… y rompiendo mi promesa de no hablar de los electroduendes, pero… ¿Qué hago si siguen acosándome?
La mejor manera de explicarlo breve es compartir con vosotros un correo masivo que envié hace días a buena parte de mi lista de contactos. Ahí va:
***
«Habemus conflictum telefonicum. Telefunus fijus mutans-mutandi-mutante. Antiguus telefunus erat de moro-morito-moro endeudatus hasta culus. Quandum pater mio intentabat mutans-mutandi-mutante de compañía, telefonica dixit «ajáaaa, capronis! fornicatus eres!». Finis: Habemus nuovo fono– (INFORMACIÓN CENSURADA). Pifostium est!!
PD: No es vagina nautica ni coña marinera. Versión entendible:
– Este año habíamos cambiado de teléfono, porque mi padre cambia de compañía según le sale de…
– La compañía se cabreó y nos dio un número endeudado.
– Cuando mi padre quiso volver a cambiar, descubrimos que no podíamos hacer nada porque ese número estaba petado de deudas.
– Para cambiar, tenemos que coger otra línea, la del número puesto arriba.
– Aunque conservaremos, como transición, la línea anterior para RECIBIR llamadas mientras hacemos la transición.
– Es decir, TENDRÉ dos teléfonos, pero el más antiguo se autodestruirá pasado un tiempo prudencial. ¡Bang!
– Eso sí, AHORA MISMO:
* El nuevo no está instalado, así que hay que llamarme al antiguo.
* Yo no puedo llamar, porque hasta que no esté el nuevo, ME HE QUEDADO SIN TARIFA PLANA.
* Hasta que no esté resuelto el tema de los teléfonos, SIGO SIN INTERNET. Por eso no me lo ponían, por el moro-morito-moro. Así que a matarnos por el «pincho» y menos mal que lo tenemos (pincho= internet portátil y UNIPERSONAL).
* Al menos, ahora mismo me funciona el móvil, aunque me sigan faltando teléfonos… CRUCEMOS EL PUBIS (ejem)»
***
Esta era la situación a principios de enero. El problema comenzó el 24 de diciembre, el enviado de timofónica, aprovechando una fecha muy cabrona (por los festivos) y significativa, nos quitó internet y se suponía que iba a volver en los próximos dos días laborales. Al ver que tardaba, lo atribuimos a las fiestas, que hacen que todo se congele, pero nada más empezar enero nos mosqueamos y nos pusimos a indagar. Ahí fue cuando nos enteramos del jaleo del moro-moroso. Entonces, tal y como expliqué en el mail, mi padre intentó esa maniobra de tener dos líneas, pero se encontró con la siguiente coyuntura:
– Cuando vino el que nos tenía que hacer la instalación, dijo que él no es electricista, así que no pone cables, que para instalar la nueva línea deberíamos instalar un nuevo cable y tocaría pedir permisos vecinales. Menos mal que mi padre es un «Señor Cuesta» que se da permiso a sí mismo sin grandes burocracias.
– Cuando llamamos al electricista, nos contó que instalar otra línea valdría un riñonal (plantación de riñones), así como mantener dos líneas separadas.
Decidimos que mi casa no sería una centralita, por lo que se canceló la idea de mantener los dos teléfonos. En suma, Las noticias más recientes al respecto son estas:
– En las próximas 72 horas, contando desde el jueves, nos iban a cortar la línea telefónica para que de forma inmimente nos instalaran la nueva línea de teléfono y la conexión asociada. Es domingo y no me han cortado la línea vieja, por lo que no tengo la nueva y tampoco la conexión.
– Nos hemos gastado más de 60 € de pincho en diciembre y ya veremos la factura de enero. Nos lo hemos ganado, no le damos descanso. Seguimos un sistema de turnos, muy complicado, sobre todo porque mi madre se ha enganchado a «Reinos de Camelot», un juego de Facebook y lo tiene puesto todo el p… día.
– ¿Recordáis que viajé a Granada con la feliz idea de echar CV? ¿Comenté que debí quitar mi teléfono móvil de mi CV porque mi móvil estaba roto e ignoraba si iba a cambiar de número o no? – Nota: al final no cambié, aunque mi padre había prometido comprarme otro, me acabó dando en herencia el móvil de mi hermano, lo que ha perjudicado bastante al benjamín-. Pues ahora, al quedarme sin el fijo, es como si no hubiera hecho nada, sólo les quedaría el correo electrónico para intentar contactar conmigo, así que, cuando esto pase, tocará hacer repaso mental-googleliano para ir llamando a las academias, recordándoles mi existencia y dándoles mis teléfonos.
Espero que disculpéis que haya actualizado menos mi blog, que no os haya ido leyendo en estos días y que esté mucho más desaparecida. Y, como cantaba Juan Pardo: «Bravo por la música, que nos hace mágicos, bravo por tener la comunicación…. bravo por la música, que nos hace mágicos, bravo por la gente que está en conexión».
Y os la pongo, por dos motivos:
1. Aunque tiene más años que la polka, me gusta esta canción en particular y el estilo de este señor en general. La culpa es de fm (factor madre) y fp (factor padre) que me expusieron a este tipo de música de modo continuado desde una edad muy temprana, de manera sistemática y estando yo en una fase de alta vulnerabilidad melómano-psicológica, jejeje…
2. Cuando me cago en Todos los Santos Patrones de la Red (TSPR) siempre acabo soltando la ironía esa de «Bravo por la gente que está en conexión». Así sabréis por qué la digo.
Bonus track:
– No me he bañado en ruda ¡de momento! pero ya probé a bañarme en sal y la cosa no varía, tampoco he recibido comentario alguno de que se haya salado mi carácter. También me queda eso de limpiar la casa con sal, de dentro hacia fuera, con las ventanas abiertas, para que el malrollismo no quede atrapado en casa y alguna superstición más. Incluso tengo una vela encendida que pretende evitar las malas energías. Natiplasti, a falta de probar los otros remedios, el FACTOR SILVIA sigue siendo más fuerte.
– Encima, una noticia reciente me ha creado una crisis de identidad. Cosas de la astrología postmoderna: he dejado de ser sagitario y ahora soy OFIUCO, un signo nuevo que nadie sabe cómo es. Con lo que me gusta leer los horóscopos y hacerme cartas astrales y ahora me vienen con esas. ¡Socorro! A eso sí que le llamo ser rara de cojones. Incluso merecería una sección propia dentro de mi blog, ya sabéis, investigar cómo somos los OFIUCOS e irlo exponiendo aquí, una no puede vivir sin identidad astrológica definida mucho tiempo.
– En otro orden de cosas, ya asistí a mi primera reunión con la Cruz Roja. Os lo contaré todo con más detalle cuando pase el mes de enero y termine mi fase de formación e ingreso.
¡Saludazos!
Pingback: Articulo Indexado en la Blogosfera de Sysmaya