Cómo madrugar y no morir (VI)


¡Ayer conseguí no dormir siesta! Claro que fue a base de hincharme a Coca Colas. Al menos tuve un día productivo: traduje mi CV al inglés (no imagináis el lío de traducir «Psicopedagogía», una carrera que en Irlanda no existe) y me preinscribí en el curso de Cooperante Internacional de Cruz Roja. Por cierto, que debo ir a la sede a devolver materiales, a anunciar que me retiro como profe de español y que ahora colaboraré como apoyo eventual en la sede. Y eso porque quiero que me concedan el curso, porque si no ni me lo becan ni me lo dan. Voy, como solían decirme cuando era una cría que iba a la escuela, de «voluntaria- forzosa».

¿Y creéis que no durmiendo siesta me acosté temprano? Pues NO. Me fui a dormir a casi las 2. Esto me recuerda a una enconada discusión que están teniendo algunos amigos en Google+. Esa discusión se divide en dos frentes: 1. Quienes dicen que el cuerpo hay que educarlo; 2. Quienes dicen que cada persona tiene su propio ritmo vital. Parece que esta segunda opinión es la que tiene más apoyo científico y que hay personas calificadas médicamente  como «vespertinas» que pueden alegar esta condición de cara a su inserción laboral. Aquí, en España, las cosas no van como para ponerse tiquismiquis con el trabajo porque escasea; rechazar un puesto porque no encaja con tu biorritmo es un lujo que, directamente, no nos podemos permitir, pero es un dato curioso. Ahora me ha quedado la curiosidad de hacerme pruebas médicas para saber si es que tengo al cuerpo maleducado o si, por el contrario, es que soy un ave nocturna y punto.

Y ahora, las anécdotas del día:

  • Ayer me encontré a un tío sentado frente a una de las puertas del colegio. Hoy, a la misma hora, me encontré al mismo tío sentado frente a esa misma puerta. Y que yo sepa, ese no es compañero mío. ¿No es raro? Si el lunes veo que sigue ahí, ya haré por no cruzármelo, aunque probablemente sea inofensivo, la mayor parte de la gente es inofensiva, pero qué queréis que os diga; todo el mundo de noche da más miedito XD.
  • Hay dos niños mellizos que siempre llegan los primeros y parece que los padres han notado nuestra tendencia a adelantarnos para preparar un poco el aula antes de que lleguen los chavales así que hoy nos los han dejado a las 7.20 en lugar de a las 7.30. Hemos decidido no abrir la puerta hasta que no sea la hora de abrir, que quieren prolongar nuestra jornada laboral sin pagarnos por ello.
  • Hoy he presenciado un arrebato de autorracismo; algo que no pensé ni que existiera. Le pregunté al chico latino de qué país era. El origen de la pregunta fue que llegó hoy otro chico nuevo, que es rumano pero lleva tantos años viviendo en España y habla tan bien castellano, que si él no nos lo dice, ni cuenta nos damos. También había otra causa: como no tenemos recursos, hoy me llevé de mi casa un libro recopilatorio de cuentos de Hispanoamérica y tenía la intención de haber elegido para trabajar un cuento del país de este muchacho. Pues bien, imaginad cuál no sería mi sorpresa cuando, tras preguntárselo, el muchacho contesta: «¡Eh! ¡Que yo soy español! ¡Que no soy un gitano! ¡Que estoy tan moreno porque mis padres me han llevado a tomar mucho el sol!«. Le he tenido que decir «vamos a ver; para empezar, que sepas que los gitanos que nacen aquí son de aquí, para seguir, yo lo que te he preguntado es de dónde eres». Pero nada, él insistía en que estaba moreno porque sus padres le han llevado mucho a la playa y a la piscina, tanto que me hizo dudar, pues si yo sabía que era de Latinoamérica era porque mi compi me lo había contado. Cuando fui a preguntarle al final de la clase si estaba segura de que ese chaval era de Latinoamérica me lo confirmó con algo inapelable: «¡sí, claro!¡si me lo comentaron sus padres el primer día!»¡Qué fuerte me parece todo!
  • La clase, en sí, ha sido catastrófica porque me dio por experimentar. Como os había contado,llevé un libro de cuentos,pero no me había dado tiempo a verlo detenidamente. Partí a la clase en dos equipos y la idea era leer la mitad de un cuento y que ellos escribieran en equipo el desenlace. Después se leería el desenlace de cada uno de los equipos y, finalmente, se desvelaría el desenlace auténtico del cuento. Una actividad que en las prácticas de una asignatura quedaba chulísima pero que aplicada a la realidad de aquella aula ha salido fatal. La extensión del cuento era de cuatro páginas. CUATRO. ¿Os queréis creer que era prácticamente imposible lograr que ME ESCUCHARAN? Y que intentaban encararme, diciéndome que no les gustaba leer, que el cuento era largo y demás etecés.
  • De esta situación he aprendido que, de momento, a menos que les entrenemos a ir escuchando textos más largos, no podemos trabajar con textos que sobrepasen la página de extensión; aunque claro, en la poca capacidad de atender que tienen y en la lucha que ha costado acabar la actividad queda patente que lo que justo necesitan entrenar es la escucha, la atención, la lectura.
  • Otro consejo para quien esté en un Aula Matinal y esté leyendo esto: si hacéis una actividad de grupo y hay una serie de niños que no quieren participar, es buena táctica no obligarles pero tampoco reforzarle su actitud; si se ven solos y sin juguetes, acabarán volviendo de nuevo al grupo, sentándose, como mínimo, junto a sus compañeros.
  • Entre las incorporaciones hay un nuevo chaval de sexto. Cuando hemos conseguido POR FIN acabar la actividad de lectura, se les ha dicho de salir al patio a jugar y los mayores, en vez de jugar con los pequeños, han sacado de la mochila su portátil de la Junta de Andalucía y se han puesto a entrar en Internet. Vale que sólo eran diez minutos y que la actividad era de juego libre, pero ¿vosotros lo veis bien? ¡Yo digo que no! La otra profesora les dio permiso y por supuesto no la voy a desautorizar, pero lo hablaré con ella de cara a lo sucesivo. Apuesto a que ambos de ellos tienen muchas horas a lo largo del día para estar en el ordenador. En fin ¡en estas cosas se nota la diferencia generacional! Aunque yo misma soy muy de estar ante el PC, me fastidia ver a los críos pegados a cuanto ven que se enchufa; aunque imagino que eso lo han hecho en parte por no jugar con los pequeños, ya que los nenes de 6º se creen muy mayores. Luego entran a 1º de ESO, se ven en un centro en el que hay alumnos hasta de 17-18 años o incluso más, y entonces les toca reposicionarse.
  • Ya no nos hace falta rogar a las del comedor por la papelera. Hoy he descubierto una en la biblioteca. El truco está en cogerla, dejarla en el Aula Matinal y, una vez que acabamos de utilizarla, vaciarla en un contenedor y devolverla de nuevo a la biblioteca.

Al menos parece que pronto (el martes de la semana que viene) habrá una reunión de monitores. Será entonces cuando firmemos los contratos, demos nuestra cuenta bancaria y, espero, nos den instrucciones, nos entreguen una programación, nos pasen materiales… porque ahora mismo es que nos estamos buscando la vida de mala manera.

PD. ¿Sabéis qué tengo previsto para este finde? ¡Un planazo! ¡Dormirrrr!

PD.2. He presentado este blog a concurso (¡gracias, Jairo!). A ver qué pasa.

Acerca de Hécate

Lee y me cuentas.
Esta entrada fue publicada en Genérico. Guarda el enlace permanente.

6 respuestas a Cómo madrugar y no morir (VI)

  1. jairo dijo:

    la verdad que las nuevas generaciones no creo que mejoren a los de nuestra edad.
    Y mira que es facil igualarnos…
    Pero aqui vamos marcha atras. en lo relativo al concurso mucha suerte mi voto lo tendras aun no se en que categoria pegas más imaginbo que en educacion

    • vengatriz dijo:

      Yo diría que pego más en personal… el caso es que abordo muchos temas, pero siempre focalizo en educación- trabajo. Solicité para varias categorías, a ver qué me dicen, ya te avisaré cuando sepa algo. ¡Gracias por la info y por el voto!

  2. Gissel dijo:

    Pues la vas a llevar mal con eso del déficit de atención, muchacha 🙂 Debido a los ordenadores, los niños ya no son capaces de concentrarse en nada por más de 5 minutos. Lo mejor que podríamos hacer por ellos es hacerles descubrir el gusto por los libros largos, ¡lo cual es todo un reto! O sea, ¡suerte! (también te deseo suerte con lo del horario de sueño).

    • vengatriz dijo:

      ¡Pues habrá que pelearlo! Vamos, es algo que hace que me duela la honrilla profesional, además, que me parece muy grave ese problema que tienen para escuchar. Esa destreza es básica en la vida; aunque parezca lo contrario, no toda la información nos llega a través de una pantalla. ¡Seguiremos informando!

  3. variablex dijo:

    Creo que no debes prohibirles que usen los ordenadores (ya sabes, lo prohibido mola más, y si es algo relacionado con internet, mola el triple), aunque a estas alturas de la película (10 días más tarde) es posible que ya hayas solucionado el tema.

    Muchos migrantes están tan cansados de la discriminación que prefieren ocultar su origen (por mi experiencia, esto les pasa sobretodo a los colombianos). Por otra parte, el sentimiento de pertenencia a una nación concreta es un rasgo de identidad, y que se te atribuya una nacionalidad por «obligación de nacimiento» contraria a la que tú sientes causa en algunos casos un fuerte sentimiento de disforia que quienes no han vivido la experiencia no comprenden, y que, según me ha dicho un amigo que además de trans[género] es transnacional, puede ser incluso más potente que el sentimiento de disforia de género. Si encima los padres están tratando de imponer a su hijo una identidad de pertenencia a una nacionalidad que no siente como suya (cosa que también es normal, porque a los padres les gusta que sus hijos compartan su cultura de origen), haciendo cosas como comentárselo a los maestros y sabe Dios a quien más… no hacen más que agravar el problema. El niño debe estar frito.

    La disforia es un sentimiento que nadie nos enseña a manejar porque no está suficientemente identificado, y un niño pequeño es normal que no sepa lidiar con ello muy bien. Pero apostaría a que el problema es ese, y que esa disforia transnacional es el principal motivo que está impidiendo que se relacione bien con sus compañeros y con vosotras. Prueba a planteártelo de esta manera, y probablemente las cosas mejoren.

    Pablo [Mirando los toros desde la barrera y empatizando con críos de oidas desde 2011©]

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s