      Al final quedé con curiosidad por saber que puntuación del barómetro del delirante obtendrías, partiendo de la base, por supuesto, de que superáis ambas (tb va por ti hengo) con creces el punto 1.

  6. vengatriz dijo:

    Pues ni cuenta me di, no tenía intención de saltarte, porque uso los paneles según se me cruza el cable, como habrás notado. Ahora mismo te estoy contestando desde la ventana del post, otra contesto desde la de comentarios, así luego me lío y pasa lo que pasa. Menos mal que no te he contagiado el gafe (aunque eso nunca se sabe, sigue cruzando los dedos, ¡pero todos!). Y es verdad que podría darnos por hacer la suma… lo que pasa es que no sé si elputochele superaría el mío (jijijijiji).

    Un abrazo.

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