Día 8. Hoy he cumplido un sueño infantil.


Hoy he cumplido un sueño infantil: He ido en pijama a trabajar.

Bueno, no fue exactamente así, en realidad he ido con estas camisolas que son un cruce entre camiseta y vestido y unos pantalones pirata gris muy monos con botoncicos negros en forma de corazón que… pertenecen a mi famoso pijama de Snoopy… y que nadie podría decir a simple vista que son de un pijama.

Así que iba tan feliz pensando por la calle «¡voy en pijama, voy en pijama y nadie se da cuenta!» como una niña chica. Minisilvi, o lo que viene a ser mi niña interior, todavía sigue viva y haciendo gamberradas de cuando en cuando.

La Padawan me dejó tirada. Yo iba algo tarde, pero no como ayer, así que pensé que ella había pensado que yo me había vuelto a retrasar. A ver si dejo esa mala costumbre de pensar por los demás. Cuando llegué, a la hora justa, me encontré conque al verme me dijo «¡Ay! al final no te avisé, esta mañana tenía que hacer cosas por el centro y en vez de volver a mi casa, me quedé a comer en el McDonald’s».

Había varias caras nuevas: dos canis– hembra como dos castillos y un par de muchachas que pertenecían a otros turnos y que hacían extras para llegar a los puntos que necesitan para mantener su contrato, aunque una de ellas, una muchacha argentina, estaba en mi situación: si caía alguna venta, caía, pero su intención era la de irse. He estado hablando con ella un rato y me ha contado que  hace ocho años se vino de Buenos Aires, que vivió siete años en Italia y que llevaba un año en Almería y, si de algo se arrepentía, era de haberse venido a Almería. Decía que por más que trabajaba, y nunca había dejado de trabajar, era incapaz de ahorrar los seiscientos euros necesarios para poder hacer una visita a los suyos.

Lo que nos lleva a que quizá haya trabajo, pero… ¿en qué condiciones?

Y ahora las anécdotas del día:

  • Cuando me tocó firmar el último día, la coordinadora me dijo que si de verdad seguía convencida de irme, que si no me había arrepentido. Como yo os diga, están locos por retener gente, aunque sea a una zote que no vende, pero esa zote les sale prácticamente gratis.
  • Vi al chico que entró conmigo nuevo y que se quedó en el turno de mañana. Ya lleva cinco o seis fichas, no recuerdo bien. El primero que se iba a rajar resulta ser, el hijo puta, el que más está vendiendo, aunque tengo la seria sospecha de que él, al pescar a la gente de mañana, se la encuentra mucho menos cabreada que yo. Sin embargo, las coordinadoras intentan convencer a la gente del cuento de que el turno que más vende es el mío. Eso no coincide con lo que yo veo, peroooo… como necesitan gente para esa franja, tendrán que incentivarla a quedarse de alguna manera.
  • Nada más ponerme ante el ordenador, empezó a salir el aviso de que el teclado tenía un fallo. Fue acercarse la padawan a mirar y el fallo se solucionó solo. ELECTRODUENDES again.
  • No conseguí ni una venta, hubiera sido un buen modo de despedirme. Sin embargo, tengo a varios apalabrados, empezando por el tipo del restaurante. Esos teléfonos se convierten en mi herencia, que mañana me dedicaré a repartir porque hoy no tengo ganas. Tengo los teléfonos, msn y tuenti de tres compañeras y mi «herencia» la repartiré entre la padawan y la otra chica que entró conmigo el primer día, la novia del Dominicano. La tercera es maja, pero apenas me ha hecho caso esta semana, así que no se llevará mis números, aunque tampoco es que valgan uranio.
  • TOP Padawan: Se me olvidó contar que ayer le dio por leer mientras trabajaba. Me he acordado porque hoy otra compañera la ha pillado mandando mensajitos al móvil. Por eso no ha generado anécdotas hoy, una lástima, andaba demasiado ocupada porque después de trabajar iba a quedar con el novio. Llevaba esos labios de color rojo semáforo y comentaba alegremente a la coordinadora: «Yo llevo los labios rojos porque a mi novio le gustan pero a mí también me gustan; es en lo único en lo que ambos estamos de acuerdo». Anda que no es presumida. Y porque no la habéis escuchado hablando de la plancha ionizadora tan bonita que tiene, que le deja el pelo divino, divino… ¡me encanta!
  • TOP novia del dominicano: Esta es de ayer, pero la recordé hoy. Llega ella, tan dispuesta, se presenta y se encuentra con una desagradable voz al otro lado de la línea que le dice: «¡Me estás tocando los cojones!». Ella respondió: «Entonces, caballero ¡qué larga tengo la mano!». Esta frase es de diez, pienso soltarla en cuanto alguien me suelte una acusación parecida. La de hoy ha sido en una conversación que tenía ella con la padawan. La padawan acababa de decirle la clásica frase de «Un optimista es un pesimista bien informado». Para mi sorpresa absoluta, no sabía lo que era pesimista, no sabía lo que era optimista y aunque se le explicara, para ella la frase seguía siendo un auténtico trabalenguas. ¡Qué mal anda el sistema educativo!
  • TOP Factor Silvia: La anécdota característica del día la ha protagonizado una señora que tenía unos problemas mentales muy divertidos. Cuando la llamé, ignoraba cuánto solía gastar ella en su factura. Al explicarle la oferta, le dolió tanto el bolsillo que exclamó de motu propio que a ella por los mismos servicios le andaban cobrando 120 € y, entusiasmada me ha dicho «¡tómame nota, voy a cambiarme ya!». Yo convencida de que iba a hacer una ficha cuando, de pronto, la señora tiene una revelación mariana y me dice: «Oye ¿con qué compañía es la oferta?». Le respondo y, de pronto, me dice «¡Ay! ¡No puedo cambiarlo! ¡Mi marido está de vacaciones y no puedo hacerlo hasta que vuelva!». Pensad la frase, meditadla, analizadla. ¿Verdad que es muy fuerte que las parejas se separen en vacaciones? [insertando risita irónica]. ¡No os podéis imaginar lo frecuente que es la excusa de «mi pareja está de vacaciones y no le veo hasta el mes que viene»! Quienes la ponen son tan divertidos como los que te aseguran que están pagando 19 € cuando a ti te consta que como mínimo pagan 50 €. Ruego a los Pinochines y las Pinochinas del otro lado de la línea que hagan el favor de no tomarnos por idiotas: podemos simular que lo somos, pero no lo somos, al menos, no todos.
  • Otras anécdotas características de este día tan señalado han sido: 1. Un señor que ha estado escuchando mi larga perorata sin querer comprar, sólo complacido porque, según me dijo, «eres española, estoy harto de que me llamen colombianas, así que te escucho porque eres española, no porque me interese la oferta». Igual cree el señor que escuchándome me hace un favor, en realidad sólo lograba que perdiera mi tiempo, aunque hoy me daba absolutamente lo mismo e incluso me he pegado el lujo de conversar con él un rato; 2. Una señora que se ha puesto a decir: «¡Eh! ¿Hablaba antes con un robot? – yo: Sí- ¿Y ahora con una persona? – yo: Eso me parece-«. Dos momentos después, al escuchar la palabra promoción, me colgó vilmente, je. 3. Un señor, por llamarle de alguna manera, que en cuanto le he saludado se ha puesto a entonar la clásica «Para Elisa» de Beethoven. Yo me he partido el arco de medio punto y le he dicho «muy bien entonado» antes de colgarle. Ahora pienso que debería haberle escuchado más, para ver cuándo se cansaba o hasta dónde era capaz de entonar (que con esta canción pasa como con el «Gaudeamus Igitur»: todos saben comenzarla, pero nadie sabe seguirla)  pero tampoco me interesaba que se notara mucho que mi actitud hoy no era ni muy seria ni muy implicada; 4. Otro señor, de estilo parecido al anterior, en lugar de cantar se ha puesto a leerme algo que parecía un programa de la zarzuela «Luisa Fernanda»: año en que fue representada, personajes que participaban, etcétera, etcétera. A ese le he escuchado un rato y debía estar leyendo, porque seguía y seguía, así que al final fui piadosa y le corté con un «muy interesante, gracias».

Cuando salí de trabajar, le dije a la coordinadora, porque justo era decírselo, que me iba porque no vendía, no porque no me hubieran tratado bien, que quería que lo supiera, y me ha agradecido que se lo hiciera saber. No es peloteo, es la verdad, he sido teleoperadora antes, como sabéis los lectores usuales, y la actitud de los jefes y vigilantes era insoportable, así que sólo por comparación salen ganando. Como contaba, he cambiado datos y promesas de quedar con tres compañeras y, a la salida, hablando con la novia del dominicano, me enteré que es ya ex novia del dominicano, que se conocieron por Internet, que estuvieron viviendo juntos desde el primer día, que llevaban dos años conviviendo y que habían tenido muchos choques culturales, él es muy machista y siempre se acaba imponiendo y, sin embargo, ahora que él va a volver a su país, ella está destrozada porque piensa que no es capaz de vivir sin él. La pobrecita me decía: «No sé qué me pasa, si es que le quiero mucho o si es que llevo dos años acostándome con él, levantándome con él y lavándole las camisas». Creo que esta sencilla frase resume muchas más cosas de las que aparenta en relación a las cuestiones entre hombres y mujeres. Yo le he propuesto quedar este finde para que se desahogue conmigo, asegurándole que soy mejor escuchando que convenciendo, así que al menos se ha tenido que reír.  A ver si la convenzo de que la vida sigue, aunque tendrá que convencerse ella sola.

Próximo capítulo: ¿Cuándo cobraré los 27 € de mi ficha?

Próximo post (o uno de los próximos): Resultado de la entrevista de trabajo que tengo el lunes. Sí, ya tengo una entrevista, aunque me temo que sigue siendo para comercial. Prometo contarlo.

Y, para no abandonar las buenas costumbres, os dejo con un video que resume bastante mi sentir actual. Disfrutadlo, es un clásico, nada menos que un corte de «El violinista en el tejado»:

Acerca de Hécate

Lee y me cuentas.
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2 respuestas a Día 8. Hoy he cumplido un sueño infantil.

  1. chimos dijo:

    Lo de tu entrevista de trabajo del lunes me ha hecho recordar que hace unos días mi primo ha tenido una y le ha ido muy bien, pero es en Ha Noi (Vietnam), se fueron el mes pasado con intención de vivir allí al menos un año y …me encanta como lo cuentan:
    http://bambuenelpaisdelagua.blogspot.com/

    Sobre lo de cuando cobrarás igual podrías aceptar apuestas, jeje

  2. vengatriz dijo:

    He estado echando un ojo al blog de tu primo. Promete ser muy interesante, le he leido, comentado y me lo voy a añadir a mi lista de blog amigos. Es como el de mi amiga Hengo,que se dedica a contar sus aventuras y desventuras como Au Pair; además de ver las cosas cotidianas que le pasan a la gente, se puede aprender un montón sobre la cultura de otros países y el cómo adaptarse a ellas. Quién sabe si algún día consigo emigrar y acabo escribiendo cosas parecidas. Pregunta cotilla: ¿Para qué entrevistaron a tu primo? Y ya que estás: ¿Cuándo crees que voy a cobrar? jejeje…

    Un abrazo, guapa.

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