¡Digo yo que habrá ganas de saber cómo se me ha ido dando eso de madrugar!
El lunes fue desastroso. Ya sabéis, acostarme tarde, despertarme con el tiempo justo, trabajar y caer de nuevo en los brazos de Morfeo, fiel a mi siesta matinal.
El martes me ocurrió algo muy divertido, sobre todo visto desde fuera, que a mí cuando lo viví mucha gracia no me hizo. Resumo, imaginad lo que es darse el madrugón, creer que llegas tarde, aparecer en el colegio, no ver a los niños, no ver a la compi de trabajo, encontrar todo cerrado, temerse lo peor y al final descubrir (previa llamada a mi compañera, que se rió de mí y con motivos) que me había levantado una hora antes. Lo positivo es que aquello me dio pie a volver a casa y tomarme lentamente mi café antes de re-comenzar mi jornada laboral. ¿Cómo pudo ocurrir? Un móvil antiguo, que se queda sin batería exactamente una hora y que, al volverlo a cargar, ha perdido la noción del tiempo o, en otras palabras, ha borrado de la existencia aquella hora que estuvo sin batería.
Más gracioso ha sido hoy revisar el calendario y descubrir que no sólo se perdió una hora; según mi móvil estábamos a uno de enero de 1980. Primera vez, al menos que yo sepa, que un teléfono es capaz de remontarse mucho más allá de la fecha de su fabricación… oigo risitas, va, el artefacto es antiguo, pero os puedo jurar que no es mayor que yo, vale, por poco ¡pero no!
Podría decirse que el secreto para madrugar y no morir es engañar al teléfono para que nos engañe y, a partir de ahí,acostarse tempranito para levantarse tempranito, pero soy una inepta: el miércoles volví a recaer en los malos vicios y si el jueves no me regalé mi siesta matinal fue porque me pudo la tentación de ir a una tienda y aprovechar que estamos en rebajas. No suelo hacer esas cosas, pero de cuando en cuando es legítimo.
¿Novedades laborales?
La primera es una sensible disminución en la afluencia de los niños. Tan sensible que una se vuelve a hacer extrañas cábalas sobre el riesgo de perder el puesto. Como recordaréis, debía haber un monitor por 25 o 30 niños (ni lo recuerdo bien, aunque lo puse con exactitud en una entrada anterior) y ya nos estamos moviendo por cifras ridículas otra vez. Además, hemos tenido dos bajas oficiales y, aunque no me han informado del motivo, de pronto veo a la madre de esos dos críos llevándolos al colegio cuando antes era el padre quien los traía al Aula Matinal porque ella trabajaba. La conclusión está clara: estamos en crisis y la gente pierde puestos de trabajo. Obviamente, eso incide sobre el número de niños que van al aula matinal y pone en peligro mi propio trabajo. Y así nos pasa a todos, que nos estamos desmoronando.
La segunda, parece que lo de mi empresa han decidido mandarnos una hoja para que firmemos nuestra asistencia, ya que se ha comprobado que es inútil fichar la asistencia con el teléfono móvil que nos dieron. La cosa es que es igual de estúpido dar toques que imprimir la hoja de firmas y firmar según nos dé la gana. Cada día tengo más claro que la idea no es controlar nuestra formalidad – por más que nos amenacen constantemente con la inminencia de unas inspecciones que no se dan – sino contar con «pruebas» que, a nivel burocrático, les dejen a ellos en buen lugar.
La tercera, parece que mi compañera no se ha tomado tan en serio la Operación Dublín como yo. Ella dice que sigue adelante y todo eso, pero cuando le pregunto por el tema pelas me contesta que aún no ha ahorrado nada. Y, claro, aunque yo no soy quien para meterme en cómo lleva cada cual su vida privada, la veo entrar, salir, irse de marcha por ahí (y hacer de paganini con las amigas) además del dinero que se le va en su empeño por asistir semanalmente a sus clases de baile.
Como no le meta el turbo, no va a ser capaz de tener en el tiempo establecido la cantidad necesaria para coger los servicios de la agencia y, o bien se busca una familia de por libre, o la puede pillar un tren.
La historia es que ella misma me comentó que estuvo viendo el coste de los vuelos en verano y parece que no bajan de los 200 euros. Cada vez gana más fuerza la posibilidad de irse en septiembre -vuelos más baratos, familias que piden ayuda durante el curso escolar, que es lo lógico, y aupairs adolescentes que, también por el curso escolar, vuelven a España y dejan de ser competencia para mí-. Obvio que si me voy para septiembre no será para menos de nueve meses. Total ¿acaso iba a encontrar un trabajo mejor en España en ese tiempo? Citando a mi compi, que tuvo su gracia: «ya que haga lo que haga me van a explotar, que me exploten en inglés».
La cuarta noticia es que, siendo invierno, parece primavera. De pronto, según informa radiopatio, parece que nuestro niño rubito borde está completamente pillado por nuestra niña cafre y que algo similar pasa entre los dos alumnos que tenemos de quinto,que en cuanto llega cierta muchacha, cierto muchacho lo deja todo y le va detrás. Y las seños, cómo no, chismorreando sobre el anteproyecto de vida sentimental de los chavales al más puro estilo «Sálvame Deluxe». ¡Pa lo que hemos quedao!
A modo de cierre… ¿Recordáis a las dos hermanas tímidas? Días atrás descubrí que no era mala idea colocar a la niña pesada (hay una niña de la que todos se cansan porque es muy pesada, ya os hablaré más de ella) a jugar al parchís y a la oca con la hermana mayor de las «Mudas Sisters». Total, la otra se pasa la vida contemplando en silencio a las demás, esperando a que la inviten a jugar, y, en fin, parece que encontré a la pareja perfecta para que se compensaran mutuamente las deficiencias. En el futuro, repetiré esta combinación, aunque la niña pesada es varios años menor que la otra.
Por cierto, aunque queda feo contarlo, también entendí esta semana por qué esta chica no es aceptada por los demás. Y no es sólo por su mutismo, es por su mala uva, aunque creo que no es consciente de ella. Ayer pude presenciar cómo dos niñas intentaron invitarla a estudiar la lección con ellas, ya que tenían examen, y la otra les contestó en tono borde que a ella no le daba la gana estudiar porque había estudiado en su casa. Entonces, esas niñas vinieron a mí quejándose de que «la muda» es una estúpida, la otra se me echó a llorar y yo me las vi y me las deseé intentando explicar a todas las partes que las relaciones humanas son difíciles, que en ocasiones se producen malentendidos y que aquel era uno.
Es interesante tener en cuenta esto para analizar lo que he visto hoy. Estaban las dos hermanas mudas dándose la mano en el patio, sin relacionarse con nadie más, y de pronto la pequeñita, la que suelo dejar yo en su aula, empieza a dar tirones de la hermana porque quiere irse a jugar con la gente y la hermana mayor no la deja. Según mi compi, esto quizá se deba a que la hermana mayor ha recibido órdenes de los padres de «cuidar a la pequeña». Según yo, la hermana mayor utiliza a la pequeña de escudo porque si la pequeña se va a jugar, ella se queda sola.
Yo, dándome cuenta, llevé a la pequeña a jugar con las otras niñas y dejé que la mayor resolviera sus propios problemas sin usar a la hermana como escudo. Efectivamente, cuando se vio sola, intentó aproximarse de nuevo – aunque sin demasiado éxito- a los niños de su edad.
Igual está necesitando un taller de «habilidades sociales» como el comer.
En fin, cierro el chiringuito, que este fin de semana me fugo. El lunes regreso con mis chismes, que tengo ganas de contaros una anécdota muy particular y significativa. Ya sabéis que me gustan las sorpresas.
¡Nos leemos!
Uuuhhhh, lo del teléfono que saltó al pasado es casi surrealista. ¿No será un teléfono cuántico, o una especie de Delorean de las comunicaciones?
¡Espera, le busco el condensador de fluzo y te lo cuento :D!
Vaya, quien te iba a decir a tí, que ibas a inventar la máquina del tiempo y viajar a los 80. Lo malo es que no te diste cuenta de que ibas con las hombreras puestas y te fuiste para el cole de esa guisa, je,je. Lo de Dublín a mí me parece genial, ójala yo hubiese podido hacerlo en su día. Mi inglés sería ahora menos macarrónico y podría cantar las canciones sin balbucear para disimular. En fin, que muy bueno tu post, como siempre¡¡
Jajjaja… ¡gracias Rober! aunque en realidad me presenté en el cole con una de las cosillas que me compré en rebajas.
Seguiremos informando de los avatares relacionados con la Operación Dublín 🙂 y de todas las anécdotas surrealistas que se crucen por mi camino, que no son pocas.
¡Nos leemos!
Juer, imagina que el telefono va y te quita 30 anyos( aqui no hay enyes donde escribo jejej) que pasada. Suerte con el viaje y kla operacion Dablin 😉 disfruta mientras.
Un saludo 🙂
28-30= -2 años. ¡Sí que era joven yo en 1980!
PD: Si quieres, en el futuro te puedo ir colocando las eñes, puedo editar mensajes 😉
Ok, como veas, en el portatil si las tengo, ahora estoy de break en el trabajo…jijiji 😉
Pues de cara a futuro no hay problema en ponerte las eñes 😉 ¡a mandar!
Silvi la crisis se nota, a ver si escampa y al menos salvas el puesto de trabajo, lo de fichar como no os pongan la maquina en el aula lo veo inutil, ademas me suena a lo que comentas, por otro lado se te ve bien con maña cada vez más con los conflictos infantiles, por cierto disfruta de tu escapada.
A ver si escampa o, al menos, a ver si nos dejan estar. Otra cosa sea ver a cuánta gente llaman para trabajar de monitor el curso que viene.
Y sí, nos vamos dando mañana, la experiencia es un grado 🙂
¡Y gracias! 🙂
Jajajaja madre mía, hasta tu mvl tiene factor Silvia.
Gestionaste muy bien lo de las hermanas mudas, antes o después, la mayor, tendrá que resolver sola su dificultad social.
Y si,necesita algún taller de habilidades sociales,puede ser divertido para impartir en el aula matinal.
¡Besitos! Disfruta el finde, que lo tienes bien merecido!:D
Lo bueno fue que me di cuenta. Imagino que esos episodios llevan dándose desde hace tiempo y es ahora la primera vez que lo he visto, por eso pude intervenir. Como he comentado alguna vez, estas son cosas que detecto trabajando con los chiquillos sólo hora y media al día. ¿Qué no vería si trabajara mañanas completas? Aunque, quien sabe, quizá me encontraría tan absorta en seguir el currículo académico que se me pasarían por alto estas cosas, mientras que, en este trabajo, son justo las relaciones entre los niños las que acaparan mi atención.
Para que luego digan que la docencia no es complicada.
¡Un besote, guapa!
Tu móvil es tela de divertido, va contigo totalmente, ni se te ocurra cambiarlo alma de cántaro mía!!, y a ver que hacemos por las andalucías esas que no me entere yo que hay que invocar al Krahe, ehhh? jajajaajaj….Muacksss besotes mi Perla de Oriente!!
Descuida, que no hay por qué invocar a Krahe.
PD. Qué cabrona eres XD
El factor Silvia te acompaña allá donde vayas, si en Almería colapsas…que Dublín se prepare porque allá vas tú, huracán. Tú haz lo que tengas que hacer, que tu amiga se busque la vida después si quiere viajar a algún sitio. Me ha gustado tu entrada, aunque ya sabía lo de tu incidente telefónico con madrugón, je je. Bueno, cuando vuelvas de los 80 acuérdate de traerme algo bonito.
¿Unos pantalones de pitillo? jajajaaj
Un besote 😀 ¡A ver cuándo quedamos!
Esta muy bien el blog, no lo conocía hasta ahora, me pasaré más a menudo a leerlo. Aprovecho para felicitarte el 2012, un saludo!!
¡Muchas gracias, ahora iré también a ver el tuyo, nos vemos!