Ayer me pasaron el enlace a un artículo de «El Mundo» titulado Ni-nis por obligación. El artículo muestra los retratos de dos jóvenes – Éric Lluent y Santi Pérez- que han decidido «salir del armario de la pobreza» y sacar a otras personas de ese armario a través de un blog: Els nous pobres/Los nuevos pobres.
Ya sabéis que es una temática que me interesa (la sufro en mis propias carnes, como estáis hartos de leer) y más cuando hace algunos días leí que la tasa de paro juvenil supera el 52%, de tal manera que hay más jóvenes sin trabajo que con trabajo.
Con unos números tan clamorosos, el mensaje de desprecio social que nos llega, ese que insiste en que no fuimos lo suficientemente competitivos, que somos unos fracasados, que lo que queremos es vivir de juerga en juerga amparados por la «comodidad» del hogar…. es un mensaje falso; sólo destinado a intentar hacernos sentir culpables, a minar nuestra autoestima, por evitar quizá que nos rebelemos.
Me recuerda esto a uno de esos grandes eslóganes del 15-M- «Nosotros no somos antisistema, el sistema es antinosotros»– que aunque muchos coreamos, en el fondo actuamos como si no nos lo creyéramos del todo. Si algo me sorprende profundamente es que no haya muchas más revueltas sociales de las que hay con la situación tan sangrante que tenemos entre el elevado desempleo y los salvajes recortes en derechos básicos que han propiciado los dos últimos gobiernos – sí,sí, he escrito DOS y no es una errata-.
No sé si mandaré o no mi testimonio a esta gente. Las historias que exponen son desgarradoras y no creáis que siempre se corresponden al mismo perfil de joven que intenta engancharse al mercado laboral y no puede. Se habla de gente de diferentes perfiles académicos y profesionales y de distintas circunstancias personales, edades e incluso orígenes; una cosa que me parece genial para tirarle un mito a cierto sector de la población afincado en la idea de que los nuevos pobres somos unos críos muy exquisitos buscando empleo, no nos hemos movido lo suficiente y nos gusta demasiado quejarnos.
¡Demasiado hemos tardado en quejarnos y demasiado civilizados estamos siendo! Aunque claro, ahora que oficialmente he perdido mi anonimato (véanse las dos entradas anteriores) debería moderarme mucho más en lo que escribo, ya que parece que las personas que alentemos a través de Internet a cualquier forma de rebelión, podemos exponernos a la perspectiva de varios años de cárcel por la aplicación de la ley antiterrorista. ¿Increíble, no? Visitad ESTE ENLACE, en el que se explica esto con más detalle.
Por mi parte, seguiré leyendo el blog «Els nous pobres» y es muy probable que les mande mi caso, más allá de que pedirme que restrinja mi expresividad a una extensión de entre 1000 y 1500 caracteres quizá sea demasiado pedir. También me gustaría aprovechar la ocasión para pedirles que, además de ejercer una labor divulgativa, utilizaran el tirón mediático de alguna manera. De un modo similar (a través de Internet) surgió el movimiento 15-M que considero que se malogró porque movilizó a una cantidad de gente mucho mayor de la que se podía prever y luego, sencillamente, no supieron qué hacer con todo ese potencial.
¿Sugerencias para utilizar el tirón mediático? Pues… creo que es un gran momento para evaluar nuestras capacidades, tan denostadas ante lo demás, pero no por ello inexistentes. Es cierto que toca seguir protestando, haciéndonos oír, mas nos corresponde dar un paso más allá y que podemos tirar adelante incluso sin el apoyo del gobierno. Es hora de crear auténticas redes solidarias entre nosotros. Hace un tiempo vi en «Informe Semanal» un reportaje sobre Bancos de tiempo y Comunidades Autogestionadas. El primer concepto responde al ideal de poder hacer frente a la crisis aún sin tener dinero. Esto no es posible al 100%, pero si un banco de tiempo goza de éxito, muchos apaños sí que podría hacer… y, para los temas en los que el dinero sea imprescindible, la ayuda de una comunidad autogestionada bien establecida podría servir para liberar a las personas de la tiranía de los bancos.
Y seguro que se pueden inventar muchas más cosas en esta línea. Mandar nuestros sentimientos egoístas al cuerno y salir adelante como sociedad ayudándonos unos a otros, sin la mediación de instituciones u ONGs, no deja de ser un modo de propinar una patada en el culo al capitalismo… y si fuéramos capaces de quitar, de verdad, este gobierno que tenemos, este sistema electoral injusto, este bipartidismo, esta constitución que necesita una reconstrucción profunda… ¡ya ni os cuento!
¡A luchar! 😉
Admiro tu fuerta, luchas en esta vida por todo, ojala fuera yo asi.. Un beso bella muackkkk
No te creas que es tan fiero el león como lo pintan 😉 pero gracias! Besotee!
Tienes mucha razón, además en tiempos de crisis se agudizan mucha las ideas.
Es un buen camino.
A ver si la gente se anima a moverse en esa dirección, porque si no… nos limitaremos a ser títeres 🙂
Es necesario y hasta imprescindible ACTUAR cuando se percibe -y dolorosamente- que se nos miente desde arriba. Ese quedarse quietos, callar y agachar la cabeza es algo que también he visto en mi país: no se reacciona frente a la corrupción, la descomposición institucional y otros males, con la fuerza y la convicción que intimamente se tiene, pero… ahi queda todo: en ignotas zonas interiores, aun sabiendo que no hacemos nada bien. En fin, que hay que expresarse, gritar lo que gritar se debe y también escuchar, ya sea para replicar o para reflexionar en su caso. Un abrazo, chiquita.
Otro abrazo, Rafaela. El caso es que yo noto a la gente muy revuelta y lo del 15-M significó algo,pero ahora encima tenemos la dificultad de que ese movimiento no fue bien dirigido y ahora la gente es todavía más escéptica… ¡pero hay que moverse!y sobre todo, buscar fórmulas para no depender de la buena voluntad del gobierno, porque está más que demostrado que el gobierno no tiene buena voluntad 🙂
Me encanta tu entrada, y el pensamiento tan igual al mio, yo ya no soy de la generación nini, pero soy de la generación cercana a los 40 donde ya eres un vejestorio y no vales para trabajar. Y claro que hay que gritar, decir BASTA y jamás, jamás, agachar la cabeza, son ellos los que nos han metido donde estamos y sin embargo son ellos los que siguen viviendo bien y a los que los recortes no les hacen mella. Sus hijos trabajarán en empresas de amiguetes o les montarán un negocio para que puedan decir que hacen algo mientras que a nosotros nos ahogarán a recortes. Un besazo guapa
¡Hola, Susana! Haces referencia a dos cosas muy importantes:
1. Aunque la crisis nos machaque especialmente a nosotros (la generación nini) no somos, ni de lejos, el único colectivo afectado y resulta que cuando el desempleo incide sobre gente de tu generación, los problemas también son terribles, porque la gente de tu generación normalmente tiene deudas que pagar, hijos que mantener y en muchos casos se ven forzados a depender de sus padres (nuestros abuelos) que con sus pobres pensiones deben de tirar de familias completas. En el blog al que hago referencia no sólo se ve gente de la generación «nini» (al fin y al cabo, amparados en muchos casos por nuestros padres) sino de todas las edades… ¿y sabes? hace días un hombre conocido de mi padre (cuarentón-cincuentón) se suicidó por no encontrar trabajo.
2. No sólo lo dice la sabiduría popular, parece que las estadísticas lo avalan: mientras la población está cada vez más empobrecida y la clase media desaparece, los ricos cada vez son más ricos… ¿por qué será?
¡Un besote!
Unirse para protestar está bien pero, yo personalmente, pienso que sería mejor unirse para trabajar, juntarse para crear empresas, empleo y riqueza… dejar de gastar fuerzas en buscar el trabajo que no hay y emplearlas en crearlo. Las circunstancias no van a cambiar solas… Saludos!
¡Hola, Euler! ¡Qué alegría leerte por aquí!
En lo que comentas tienes razón, el concepto de «red solidaria entre nosotros» podría abarcar eso también, medios de ayudarnos unos a otros a crear empleo. De hecho, tengo entendido que los inmigrantes, a destacar los chinos, muchas veces han tirado de apoyarse económicamente entre ellos para no endeudarse con un banco (suponiendo que puedan hacerlo, hay veces que el banco dice «no» de entrad) y, de ese modo, les ha sido posible sacar sus negocios adelante. Si uno de cada tres parados creara una empresa y contratara a los otros dos, se solucionaría el paro en España,aunque… hay que decir que el 85%-90% de las empresas recién creadas mueren durante los cinco primeros años, que es el otro gran tema, no todas las ideas son buenas, no todo el mundo es capaz de crear de entrada una empresa que funcione, pero… no hay muchos más modos de salir adelante. Pero te diré algo que te va a gustar: tengo un amigo en Murcia que ya se está movilizando para crear su propia academia. Hace unos días pidió una cita para que le asesoraran de cara a montarla los del servicio de orientación de su universidad. Se encontró con una singular sorpresa: hay tanta gente requiriendo ese tipo de asesoramiento que la lista de espera para ser atendido es de UN MES. Así que… de verdad que hay gente que lo intenta, pese a que vivimos en uno de los países que, por burocracia y otras cuestiones, más obstaculizamos la creación de empresas.
¡Un saludo!
Pues te felicito, es una gran entrada, luchadora y llena de energía.
En mi país, también todos quisiéramos cambiar y mejorar la constitución y aplicar nuevas leyes y normas, porque las injusticias, también son tremendas, casos dignos de analizar, pero como bien dices, HAY QUE UNIRSE, POR NUESTROS DERECHOS Y JUSTICIA.
Un cálido abrazo.
¡Muchas gracias por los ánimos, Nuri! Un abrazo 🙂
En cuanto a este tema yo como actor soy, creo, socialmente el Nini mas difundido. Es que siempre me preguntan y de que trabajas. Tanto es el olvido de los teatreros que ayer nos tuvimos que reuinir de varias provincias para buscar una ley que nos contemple. Solo eso, sigo en lucha y trabajando de todo menos de actor.
Pero en tu caso, no es que no trabajes, es que ni siquiera reconocen tu existencia!! Te deseo mucha suerte 🙂 y mucho trabajo (bien reconocido y remunerado) que es de las mejores cosas que se pueden desear en estos tiempos. ¡Un abrazo!
Gracias, siempre tan positiva. Solo leyéndote aunque despotriques en tus entradas me das animo.
¡Me alegra eso! 🙂
silvi, como se nota que vivimos tiempos convulsos ante la más que temprana extincion del estado de bienestar,mucho debemos de luchar día a día si queremos salir de esto, ya no se si de manera comunitaria o simplemente peleando juntos, esto tiene que llegar a un arreglo sea como sea.
Y ese arreglo tiene que salir de nosotros mismos, porque como nos confiemos a lo que vaya a hacer el gobierno… [inserta la barbaridad que más te apetezca] 😉
Yo soy de la generación perdida, teníamos que ayudar a nuestros padres y ahora a nuestros hijos. En los años 80 aún pedíamos y nos manifestábamos. Sinceramente me siento frustrada, engañada. Que poco tiempo hemos disfrutado de lo que creíamos que ya todo iba rodando, ahora nos dicen que nos hemos pasado de tener lujos y hay que apretarse el cinturón ¿Lujos? El papel de mi marido: Lleva mi marido toda la vida trabajando, primero para hacerle una casa en condiciones a su madre y abuelos porque ellos no pudieron, luego la nuestra para casarnos, se compró su coche y muchos años después me compró uno chiquitino para mí ¿Esto es un lujo?
Mi papel: No trabajé desde que nacieron mis hijas para poder atenderlas que ya que son mellizas no quería darle tanto trabajo a mis padres y suegra. Cuando estaban «criadas» busqué trabajo, lo encontré y me despiden casi 2 años después entre contratos y tal porque si no me tenían que hacer fija y me dijeron que comenzaba la actual crisis. Ahora ya con la edad que tengo no puedo ni aspirar a encontrar trabajo a no ser en el sector limpieza, pero es que no tengo ni esperanzas de que encuentren algo bueno mis hijas. Todo esta situación, según ellos la hemos provocado nosotros con tanto derroche. ¿Derroche es lo nuestro?¿Y nos lo creemos?¿Y lo suyo que es?
Un beso enorme Silvia!
Sí, esa cantinela de que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades da asco. Los que ahora están ganando dinero en lugar de empobrecerse son los que han vivido por encima de sus posibilidades. Luego está el despilfarro de los bancos, dando crédito sin pensar y a gente que creyó que podría responder y después no pudo responder; pero claro, es que todos fuimos convencidos de que había seguridad y espoleados para hacernos consumir, sobre todo en una economía que está basada en el CONSUMO
Me gustaría intentar animarte, aunque no veo cómo. Es verdad que muchas veces la salida pasa por intentar ganar dinero, irse (que no es posible para todos) o montar algo (que es muy difícil si no tienes dinero). Con lo bien que se te da el tema culinario, yo que tú me encaminaría por ahí (ya, sé que es fácil decirlo desde fuera).
En cuanto a tus niñas, si me permites un consejo, ya sabes… ¡idiomas, idiomas en vena! Inglés es básico, japonés o chino serán cruciales en el futuro y el tercero… pues ya depende de cómo se encaminen. Si optan a ser funcionarias, suponiendo que eso siga existiendo, no es mala idea invertir en una lengua autonómica (véase el catalán), si se orientan al mundo de las ONGs recomiendo el francés, si la idea es irse por Europa, aconsejo el alemán… saber idiomas es MUCHO más importante que tener una carrera. Es más, el otro consejo es que comiencen con ciclos formativos, oficios, y ya de ahí salten a la Universidad (que cada vez será más cara, así que mejor que les coja trabajando si quieren hacer carrera).
Como ves, consejos vendo, pero para mí no tengo.
¡Un beso, guapa!