Supongo que estáis hartos. En la televisión, en prensa, en las redes sociales y en los blogs no se habla de otra cosa. Es más, si al igual que yo tratáis con mucha gente que no necesariamente comparte ideología con vosotros, seguro que habéis tenido discusiones encendidas, de esas en las que la sangre no llega al río… pero poco le falta.
Y ya veis, entráis aquí y tenéis más sobre elecciones, pero tranquilos: no os voy a castigar con más disertaciones ideológicas, ni con profecías sobre lo nefasto que va a ser nuestro porvenir, tampoco me voy a ocupar de la Ley D’Hont porque prefiero dejar eso a los matemáticos.
De hecho, en esa discusión que (al menos yo) sí tuve, alguien me acusó de falta de criterio por comentar cosas de una CCAA que no es en la que vivo ya que, para esta persona, sólo la experiencia directa da derecho a hablar. Parece que procurar documentarse buscando diversas fuentes o conocer a personas que vivan en aquel lugar ya no es un medio válido para opinar. Según esto todos merecemos ser fusilados, ya que, gracias a los medios de comunicación y a ese instrumento al que llamamos cultura, si en algo nos hemos hecho expertos es en conocer y opinar acerca de cosas que no hemos experimentado de manera directa.
Curiosamente, la experiencia directa no lleva a una universalidad de opiniones. En otras palabras, pon a cincuenta a vivir una misma experiencia; verás que cada uno te la va a contar de manera diferente. Por algo dice el refranero: «cada uno cuenta la guerra como le va en ella».
En suma, que cuando alguien os diga «no tienes criterio» os está queriendo decir «no piensas como yo y eso me toca los cojones/ovarios».
Y si ese alguien es universitario, se hace doblemente divertido… porque el estudiante universitario es el mayor de los expertos en hablar de cosas que no ha experimentado y más en ciertas carreras como, por ejemplo, Historia.
Pero el caso es que mi discusión poco importa, salvo para indicar que los ánimos andan caldeados y que antes la gente no sabía tanto de política ni de economía. A ver quién puñetas conocía a la prima de riesgo hace tan sólo dos años. ¿No Variablex? Contigo hablé de esto, es más, tú me hiciste este razonamiento.
Los domingos son días que dan mucha pereza… ¡y a mí más! con el horario descompensado que llevo el resto de la semana, en cuanto empieza el viernes retomo, porque lo necesito, la dinámica de levantarme tarde y despertar cuando me sale del alma. Esa dinámica hace que el sábado y el domingo despierte a la hora de comer,coma a la hora de merendar y me esté duchando a pique de que me cierren los colegios electorales. Debí votar en torno a las 7.30, pero vamos, votar antes me era físicamente imposible con el ritmo de vida que llevo.
Encima, fue poner un pie en la calle y me llovió, me tocó hacer retroceder a mi hermano para buscar un par de paraguas de emergencia.
Fue todo un esfuerzo democrático, ché.
Detalle: mis padres no votaron,aunque habrían votado al PP, por aquello de que han caído en esa idea vírica de que Zapatero es el culpable de todo y de que el PP «salvó a España» de otra crisis, pero… fijaos lo que son las cosas, hablando con ellos en los días previos, tuvieron que admitirme que ninguno de los miembros del binominio tiene listas limpias de gente sin corrupción, en todos han robado, ambos han especulado, ambos han metido recortes en derechos sociales y ninguno conoce de verdad la solución. Con independencia de que yo no coincida con el voto de mis padres, me impactó que no votaran porque es la primera vez desde que les conozco (y les conozco de toda la vida, je) que deciden abstenerse de votar. Indica un nivel de hastío, de desengaño, que creo que nos afecta a todos y que es muy preocupante. Una de las cosas de las que más concienciada salí de mi infancia es de la importancia de votar; por lo que me impactó.
Estos padres, quién los ha visto y quién los ve.
De este modo, fui con mi hermano menor, porque se apuntó a venir conmigo y le cayó una filípica de las parecidas a las que me echaban mis padres cuando tenía su edad o menos; lo que demuestra ese inquietante principio de «da igual cuánto choquemos con nuestros padres; en cuanto tengamos una ocasión de criar nos descubriremos imitándolos y entonces nos entrará un auténtico temblor en las meninges».
El rollaco era algo como: lo malo no es la política, son los políticos; si no hubiera política, caeríamos en la violencia y en la dictadura; debemos comprometernos e ir a las urnas porque como ciudadanos toca decidir quién nos va a gobernar porque de eso dependerá nuestra vida y si no votamos no tenemos derecho a quejarnos, etc, etc. Creo que fui lo más plomo desde los discursos de Fidel Castro. No quiero ni pensar cómo actuaría si me pusiera a criar alguna vez.
Los resultados ya los conocemos. Y no me hacía falta ver ningún análisis de la tele para saber lo que iban a comentar; para estas cosas me quedo con Twitter.
No sabéis la de irregularidades de las que supe a través de la red de la que no se informó a través de televisión, pero no creo que esto os sorprenda tampoco demasiado. Aconsejo buscar información con respecto a la camiseta verde, que estamos los maestros que trinamos con ese asuntillo.
Hoy, el día después fui a dar mi clase particulares y las alumnas me preguntaron a quién había votado. Quienes me leéis habitualmente sabéis que estuve metida en el asunto 15-M, aunque ahora me haya distanciado, y que soy contraria a votar a los partidos mayoritarios, lo que os da al menos una idea de a quiénes no he votado.
La conversación fue así:
Alumnas: ¡Seño! ¿A quién has votado? ¡Al PP!
Silvia (reacción espontánea): ¡Dios me libre! – momento de reflexión- aunque hay que respetar todas las opiniones…
Alumnas: Entonces… ¿has votado al PSOE?
Silvia: ¡Nop!
Alumnas: ¿Entonces a quién? – se miran entre ellas con cara de extañeza- ¿Al PNV?
Mi primera reacción ha sido reír. Tras eso, revelé el nombre del grupo al que voté, mientras asimilaba que esa mención al PNV como tercer partido que se les venía a la cabeza dice mucho de este país, y les pregunté si ellas tenían algún tipo de inclinación política. Inicialmente me protestaron con un «¡Seño! ¡Si nosotras todavía no votamos!» pero eso no me valía «Eso no quiere decir que no tengáis ya vuestras preferencias» a lo que me ha contestado una de ellas «no sé, hace años, cuando veía los anuncios del PP me gustaba la musiquilla que les ponían».
Ah, la importancia del marketing. Tienen 15/16 años y ya es una edad como para ir adquiriendo algo de ideología. Me temo que en unos años tendremos a un grupo de votantes «de oído».
¿Cómo lo veis?
Si es que no puede ser, cada vez estoy más convencido de que el derecho al voto no se debe otorgar por cumplir 18 años sino por demostrar un poco de madurez cívica. Eso sí, he de reconocer que la musiquilla del PP tiene su aquel, a veces la tarareo y todo.
¿Y cómo valoramos eso? 🙂 ¿Les ponemos un examen?
Pues que hay una generación «perdida» que ya vota de oído…Me refiero a esta generación a la que le fue muy bien cuando cualquiera encontraba trabajo con el boom de la construcción y no sabían leer dos frases seguidas y sí todas las siglas comerciales del mundo, MP4, HDI, GPS, AUDI, BEMEUVE…etc..Esa generación que no se preocupó ahora vota..Y vota sin haber comparado otras épocas malas anteriores. Y ahí tenemos un problema, porque yo a una persona que no ve tres en un burro no me la llevo para que me ayude a elegir un traje..En fin, que cuando venga la tijera (que en Valencia ya las oimos tris-tras,tris-tras,) veremos lo que tardan en criticarlos. En fin, yo soy simpatizante del 15M también, por lo menos, han aportado algo de frescura al ambiente, que falta hacía. Si no consiguen nada, por lo menos que estén de mosca cojonera, y a ver si alguno de los partidos que todavía no tienen una cadena de favores de 3000 eslabones recoge el testigo. Y no me provoques, Silvia, que un poco más y hago un comentario más largo que tu post, ja,ja..Perdón por el ladrillaco..
En rigor, esa generación de la que hablas fue la mía – voy a cumplir 28 años y diría que aquí pringamos los que tenemos de 25 a 35- aunque yo siempre tuve cierto interés hacia la política. Un interés que me inculcaron mis padres y, ya ves, ellos son mis primeros que andan quemados y luego, entre la juventud, los adolescentes de hoy y los votantes de las próximas elecciones, tenemos los dos extremos: los indignados, que aunque quizá no hayan sabido canalizarlo muestran interés por cambiar el mundo que nos rodea, y luego estos chavales, que me temo que son mayoría, que a pesar de las cosas buenas que tienen, como dije… votarán de oído.
No te preocupes por hacerme comentarios densos ¡me encanta que me comenten!
De ese modo siento que me comunico con la gente.
¡Nos leemos!
triste pero cierto, en mi mesa electoral votaron 4 personas mayores por cada 1 joven… eso dice mucho…
¡Bienvenido, OMG! Eso que cuentas ya lo dice todo, nada como estar en una mesa para ver el flujo de gente ¡ayns!
Nada es para siempre ni siquiera las crisis. Pero ahy algo que es eterno y es la corrupción. la podredumbre. Me vino a la mente lo que alguien (se dice el pecado y no el pecador) me comento de que en ciertos paises donde no hay mafias es porque el gobierno no admite competidores.
Esa frase es muy grande, muy irónica y muy cruel. Me encanta. Qué pena tener que pensar en el gobierno en esos términos.
Muy buen post. Los comentarios también, pero me ha llamado la atención el de canusca y la respuesta que tu le has dado. Con respecto al «voto de oídas», pues me parece una verdadera pena, así que si no queda más remedio, los partidos que quieran ganar en las próximas elecciones tendrán que contratar a la Lady GaGa del momento, para que les haga las canciones y sintonías de sus respectivas campañas. Y me mojo: No me gusta el ganador(PP), pero el otro menos (PSOE). Por cierto, ¿no deberían de quitarse de las siglas la palabra «obrero»? Que yo sepa esos se encargan del bienestar del trabajador y no de jodernos la vida.
Yo también me mojo: esa «O» deberían haberla perdido hace muchos años, pero nos quieren hacer creer todavía que son lo que no son. ¡Gracias por pasarte por aquí! 🙂
Te he visitado ya un par de veces, por medio de tus comentarios en el blog del universitario, y me gusta cómo explicas las cosas. En esto de la juventud y la política no estoy tan de acuerdo: me parece que mucho voto que ha ido al PP ha sido de gente joven que incluso votaba por primera vez. Eso no implica que sepan de política, en absoluto, y menos en estas elecciones en las que todos hemos querido castigar a quien lo ha hecho tan mal (de ahí el incremento en votantes en los partidos pequeños). Sobre la corrupción, y no es por sonar fatalista, me parece que habría que esperar y ver qué ocurría con los partidos pequeños si fueran grandes: las convicciones o la rectitud en una actuación administrativa la podemos controlar de forma limitada, en algunas personas, pero no en todas. Quizá por eso valoro la confianza que me dan determinadas personas que están en un partido, porque resulta imposible confiar en todos los miembros de un colectivo, y menos cuando están rodeados de tantas ocasiones para trincar algo, como el amigo «campeón», el «urdanga» y tantos más.
¡Hola! Siempre es una alegría leer a gente nueva 🙂 ¡Bienvenida!
La verdad es que no tengo estadísticas acerca de la participación joven ni de sus preferencias políticas (estaría bien tenerlas). Los comentarios que se han hecho son sólo observaciones personales de cuanto me rodea pero, como dije antes, tengo la percepción de que hay dos sectores: el de los muy concienciados, que suelen ser afines al 15-M, y los que pasan absolutamente de la política… pero no hay que olvidar tampoco que en este ambiente en el que ZP ha sido tan denostado por el tema de la gestión de la crisis y el desempleo (que azota especialmente a los jóvenes) las ganas de castigar al PSOE y de introducir un cambio son una fuerte motivación. Otra influencia a considerar es que muchas veces las convicciones políticas se «heredan» de los padres e imagino que este efecto se nota más en la gente que es muy joven y todavía no está lo suficientemente formada como para tener un criterio propio.
En cuanto a lo que dices de los partidos chicos y los grandes… siempre he dicho que no se puede ser rico y honrado a la vez a menos que la riqueza se haya heredado. Del mismo modo, un grupo de personas (ya sea un partido político u otra cosa) no puede hacerse grande sin pisar cabezas. Si los partidos minoritarios se hicieran grandes, se acabarían corrompiendo como los grandes. Es bueno que haya partidos medianos que nos hagan de bisagra/chantaje pero que no se hagan lo suficientemente fuertes como para degenerar demasiado. Igual lo ideal sería que no hubiera partidos excesivamente fuertes; aunque entiendo que haya quien opine que si eso sucediera, el país no sería gobernable.
Más allá de los sistemas… el auténtico problema para que éstos funcionen somos las personas.
Gracias por leer y comentar… ¡y perdona la parrafada!
Puede ser que aquellos que piensan que el país no sería gobernable si el parlamento fuese una representación plural de la sociedad sean aquellos que ostentan el poder ahora mismo y han diseñado una ley electoral tan sublime.
De hecho, podría demostrar (y cuando hablo de demostrar lo hablo en el más amplio sentido matemático de la palabra) que un estado se gobierna mejor si la representatividad es plural y se necesitan acuerdos para gobernar.
Pero como me dijo ayer un aspirante a ingeniero… esa es sólo mi opinión.
Yo estoy de acuerdo contigo, pienso que un gobierno es más eficaz cuando el poder está repartido, aunque en honor a la verdad también tengo que decir que he sido testigo (pequeña crítica al 15-M) de cómo debates interminables no llegaban a ningún sitio, día sí,día también, porque, aparte de pretender representar a una pluralidad demasiado grande, estaban atados de pies y manos por cierta norma que se autoimpusieron: que las decisiones sólo serían aprobadas en la asamblea cuando se obtuviera un consenso y resulta que obtener consenso parece imposible.
Muy buena reflexion silvia, sobre lo de la conciencia politica de la gente…en fin queda demostrada con los resultados…sobre lo de el 15 M, que en las urnas han desaparecido por completo, en unos meses de protestas ejemplares esperaba mayor subida de los partidos minoritarios, y no ha sido asi, aqui algo falla…
Fallan muchas cosas, aunque la subida se ha notado. En las anteriores votaciones los partidos minoritarios parecían a punto de extinguirse. También está ese rollo de que la representación no se corresponde con el número de votos recibidos, ya sabes, el asuntillo este de la Ley D’Hont, en la que no entré porque no soy de matemáticas, pero que enlacé al blog de un amigo que explica el asunto.
Muy buenas doña Flor,
Como mal alumno, estoy intentando ponerme al día de tu blog, en orden inverso. Aunque yo creo que ya voy para Septiembre…
En fin, me ha impactado lo de las camisetas verdes … ¿las tienes a tu alcance? De ser así, me encantaría hacerme con una :). En navidades hablamos del «negociazo» del siglo.
Y aunque creo que ya lo habrás visto, respecto al análisis de las elecciones, me ha gustado este:
http://blogs.publico.es/dominiopublico/4282/%C2%BFdonde-esta-el-tsunami/
En fin, abrazo!
Pues no las tengo, pero también me gustaría conseguir una. No creo que sea muy difícil, todo es buscar 🙂
No sé cuánto llevas sin leer, pero a poco que lleves… estoy más productiva que nunca, mis 3-4 posteos caen todas las semanas.
¡Muchas gracias por el enlace!
¡Abrazo, nos vemos pronto!