Una de profesiones curiosas


Por años que una cumpla, nunca se deja de aprender. Hace días conocí la existencia de una profesión nueva: ojeador/a de moda. Se trata de una profesión que implica viajar por grandes ciudades y observar cuál es la moda en esos lugares, para copiar ideas (sí, escribí copiar, sin anestesia ni nada) y adaptarlas al lugar de destino y a la filosofía de la tienda para la que trabaje él/la ojeador/a. Por supuesto, doy por sentado de que los negocios pequeñitos, rollo «Modas Maripili» y similares (nombre inventado, pero ejemplificador) no van a tener ojeadores ni en Inglaterra ni en la ciudad de al lado. Esta chica estuvo trabajando para una empresa española de moda mundialmente conocida cuyo nombre no citaré… ni falta que hace. Ahora se había quedado en el paro y se estaba dedicando a asesorar a grupos de teatro con el tema del vestuario; y no lo hace nada mal, así la conocí, asesora al grupo de teatro en el que estoy para que podamos adaptar la ropa que tenemos a la moda de los años cuarenta sin necesidad de comprar vestuario nuevo. Francamente, pensé que sería modista o, incluso, historiadora – el de asesorar sobre ropa de época no sería un mal trabajo para un historiador- pero, como os contaba, cuando me interesé por su pasado profesional me sorprendió descubrir que existiera esa profesión; aunque bien mirado sea muy lógica.

Quién sabe, si un milenio de estos llegara a ser orientadora, conocer esto podría serme hasta útil XD.

No sé cómo se llegará a ejercer esa profesión; supongo que estudiando el FP de corte y confección y haciendo cursillos de moda; también imagino que recibirán formación específica por parte de la empresa. Lo impresionante es la vida que se tienen que pegar viajando de acá para allá; una alternativa interesante a los estudios relacionados con el turismo para currar y viajar al mismo tiempo.

Y ahora, poniéndole un poco de guasa al asunto, es cuando puedo decir que ya entiendo por qué las modas siempre se repiten; porque si el modo de innovar es mandar ojeadores al extranjero y nadie o prácticamente nadie crea desde cero, básicamente nos limitamos a copiarnos los unos de los otros, de ahí que hayamos entrado en el bucle ese de que los ochenta vuelven tan frecuentemente que nunca llegan a irse.

Eso me remite a un corto que me mandaron hace tiempo, divertido, oportuno y un poquico bestia, no lo negaré. Lo voy a adjuntar aquí, a la espera de que os guste:

¡Nos leemos! 🙂

Acerca de Hécate

Lee y me cuentas.
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8 respuestas a Una de profesiones curiosas

  1. jairo dijo:

    Cosa curiosa Silvia

  2. hengo dijo:

    Como cosas raras que se aprenden siendo de Madrid, añadiré que hay centros privados que imparten asignaturas para esto. Por ejemplo, la universidad Francisco de Vitoria, en Madrid, que imparte también carísimos FP superiores, tiene uno de estética que incluye seminarios extracurriculares pero obligatorios, a elegir entre cuatro salidas profesionales distintas. Una de ellas es la de «Cool Hunter», que es un término muy usado y suena que te cagas de bien, para designar el trabajo de alguien que estudia FP. Creo recordar que otras grandes academias de educación superior ofrecían cursos y másters de esto, pero por una bestialidad de dinero.

  3. chimos dijo:

    Me sorprende que aún pienses que para tener una profesión hayas tenido que estudiar algo.
    Eso era un cuento que nos contaban nuestros ilusos padres que pensaban que si estudiábamos llegaríamos a tener un trabajo digno. Mientras, los que tuvieron labia y contactos se comieron el mundo sin saber hacer la o con un canuto.

    • vengatriz dijo:

      Tienes más razón que una santa, lo que pasa es que ese cuento me lo repitieron TANTAS veces y fue lo que me empujó a hacer tantas cosas y no hacer tantas otras, que ahora, aunque me haya dado cuenta de que la vida va de otra manera, en miles de ocasiones me sale aquella antigua creencia. Piensa que no tengo labia ni contactos, lo que sí tengo es un blog estupendo para despotricar sobre todo, jeje. Un abrazo 🙂

  4. ISMI dijo:


    La moda hasta la calculan.La peli de El Diablo viste de Prada habla mucho de tendencias de moda. No de ojeador de moda, pero muchas estrellas surgieron de la nada gracias a ojeadores que se dedican a descubrir nuevos talentos y tb les pagan por ello. Un saludo

    • vengatriz dijo:

      ¡Bienvenido Ismi!

      Ahora que lo comentas, hace tiempo que vi esa película y me reí muchísimo con ella, así que la recomiendo. Era un ejemplo de cómo meterse demasiado en una profesión puede hacerte perder la identidad y complicarte la vida. También te agradezco el apunte sobre los ojeadores, y hasta el video de estadística, como profe particular por temporadas, de vez en cuando me meto en youtube a ver explicaciones matemáticas; fíjate que ahí me encuentro recursos de lo más curiosos, desde ejercicios resueltos hasta explicaciones cantadas. En cierta ocasión torturé a un alumno con el video «Teorema de Thales» de Les Luthiers. Al final el teorema se te acaba clavando en el hipotálamo, así de pegadiza es la canción, je. ¡Saludos!

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