Hoy ha sido un día de sorpresas, aunque tampoco he vendido: eso me temo que sería demasiado sorprendente. Mis compañeras, las otras nuevas que entraron conmigo, están en mi misma situación, pero con una ficha menos. Al muchacho del turno de la mañana parece que se le ha dado mejor: ha hecho otra ficha, por lo que ya lleva dos, aunque lo suyo para alcanzar los mínimos y permanecer en la empresa es hacer eso una o dos veces por jornada, así que de momento aquí nadie es un zorro de las ventas.
La primera sorpresa es que ayer, después de la entrada que escribí en mi blog, tuve noticias del muchacho periodista, al que había juzgado mal. Primero me mandó un correo electrónico, comentándome que intentará echar CV, aunque no tiene muy claro si le compensa, y que quiere tomarse un café conmigo. Después, ya esta mañana, estuvimos hablando por teléfono y por ambas vías, correo y teléfono, me animó a lanzarme a la comunicación si es eso lo que realmente me gusta. Él había comenzado por estudiar psicología; la dejó en tercero de carrera cuando comprobó que no era eso lo que realmente le gustaba, y comenzó a ganarse la vida escribiendo y hablando en la radio, lo que demuestra que es posible hacer eso sin tener un título específico. También me comentó el caso de su hermano, un chaval que estudio Pedagogía pero que también decidió dejar de lado el mundo de la enseñanza para dedicarse al tema de la publicidad, sin formación específica para ello. Estas historias animan mucho en un país que, en ocasiones, adolece de titulitis: como si tener el título de Periodismo garantizara que quien lo tiene sabe escribir o, al contrario, como si el no tenerlo ya supusiera que no sabe escribir.
Este chico irá mañana a echar el CV y de paso, charlaremos. Es una conversación muy interesante, me gustaría saber cómo hizo para comenzar en ese mundo careciendo de una titulación afín.
Aprovecharé la ocasión para hablar con la academia en la que quiero prepararme el FIRST, que llevo semana y pico aplazando el asunto.
Y, ahora, las anécdotas del día:
- Hoy los electroduendes me han dejado vivir y tanto el ordenador como el teléfono han funcionado sin atormentarme especialmente. Esto es tan extraño que no puedo por menos que comentarlo, dada la tónica imperante. A quien no se lo crea, que eche un ojo a las entradas anteriores de esta sección.
- Nunca había caído en comentarlo, pero hay una cosa muy graciosa dentro del edificio, en concreto dentro del ascensor: un portero automático. En realidad me parece muy ingenioso que quien se quede encerrado, además de darle a la alarma, pueda llamar a su propia casa o al vecino o vecinos que prefiera para que le auxilien. Queda rarísimo pero no deja de ser una gran idea.
- No hay vida más hermosa que la del comercial de Telefónica. La gente nace convencida y da igual qué le cuentes, da igual que vean cómo les están robando, han jurado amor y fidelidad y se la guardarán hasta la muerte. Incluso le salen trabajadores que no lo son para evitar promociones ajenas, un fenómeno semejante al que ocurre con las señoras que simulan ser sus criadas.
- Elementos que han proliferado hoy: si un día fueron los viejos y los gallegos; otro día fueron los niños, los catalanes y los anglófonos; ayer fueron los trabajadores de telefónica (que hay más de estos que estrellas en el cielo) y las señoras que simulan ser sus propias criadas; hoy han sido los emocionalmente inestables y los cachondos mentales.
- Ejemplo de cliente emocionalmente inestable: una señora que ha sido capaz de retenerme sus veinte minutos de reloj despotricando contra movistar en particular y sobre todos los ancestros de las demás compañías en general, acusándonos de mentirosos, tramposos, liantes, etc. Es un caso de señora que quiere comprar, se le nota en que le interesa realmente la información que se le da, pero previamente a hacer un desembolso necesita vaciar todo el peso que va arrastrando su pobre corazón. Cuando he conseguido que se desahogue y se sienta mejor, me ha prometido que se documentará y me ha pedido que la llame en dos días, pareciendo bastante interesada. Esperemos que le dure el interés, porque no puedo por menos que obviar que cuanto más tiempo pasa entre la primera llamada y la segunda, más improbable es la venta. Cosas que una va aprendiendo ya. Hoy al menos he aprendido qué buena dosis de psicología requiere a veces este oficio.
- Ejemplo de cliente cachondo mental (y autor de la TOP frase del día): llego tan bonica con mi ya sabida presentación: «Buenas tardes, le atiende Silvia ¿con quién tengo el gusto de hablar?». Me dice «¡Ah! ¿Eres tú, Silvia? ¿Cómo es que andas ya por Barcelona?». Yo aquí me quedé completamente desubicada y lo atribuí a lo que quería dar a entender, una confusión: «No, señor, se equivoca, será que la otra Silvia tiene una voz parecida a la mía, pero yo le estoy llamando para hacerle una promoción…». El tipo entonces vuelve a interrumpirme, con toda la naturalidad del mundo: «Anda, Silvia, que nos conocemos, esta vez la broma telefónica se sale eh, no como aquella vez que me llamaste simulando ser una monja». De pronto, se hizo la luz en mi cerebro y dije lo que estaba pensando tal cual lo estaba pensando, ante la atónita mirada de la compañera que se sentaba a mi lado: «Yo no sé si usted realmente tiene una confusión o si me está vacilando, pero sospecho que me está vacilando». Entonces me respondió el buen hijo de su santísima madre: «No sé cómo todavía puedes dudarlo ¡claro que te estoy vacilando! pero no te preocupes que no es nada personal, la cosa es que me has llamado a la hora de la siesta, me la has jodido y me he permitido a mí mismo concederme esta pequeña venganza», momento tras el cual me ha colgado y en el que a mí me ha dado un terrible ataque de risa, porque lo cierto es que yo admiro mucho el ingenio y después de aquello, pese a que yo era la víctima de la tropelía, me quedaron ganas de irme a tomar dos cañas con el tipo. Ha de ser que no me estoy tomando el trabajo este excesivamente a pecho.
- La padawan, experta en atraer situaciones aún más raras que la mía (que ya es decir) se ha encontrado hoy con un tipo con el que ha mantenido esta conversación: «¿Qué voz tan bonita tienes, toda la gente de Almería habla así?» «No, yo es que soy catalana y he vivido en varios sitios, mi acento está mezclado» «Ah, pues qué voz tan bonita, me tienes encantado, hablas igual que mi chica favorita de la línea erótica». Hay que explicar a esta gente que usar una línea 900 es carísimo con cualquier operador, je.
- Otra situación curiosa que ha tenido la padawan es la de descubrir a su alma gemela durante el trabajo: una mujer a la que le robaron su IPOD mientras estaba en la playa, que estaba aprendiendo a manejar Facebook y Youtube y que también resultó ser voluntaria de Cruz Roja. Resulta que como la padawan, sin tener por qué, se ha entretendo en consolarla por el robo, en darle instrucciones para que navegue por Internet y en contarle que ella también es voluntaria de Cruz Roja, se ha encontrado con la siguiente exclamación: «¡Qué pena que vivas tan lejos y que seas mujer! ¡Eres mi alma gemela! ¡Llámame mañana, me sigues contando lo de Cruz Roja y ya luego, si eso, me explicas lo de la promoción!». Lo mismo no le sale un cliente, pero le aparece un affaire, nunca se sabe dónde puede aparecer el amor (insertar risita maléfica).
- Al menos, aunque lo que se dice vender, no he vendido, me he reído muchísimo, me he visto más tranquila ante el teléfono, y he dejado apalabradas varias llamadas que quizá se conviertan en futuras ventas.
Y a continuación, un video de quien debe ser mi ídolo para ir desarrollando mi capacidad de convicción y persistencia ¡os vais a mondar!:
PD: Siempre puedo convertir mi guión de venta en un rap y cantarle a la clientela, lo mismo tengo más éxito.
Hola, vine a devolverte la visita así me encontré con tu blog y me ha encantado así que seguramente me verás más seguido por aquí.
No sé si será real tu experiencia aquí contada o es fruto de tu imaginación pero sin importar su origen me ha sacado de mi cotidianidad y hasta me ha robado más de una sonrisa.
Un abrazo, Patuca.
¡Hola, Paty! Pues te digo que todo lo que cuento es real. También escribo ficción, pero no en este espacio. El blog nació cuando suspendí las últimas oposiciones y trata de cómo me intento buscar la vida peleando contra ellas, una compleja relación de amor-odio, porque parecen la única salida lógica a lo que estudié y todo parece empujarme a ellas otra vez por más que me resista. Me alegra que te haya divertido, esa es la intención con la que escribo. Un abrazo 🙂
Nunca he intentado ligar con una teleoperadora, he procurado ser amable, pero no he iniciado ningún tipo de conversación que fuera más allá de mostrarme amable con una compañera del proletariado.
Sería terrible iniciar una conversación «ligatoria» y acabar enemorado de una voz, sería un enamoramiento platónico; imagino.
Sería la paradoja del cazador cazado, je. Yo creo que no andaban intentando ligar con mi compi, que bromeaban con ella igual que me tomaron el pelo a mí, pero ya sabes que la padawan,aunque va de tener mucho mundo, es muy inocente y no distingue del todo cuando le están vacilando, aunque luego hay otras cosas en las que es más espabilada que yo. Aunque me meto mucho con ella (bloguerísticamente hablando), se me hace entrañable y le estoy cogiendo cariño, es buena chica, sólo que es una cría con cuerpo de mujer.