Un mal sueño


¿Qué importancia dais a los sueños?

Dicen que cuando dormimos el cerebro aprovecha para sacar la basura. Otros, que el inconsciente no se limita a escupir absurdos y que los sueños son un barómetro muy válido que mide en qué estado se encuentra nuestra mente. Incluso hay quien atribuye a ciertos sueños la condición de premonitorios, entre otras cosas.

Yo anoche tuve un sueño y habrá quien culpe de él al calor, pero no me gustó nada. Como quien lee este blog asiduamente no necesita más explicación, sólo diré que soñaba que no había aprobado el examen de inglés merecidamente, sino que había sido por mediación de mi padre, que había hablado con no sé quién para que me aprobaran. Al saberlo, me quejaba amargamente diciendo «¡para un éxito que tengo en cinco años, resulta que no es mío!».

Eso es imposible y sin embargo me he despertado preguntándole a mi madre si eso podía ser verdad; imaginaos hasta qué punto ha sido vívido y realista.

La respuesta de mi madre fue tan lógica y tan clara que con ella me dio a entender que no quería ver lo que realmente estaba intentando decirle: «Silvia, no te vayas a pensar que todos los sueños son proféticos».

Eso es no querer ver en qué estado anímico me encuentro. Aunque el sueño en el fondo dé risa por lo absurdo, mi mente ha tomado ese camino para revelarme que me siento tan mal que ni siquiera disfruto mis logros porque en el fondo estoy pensando que no me los merezco. Quizá la consecuencia más grave de mis fracasos no sea el desempleo o el sentirme perdida teniendo la edad que tengo; quizá la consecuencia más grave sea el efecto que todo ello ha tenido en mi mente y en mi autoestima.

Me han roto. Y no lo digo pidiendo compasión. Lo digo como quien toma conciencia brusca de un problema y se promete que luchará con todas sus fuerzas para rehacerse.

Saludos combativos

Acerca de Hécate

Lee y me cuentas.
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2 respuestas a Un mal sueño

  1. variablex dijo:

    Las madres a veces tienen esa virtud de no darse cuenta de los estados de ánimo de los hijos, o de no querer darse cuenta, no sé. Respecto a lo otro… yo creo que eres capaz de conseguir grandes cosas. Además, se que aunque no hayas «triiunfado» en el tema laboral (igual que los otros cinco millones de parados españoles), que jode doblemente porque al ser oposiciones también es una especie de fracaso académico sí que has ido acumulando otros éxitos por los que puedes estar contenta. Una de las formas de recuperar la autoestima es no dejarse llevar por el sentimiento de «no hago nada bien» e intentar fijarse mejor en las cosas que sí haces bien, que son muchas.

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