Ayer vi en televisión una iniciativa con este nombre «Apadrina a un Erasmus».
Creo que todos sabemos lo que es un Erasmus: estudiante europeo beneficiario de una beca y del honor y el placer de poder estudiar durante un curso académico en el país europeo de su elección. Son famosos por el turismo que hacen, las juergas que se meten y lo fácilmente que aprueban las materias durante ese año. Incluso es costumbre, según se cuenta, que ese año se matriculen en las materias más chungas de sus carreras para sacarlas con la ley del mínimo esfuerzo.
Les envidio. Mortalmente.
Pude haber optado a ello pero la Silvi de principio de los dosmiles no se quería ir por los siguientes motivos:
– ¿Qué interés puede tener un maestro (futuro funcionario) en sacarse un curso fuera de su país cuando seguro va a ejercer en su país?
– ¿Por qué razón voy a hacer ese gasto a mi familia? ¿Para tirarme un año de marcha?
– ¿A qué país me largo con mis mierdosos conocimientos de idiomas?
Sí, señoras y señores, la Silvi de entre 17 y 21 años era tonta del culo. La Silvi del futuro, es decir, la del presente, responde a eso lo siguiente:
– El interés es que puedes conocer otros sistemas educativos; quizá en un país extranjero te sea más fácil encontrar trabajo que en el tuyo propio.
– Lo harías para: abrir la mente, conocer mundo, ver otros modos de enfocar tu profesión, aprender idiomas, ver otra cultura, probar la vida semi-independiente y sí, salir de marcha, ¡que tampoco es una aberración!
– Los conocimientos previos de idiomas dan igual. Aprendes allí, por mera supervivencia. Además, quien más y quien menos, chapurrea inglés… y eso sin contar con que mucha gente de tu entorno puede ser de origen español, latino o haber estudiado español. ¡No serías la única Erasmus del mundo!
– Plus: Queda muy bien ir a un empresario y demostrar que tienes agallas de vivir en un país extranjero durante un año.
Para resumir, la Silvi del futuro envidia MUCHO a las personas inteligentes que le echan huevos y se van de Erasmus y aconseja a quien quiera escucharla que se animen con esa experiencia.
Y ahora, la explicación de esta iniciativa: los Erasmus tienen problemas económicos. Se supone que para viajar les asignan una cantidad en concepto de beca. Los problemas son: 1. La cantidad es insuficiente para los gastos que van a hacer en su lugar de destino y 2. No cobran toda la cantidad al principio, un buen pico se lo dan cuando ya han regresado a España.
Miren ustedes qué luces tan bien fundidas tienen. Esto puede ser un gran impedimento para los becarios que no tengan fuertes asideros (padres con dinero), así que no es tan igualitario el acceso a esta beca como podría pensarse.
De aquí viene la iniciativa «Apadrina a un Erasmus». La historia es la de un Erasmus bastante listo que pide ser «apadrinado» (ayudado por quien tan amablemente se ofrezca) a cambio de mantener un blog en el que vaya contando sus experiencias como Erasmus en Reino Unido.
Y aquí viene el enlace a su blog:Apadrina a un Erasmus
¡Voy cerrando por hoy! Actualizar cinco veces en un día no es muy normal… pero a una le apetecía invertir la mañana en algo satisfactorio e inútil 😀
¡Nos leemos!
Nota: ¿Sabíais que España es el primer país en mandar Erasmus al extranjero y también es el primero en recepción de otros europeos?
Conozco a mucha gente que le ha pasado algo así, yo misma soy un ejemplo…jajajjaa!! Un beso wapa, y ánimo!
¿Algo así en qué sentido? ¿Ser Erasmus y verte sin pelas? ¿No haberte ido de Erasmus y morir de envidia? jajaja… ¡Besotes!
Yo en no haberme ido de Erasmus o de lo que sea!!!
Un compañero del curro había estado dos años en el Chad, quizá es demasiado.
Lo que me da envidia no son las fiestas y eso, bueno, va, un poco también, pero lo de colaborar con un país que no tiene suficientes recursos y aprender su cultura… quedarme hecha un figurín del hambre que pasaría, jeje (lo mio era algo parecido a arquitectos sin fronteras pero… las pelas… los papis… el novio…no pudo ser)
Ayyyy… todos tenemos cuentas pendientes de esas!! pero nunca se sabe las vueltas que puede dar la vida!!.
PD: No tenía ni idea de que eres arquitecta. Igual a ti te gusta el blog ese de N+1, échale un ojo, anda en mi lista de blog amigos.
Yo en lugar de la Erasmus me cogí la beca Séneca que es como un Erasmus pero en España… más que nada porque cuando me dio por pirarme no tenía muchas optativas y libre elección que hacer y hubiera sido tirar un año de carrera a la basura. Lo malo es que de la Séneca hay menos plazas (yo quería Madrid y en la Autónoma que era la que tenía el programa nuevo sólo había una, pero me la dieron) pero en cambio te dan un pastón (ahora no recuerdo cuánto era, pero mucho más que a los erasmus… yo pude sobrevivir en Madrid alquilando una habitación y comiendo alitas de pollo) y te lo convalidan todo. Claro que como no apruebes las asignaturas te toca devolver la beca con intereses y no es como un Erasmus, que para aprobar en tu país no te regalan nada.
PS: Gracias por los ánimos, Vengatriz!
Los de la Séneca sois menos famosos que los Erasmus; debe ser porque mola menos moverse por territorio nacional. Sin embargo, tengo entendido que una maniobra útil es largarse a una universidad importante en el último año de carrera porque, según cuentan, si haces eso constas como titulada en la universidad en la que hayas cursado ese último año ¿Es verdad? Entiendo que aquí la picardía conveniente sería la contraria: en vez de irte con las materias más difíciles, teniendo en cuenta que aquí no las regalan, lo más útil sería irte con las materias más sencillas, ya que en esa universidad de destino se supone que te aprietan más las clavijas… Ay, españolitos, qué pícaros somos todos 😀
Un besote, guapetona