Cruz Roja: Clase 15- ¡última! ¡de momento!


El día comenzaba mal. Mi última clase y el voluntario que debía llevarme llegaba con media hora de retraso. Encima, era aquel voluntario al que no puedo soportar, sí, el protagónico, el que la otra vez se pilló el escenario para quedar por encima. Sospecho además que la antipatía ha de ser mutua; en un momento dado, durante la travesía, dejamos de simular educación y pasamos de dirigirnos la palabra el uno al otro.

La química existe. La antiquímica, también.

Llegamos al aula, como es lógico, no había nadie. Tal y como solemos proceder en estos casos, nos fuimos a la casa.

Ahí fue como conocí a un residente nuevo. Sí, está acabando el curso y todavía estoy conociendo a alumnos nuevos. Y resulta que se trata de otro alcohólico, como aquel que os conté hace unos cuantos capítulos que estuvo a punto de quedarse sin ojo debido a un accidente un poco misterioso.

Nada más verme llegar quería aproximarse, tocarme, darme dos besos… una efusividad un poco extraña, aunque el sujeto sabía bordear bien los límites que separar una cortesía quizá efusiva de más de una inminente patada en los coj…

No obstante, la gran pregunta era inminente y me la acabó haciendo, susurrándomela al oído, si bien fue evidente para el otro voluntario (que asistía a la escena con los brazos cruzados y muerto de risa) y para mis otros alumos, que rogaban que, por favor, nos marcháramos.

La gran pregunta es: «¿Tienes novio?».

En estas ocasiones, SEA CUAL SEA EL CASO, los lectores habituales ya conocéis mi pauta: SIEMPRE hay que decir que sí.

Recordaréis aquel caso de aquel casi alumno que me metió en su casa y que luego no me quería dejar salir, porque se sentía muy solo en el mundo y había notado que yo era chavala «fermosa» y en «edad de merecer».

Para quien no lo recuerde, recomiendo buscar la entrada «Silvi, Silvita, qué cojones tienes», dentro de la sección de «Experiencias pre-profesionales (anecdotario de una profesora particular)». Igual luego me tiro el detalle y vuelvo a buscar el enlace.

Una vez empezamos la clase… tocó explicar un imposible: usos del condicional sin haber dado el subjuntivo. Cepos en los que los profesores nos metemos a veces sin darnos cuenta, oye, pero total… era la última clase y, como al final, los borrachos no asistieron, se desarrolló con mucha normalidad.

Un detallito: la técnico me había sugerido hacer una fiesta de fin de curso, a ser posible invitando a los vecinos del municipio, para que los chavales se integren, hablen español, sean mejor vistos por el pueblo… y yo me había pasado toda la mañana pensando «mejor no la hago, necesito reservar mañanas para repartir CV» y sin embargo… me vi a mí misma preguntándoles si les apetecía, me dijeron que sí y acabé comprometida hasta las trancas e incluso ilusionada con la idea de hacerles la despedida y repartir los certificados con un poquito de espectáculo…

Señoras y señores ¿Qué clase de fallo genético tengo? ¿No se suponía que yo andaba metida aquí por interés?

Después de la clase fui a la sede a reclamar mi propio certificado. La secretaria de voluntariado me recibió con una cara de ajo espectacular y me vino con unas advertencias muy extrañas: «Eres la única persona que ha pedido un certificado de horas tan pronto. Te advierto, aunque tú puedes hacer lo que quieras, que una vez que te hagamos este certificado no podremos hacerte otro hasta dentro de seis meses».

Haciendo cuentas, resulta que soy voluntaria desde febrero, estamos a junio, llevo cinco meses, no debería ser tan extraño que solicite ese certificado. Mi respuesta fue la siguiente: «Mire, soy profesora, esta experiencia ha sido de naturaleza docente y la quiero ya en mi CV, estamos en la época en la que los colegios concertados y privados recopilan CV de cara a ver q quién contratan para septiembre y también es la época en la que las academias hacen sus selecciones de personal de cara a elegir profesorado para los meses de julio y agosto, así que… es ahora y no dentro de un año cuando me conviene tener mi certificado de horas». Hubiera podido rematarlo con un «¿Valeeeee?» a lo Belén Esteban, pero quedaba demasiado cani/calorro/choni/poligonero, etc.

«Bueno, bueno» respondió «Si es por razones personales…»

Aquí obvié el «como si fuera porque me sale del arco de medio punto, señorita, si tengo derecho a algo puedo pedirlo exactamente cuando quiera».

Cosas de mi educación, que me impide ser todo lo borde que podría.

Así pues, rellené mi solicitud y estoy a la espera de que me den mis horas para sumarlas a mi experiencia profesional; vamos a ver cuándo tardan… y si alguien quisiera explicarme por qué Cruz Roja es tan reticente a reconocer la experiencia, se lo agradecería.

Y bueno, este SE SUPONE que es el fin de mi diario de clases, más allá de que deba contar cómo fue  la fiesta de fin de curso, la entrega de mi certificado o si, después del verano, al final me quedo aquí y retomo lo de las clases de español. Sin embargo, os comento que la anormal que estoy escribe se está planteando la posibilidad de apuntarse a una cosa que se llama «Operación: Paso del Estrecho». Es una operación que pertenece a lo que coloquialmente se conoce como «ERIE de Pateras». Necesitan mediadores interculturales, gente que sepa de socorro marítimo y… personas que atiendan en las guarderías. En caso de apuntarme, lo haría en esta última categoría. De pensar nada más en los chiquillos que llegan destrozados en las pateras, se me removió un algo.

Y luego, la neurona esa que insiste en convencerme, aunque sea mentira, que en el fondo siempre actúo con un poco de interés, me dice que tener experienica en una guardería, tampoco es algo que estorbe a una persona que ha estudiado magisterio.

Seguiremos informando.

 

 

 

 

 

Acerca de Hécate

Lee y me cuentas.
Esta entrada fue publicada en La chica de la Cruz Roja y etiquetada , . Guarda el enlace permanente.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s