Esta semana ha sido letal para actualizar. Por eso no me quedó otra que subir una nota informativa. Estoy loquita porque llegue el puente, en serio. Voy necesitando parar, pero ahora voy a marcarme un pedazo de post en 10-15 minutos, que ahora tengo que hacer deberes, luego irme a dar la clase particular, después academia de inglés y, por último, ensayo en teatro. Y cada vez tengo menos ganas de ir a teatro.
Horario de sueño:
Comenzando por lo que da el título a esta sección… continúo sin saber Cómo Madrugar y No Morir. He solventado las carencias de sueño durmiendo todos estos días por la mañana a excepción del martes, día en el que me eché una horita, pero por la tarde. Así que se puede decir que he sufrido un retroceso grande.
Aula matinal:
El lunes y el martes fueron días de intentar organizar algo para que podamos disfrazarnos todos en Halloween y nos encontramos, una vez más, con la ausencia total de recursos (porque nuestra empresa sigue sin darnos materiales) y con la desidia absoluta de los niños; que nos desmotivan de un modo tremendo («Yo me niego a hacerme un disfraz, seño, mejor me lo compro…¡o no vengo mañana!»).
Es curioso cómo los perversos polimorfos nos saben asalariadas y nos chantajean con no venir 🙂
El miércoles tuve un problema serio. Mi compañera se fue cerrando la puerta y, en el instante en el que dejé a los de párvulos en el patio para abrirla, me abordó el director y, eso sí, con suavidad, me dijo que llevaban dos días quejándose los padres de que yo dejaba a los niños solos, que qué pasaba, que si es que mi compañera me dejaba sola.
No le dije que él mismo nos dijo que a partir de la segunda semana, nuestra obligación se limitaba a dejarles en la cola. Tampoco le dije que en esta ocasión antes de irme había pedido a una profesora que echara un ojo mientras iba a abrir la puerta y que, en consecuencia, sabía que no había sido una madre, sino la misma PROFESORA que debía andar con ganas de joder. Ni le dije que, por más que sea el director y yo una monitora, jamás debe regañarme ante los alumnos y que, justo cuando me había interrumpido, yo abría la puerta y le explicaba a una niña a la que había regañado por pelearse y que estaba llorando que no puede obsesionarse con la perfección, que todos cometemos errores, y aunque yo la regañe cuando ella lo haga mal (es lo que debo hacer) sé que no es mala niña y no debe pensar que ella es peor que los demás (hay que decir que una amiga suya me comentó que esta niña llora tanto porque no está obsesionada con no fallar). Vamos, pudo comprobar que yo fallo, porque presenció a continuación cómo me regañaron a mí.
En fin, me tragué todo esto y me limité a pedir disculpas, a decir que no se va a repetir y que mi compañera había tenido que irse cinco minutos antes porque había tenido problemas con su coche.
Cuando llegué a mi casa, le mandé un correo a mi compi, diciéndole lo de la bronca del director y comentándole que como ya van varias veces que me he cruzado con la madre de una de las alumnas (la madre irritante, la que no deja que su niña vaya sola a la fila) diciéndole que ya no me tomaré esos 15 minutos de antes, que volveré a llegar a mi hora, y en cuanto a ella que le ruego que cuando se vaya, que deje la puerta abierta para que no me toque dejar solos a los pequeños. Además, si le es posible, mejor que se tome 10 minutos en lugar de tomarse 15, porque se está exponiendo, ya que el director anda alarmado, a que la pillen.
Clase particular:
El lunes di la clase particular al mega grupo. Tuve el problema de que me dijeron que quieren tomarse un puente la semana que viene. Teniendo en cuenta que los lunes cobro 45 pavos y que el martes tengo otra clase por la que cobro 10 pavos, las vacaciones de los nenes me suponen una pérdida de 55 €. Que ilusión. Por lo demás, fueron clases tranquilas y fáciles de llevar.
Clases de conversación de inglés:
Al final la amiga de mi profesora me escribió, está encantada con la oferta de intercambiar clases de conversación de inglés con clases de conversación en español y nos veremos mañana a las 12.30 en la Universidad. ¡Ya os contaré!
Anécdotas que ampliaré próximamente:
- La kurda que pillé anoche. Esa merece contarse.
- Las anécdotas referidas a ello que han pasado esta mañana.
- La mierda de curso de manipuladora de alimentos que recibí el martes por la mañana.
- Cómo una ex compañera que llevaba meses pasando de mí de pronto me busca por interés, para pedirme lo que nunca ha de pedirse a un opositor de educación: la programación didáctica.
¡Menos mal que tengo un puente para eso!
¡Premios Bitácoras 2011! ¡Categoría: Educación!
Silvia pues na esperamos tu relato, que estres imagino que llevas, ademas lo de la bronca espero que no vaya a mas.
Ojalá.No molaría estarme jugando el curro.