¿Qué fue de mis compis de resi?


Sé que no había vuelto a hablar de ellos desde que acabé «Diario de la residencia». Podría parecer que he perdido el contacto con ellos y, lamentablemente, todo ha mitigado mucho, pero el cariño sigue ahí. No es igual conocer a alguien y verle de vez en cuando que conocer a esa persona en la convivencia diaria; la experiencia se hace mucho más intensa. Desde que hice el curso, habré ido a Granada tres veces y en cada una de esas visitas he intentado ver a mis antiguos compañeros y cotillear sobre aquellos a los que no he visto, ya sea porque no he podido o porque no he querido.

– La futura psicóloga: No sé si recordáis que le quedó pendiente saber qué árbol había pintado cada quién. Para quien no haya leido el diario, cada uno de los del grupo dibujó un árbol y, tirando de criterios psicólogicos (se supone que con dibujar un árbol, un psicólogo saca tus rasgos de personalidad) ella debía adivinar quién era el autor de cada uno. El problema es que yo me fui antes de que ella lo resolviera y, me imagino que porque no era capaz, al final el minigeólogo se lo dijo.

Por lo demás, ha seguido estudiando su carrera y tiene intenciones de permanecer en Granada, pero quiere dejar la residencia y pasar a vivir en un piso de alquiler.

– El gaditano/ La serpiente emplumada: No estaba nada contento con su carrera y se peleó mortalmente con el minigeólogo. En este caso hay que admitir que se trataba de una incompatibilidad manifiesta que se notaba desde el primer día. No parece que haya salido del armario, pero la gente tiene la convicción absoluta de que el día menos pensado, sale. Recordemos que a este chico le quedó pendiente la ilusión de irse conmigo a comprar zapatos; quería verme con tacones y esa pretensión es bastante difícil.

Es probable que cambie de carrera y que el año que viene no esté en Granada.

– El acoplado: Compañero de carrera del gaditano que, pese a pertenecer por zona al otro lado de la residencia, comenzó a adherirse al nuestro, aunque no llegué a socializar demasiado con él. El gaditano no le soportaba y creo que sigue sin soportarle. Parecía que la psicóloga le gustaba y lo sigue pareciendo (tengamos en cuenta que ella tiene novio en su tierra). Al quedar más habitaciones libres en nuestro lado de la resi, el acoplado pudo trasladarse y así pertenecer de pleno derecho a nuestro lado. Ahora ocupa la antigua habitación del minigeólogo.

Va a cambiar de carrera y es muy probable que se acabe trasladando a Almería.

– El minigeólogo: Está intentando pasarse a biología. No sabe si continuará en Granada o no, pero quiere continuar. Si no, su siguiente opción es Córdoba. En el caso de quedarse en Granada, al igual que la psicóloga, va a dejar la residencia y a buscarse un piso de alquiler. Conserva su pasión por Harry Potter, su peculiar modo de hablar – merecería que hiciera una sección sólo con sus expresiones- y su devoción hacia los animales. Es más, me invitó a visitar no sé qué zoo que hay en Madrid al principio del próximo curso en un viaje exprés con la pandilla de la residencia. También me ofreció techo si paso por Granada. Cómo se nota que, a la larga, este chiquillo fue con el que más estuve en contacto durante mi estancia y a él le debo muchas horas que se pasó haciendo recortables para ayudarme con las tareas de mi curso.

– Barbie Sevilla:   Los lectores recordaréis que esta chica era mi Némesis. Pija, repelente, con empatía cero y, además, muy cochina. La anécdota del día en que quedé en ayunas por su culpa es memorable, todavía no se me ha pasado el cabreo – aquel día brilló mi mal genio en la totalidad de su esplendor-. En su momento, la psicóloga intentaba defenderla, así que es de notar que en uno de los paseos que di por Granada, ella solita me dijera que se está demostrando que es tonta del culo, que no tiene defensa posible, que tanto que se quejaba del ex novio, porque la trataba a patadas, y ahora resulta que ha vuelto con él; que sigue metiendo gente en la resi cuando no se debe, haciendo ruido  causando destrozo, y que lo último que se encontraron en el cuarto de baño eran sus bragas usadas y una compresa manchada por la regla. Y ya no se puede excusar en que hay otra mujer en su misma planta – para mi desgracia, YO era la otra mujer que había en su misma planta- porque, desde que me fui, está solica y las cosas que hace quedan más en evidencia.

Nada como el tiempo para poner a cada uno en su sitio.

También parece que surgieron un par de peleas y un par de romances en la gente del otro bloque, pero recordaréis que la gente del otro bloque me interesaba menos.

Ojalá siga teniendo noticias de ellos. Quién sabe si acabo volviendo a convivir con esta gente; tengamos en cuenta que es probable que para el curso 2012/2013 vuelva a la universidad y, aunque mi primera opción sea volver a la mía, me han comentado que la uni de Granada ofrece más posibilidades de cara a becas, salidas al extranjero, relaciones con otras universidades… ya sabéis que no sé si ponerme a servir o buscar criada, lo iremos viendo.

¡Saludos!

 

Acerca de Hécate

Lee y me cuentas.
Esta entrada fue publicada en Diario de la residencia y etiquetada . Guarda el enlace permanente.

9 respuestas a ¿Qué fue de mis compis de resi?

  1. variablex dijo:

    ¿Vas a reengancharte a la Uni? ¿A estudiar qué? Es que no tengo mucho tiempo para leer entradas antiguas… T_T

    Para vivir en Granada, la mejor opción es un piso de alquiler. Mucho más barato, y te da más libertad de hacer lo que quieras. Además, la convivencia en las residencias es demasiado estrecha y a veces se convierte en una especie de Gran Hermano horroroso.

    • vengatriz dijo:

      Pero creía que eso lo habías leído… es posible que, por ahorrarme problemas de convalidación, aunque dicen que es posible convalidar mi titulación actual en otros países, que espere a que elaboren un «curso puente» y, tras matricularme durante ese curso en unas cuantas asignaturas (y sacar mi B1), pueda tener mi grado de magisterio » a la boloñesa». Con psicopedagogía habría que ver qué hago, no se sabe si se va a convertir en postgrado o no; de momento NO EXISTE en el nuevo plan educativo. Si pudiera convertirla en postgrado también lo haría, por mi acreditación profesional en el extranjero y porque me abriría las puertas (si más adelante me diera por ahí) a hacer tesis.

      Mi preferencia inicial sería mi universidad, que es lo más barato, pero si me tocara volver a estudiar sería un gran momento para beneficiarme de oportunidades que en su día no aproveché justo por estar estudiando, como quizá irme de Erasmus, buscar oportunidades de prácticas dentro del Servicio Universitario de Empleo o ( y por eso pensé en Granada) aprovechar los vínculos internacionales que tienen unas universidades con otras. Como ves, la idea de fondo sigue siendo salir de la ratonera.

      • variablex dijo:

        ¡Ah! ¡Sí que lo leí! Es más, me llevó a preguntar en la UNED si había alguna posibilidad de convertir mi título de diplomado en Turismo en un Grado, que es como más guay (pero por lo que me dijeron, no me va a merecer la pena, me sale más rentable terminar Derecho). Lo que pasa es que no lo asocié como algo con miras a un futuro nmediato, sino más bien como un plan a tomar en cuenta en el futuro.

      • vengatriz dijo:

        Pues ya ves, truz… yo estoy pensando en muchas cosas con miras a un futuro inmedato, otra cosa será lo que haga finalmente… estoy muy perdida, de eso va este blog.

  2. variablex dijo:

    Si te sirve de consuelo, creo que todos estamos perdidos. Nuestros padres nos habían dicho que estudiaríamos, y luego encontraríamos un trabajo, y trabajaríamos hasta que nos jubilásemos, sin pena ni gloria, obteniendo la satisfacción de la familia que podríamos mantener con ese trabajo. Sin embargo la realidad ha cambiado, y, de hecho, ahora ni siquiera ellos tienen la estabilidad que creyeron que iban a tener para siempre.

    Así que las reglas han cambiado, y a peor. En este entorno donde no podemos hacer lo que se suponía que deberíamos hacer ¿qué vamos a hacer? Quizá la única respuesta es hacer lo que quieras en vez de continuar enfocándote hacia esa meta de estabilidad y apacibilidad que ya no existe para nadie. La crisis, un contexto económico, social y sobretodo político, en el que hagas lo que hagas nunca vas a ganar, quizá tenga la ventaja de ofrecernos, por primera vez en cuatro generaciones, la posibilidad de pensar qué es lo que realmente queremos hacer. Ya que no vamos a ganar, por lo menos intentar que lo que hagamos nos satisfaga.

    Cuando iba al instituto, mi profesor de historia decía que en tiempos de crisis se producen los mayores y más ricos florecimientos artísticos. Una explicación a esto era que los ricos se gastan en dinero en financiar artistas para que parezca que la situación no es tan mala. Otra explicación puede ser que muchas personas con talento que habrían renunciado al arte por una opción de vida más estable y desahogada, se dedican al arte porque, total, con lo que no es arte tampoco van a ganar dinero…

    • vengatriz dijo:

      Según eso estamos a punto de presenciar otro siglo de oro español, porque el caldo de cultivo no puede ser más idóneo 🙂

      Igual llegamos y arrasamos literariamente ¿no?

      • variablex dijo:

        Pues vete tú a saber. A mí me consta que muchos amigos que antes trabajaban, ahora se dedican a tiempo completo a temas artísticos de todo tipo, y, lo que es mejor, están saliendo poco a poco adelante con eso…

  3. rafaela dijo:

    A ver… ¿no es mejor que seguir tomando cursos que no saben de qué les servirán, que les traen gastos a sus flias y de todos modos ustedes son mantenidos, darle rienda a sus talentos artisticos que quizás, con un poco de suerte, puedan generar dinero un día? no soy contraria a estudiar pero esos planes de me voy acá para tener tal titulejo, me voy allá para que me den tal cosa… y luego leer que los estudios no les sirven pa na… Para eso, los que saben escribir escriban, los que saben pintar pinten… a ver si al menos les «vemos» la obra.

    Abrazos

    • vengatriz dijo:

      Al final yo me voy a poner en serio con mi recopilatorio de fracasos. Lita me dice que haga lo que sé y mi madre me dice que cuente lo que conozco. Sólo hay una conclusión posible de ambos consejos y es la dicha: que recopile artísticamente mis fracasos para que sirvan para algo más que para limpiarme el culo XD lo mismo hasta triunfo.

      Ahora me toca ir a teatro (sí, he llegado a Almería a tiempo para presentarme al ensayo) y a la noche os cuento cómo me ha ido, a ver qué opináis.

      ¡Besote!

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s