Recuperándome del fin de semana

¡Hola a todos! ¿Qué tal habéis estado sin mí?

Os cuento que llegué de Fuengirola agotada, pero, aunque suene paradójico, con las pilas cargadas. Viene genial salir periódicamente del entorno al que estamos acostumbrados y hace un poco lo que nos sale de las narices. Además, se juntó un grupo muy creativo y muy divertido, aunque apenas salimos del apartahotel donde estuvimos alojados, nos lo pasamos en grande. Imaginad: sing-star (¡gracias Rosana!) hasta perder la voz – para quien no lo entienda, es un juego de play que consiste en cantar como si de un karaoke se tratara, pero de manera competitiva: el juego te indica quién ha cantado mejor-, Tarot (donde yo viajo, viaja mi tarot), juegos de mesa (cortesía de FJ), trucos de magia (también cortesía de FJ) y una cachimba (cortesía de Pablo).

Luismi por lo demás puso su arte, que no veáis cómo canta y baila, y Carlos puso los pies por delante en el juego de «El padrino oscuro».

Es gracioso, como yo no soy de fumar y saben que probé a hacerlo muy tarde, en este grupo se ha convertido en tradición «inmortalizarme» cuando estoy simulando que fumo. A la vejez, viruelas.

Esta manera de divertirse es mucho más barata que ir de garitos y, además, mucho más satisfactoria. Es una suerte dar con personas que tienen un modo de entender el tiempo libre semejante al mío.

También ha sido una suerte poder ver y dar un abrazo a amigos a los que no había tenido el gusto de conocer en persona hasta el momento. ¡Gracias!

Ahora toca ponerse al día, ver si tengo prácticas pendientes en Cruz Roja, intentar hacer deberes de inglés, asumir que hay una rutina que afrontar. Ya el viernes actualizaré el blog incluyendo lo del miércoles del aula matinal.

Y después ya veremos, porque, como os conté, se me vienen unos días muy ocupados.

¡Abrazo a todos!