Si en mi anterior entrada os contaba que la nota protagonista eran los accidentes era porque no sabía cómo iban a venir de cojonuditos los accidentes que me esperaban a continuación. El principal y más traumático es que el jueves me quedé dormida. Y diréis ¿no te pasó eso el martes? Sí, claro, por eso no esperaba que una cosa que no me había pasado jamás tuviera la indecencia de repetirse el jueves, sobre todo teniendo en cuenta que había puesto una medida para evitar que se repitiera: como mi hermano también debe madrugar para ir al instituto, le animé a no dejarse caer sobre mí y a que pusiera el despertador de su propio móvil, bien nuevecito y bien escandaloso, no como el mío, que es un fósil viviente de cinco años.
Así fue como me desperté el miércoles y no hubo problema alguno. El problema vino el jueves, que los electroduendes, esos seres que me joden periódicamente los aparatos eléctricos en el momento en el que más falta me hacen, hicieron que fallaran simultáneamente ambos despertadores y no sonaran ninguna de las dos alarmas.
Encima se dio la circunstancia de que yo no recordaba haber dejado mi móvil sin sonido, así que mi compañera me llamó doce veces y yo, sin embargo, seguí felizmente en los brazos de Morfeo hasta las 11 de la mañana. Cuando me desperté, vi qué hora era y vi las perdidas entré en algo que perfectamente se podría definir como «ataque de histeria». No sabía cómo disculparme, si hacer trabajos forzados para mi compi durante ocho años o si optar por fustigarme.
No hacía falta tanta preocupación, ya me fustiga ella de oficio, pero ahora os lo explico.
Aquella mañana decidí que aquel accidente no podía repetirse más y parecía empíricamente comprobado que dos alarmas resultaban insuficientes. Por eso, rozando los límites de la locura, me compré dos despertadores y le robé el móvil-despertador a mi madre para tener un total de cinco aparatos bramando antes del cantar del gallo y, no contenta con esto, le pedí a una amiga que me llamara a las siete para asegurarme de despertar.
No contenta con esto, tomé otra gran decisión: quiero cambiar de teléfono. Suelo presumir, aunque con la boca chica, de que tengo un teléfono vintage, de cinco años de antigüedad, que apenas tiene Internet y que no gasta guasa de esa, pero el hecho de que se ponga a dar fallos es la excusa perfecta para conseguirme un móvil nuevo, de esos que no da vergüenza sacar en los bares, con guasa y con todos los perejiles para no ser la amiga cara del grupo.
Sacando pecho,me encaminé a la tienda de Yoigo, creyendo que con mi contrato y con mis ahorros, considerando además que hace años que estoy con esta compañía y que, aunque estoy en prepago, jamás he tenido ni media deuda con ellos, no habría gran problema en que me vendieran un móvil de estos, pero entonces me encontré con una sorpresa: da igual que tengas nómina y ahorros, da igual que no salgas en el ASNEF (al que yo de niña llamaba «arnés» porque en Andalucía se pronuncia así) porque exigen que tengas pagos domiciliados en tu nómina. Y claro, como yo vivo con mis padres, no tengo ningún pago domiciliado, así que…mi gozo en un pozo hondo.
Todas las demás compañías tenían los terminales más caros, peores ofertas. Los felices tiempos en los que se regalaban teléfonos nuevos como si fueran churros se han terminado, además, oficialmente hoy, que era el día límite de Orange para regalar teléfonos. Esta compañía no me pedía pagos domiciliados; «sólo» exigía comprobar los movimientos de mi cuenta en los últimos tres años. Yo cotizo desde septiembre del año pasado, antes, aunque he tenido movimientos en mi cuenta, se trataba únicamente del dinero negro ganado en mis clases particulares, así que… ¡eso me descarta automáticamente!
Pasé también por Movistar y Vodafone. Los precios tan altos que no merecía la pena preguntar más; seguro que, visto lo visto, también me hubieran puesto «peros». Además, la dependienta de Movistar parecía aburrida y la de Vodafone borracha, así que mal que me pesara, seguía inclinándome más por la oferta de Yoigo.
Probablemente no acabe esta semana sin móvil nuevo. Seguiré el consejo de la chica de Yoigo, hacer la compra con la cuenta de mi madre, en la que figuro, y a los dos meses, cambiar el contrato de cuenta, que una vez comprado por lo visto no da tantos problemas.
Hay un amigo a quien le pasó algo parecido y (no es promoción, es que he descubierto que para quienes están como yo comprar un móvil es un problema) y lo resolvió acudiendo a Phone House. Ahí queda eso.
Por desgracia, no me he comprado aún el móvil nuevo. Como sabéis, ya el viernes me fui de viaje a Granada a ver a mis ex compis de resi, que están igual que estaban y son igual que eran. También aproveché la situación para saludar a Pablo Kagu (¡Hola, Pablo!) y, como tengo ese sentido de la oportunidad y el Factor Silvia seguía en su apogeo, se me manifestó un virus que debí pillar entre el jueves (mi alumna de técnicas de estudio estaba mala) y el viernes (ese día vomitaron dos de mis alumnos). Eso implicó estar pintona el viernes, cagándome con disimulo el sábado, el domingo y el lunes (en tres días debí ir al baño cerca de 20 veces, verdad verdadera) y con mocos, dolor de cabeza, garganta, mareo y fiebre el lunes y el martes, aunque juraría que el sábado también debí tener algo de fiebre. Vamos, lo pasé genial, pero acabé hecha un cromo.
Y de hecho, ahí sigo, con mi tos perruna.
Mientras tanto, debido a mi crimen de haberme quedado dormida dos veces en la semana, me encontré con que mi compañera se la cobró no asistiendo el viernes (lo mismo que hizo el miércoles cuando me dormí el martes), lo que no le ha impedido subirse de pronto en el pedestal de la superioridad moral. Todas las veces que hemos hablado desde entonces ha hecho referencia a lo mal que lo pasó cuando falté, todas las mañanas me llama a las 6.50 (sí, la cabrona no espera siquiera a que sean las 7) para asegurarse de que me despierto y, por supuesto, ha parecido olvidar cuántas veces le he salvado el culo cuando ha llegado tarde, o se ha ido antes, o se le ha jodido el coche, o ha tenido problemas… porque de pronto es como si eso nunca hubiera ocurrido, es más, es como si yo me hubiera pasado estos nueve meses durmiéndome a diario. Recordad el dicho: «Por una vez que maté a un gato me llamaron matagatos».
No obstante, como ya le comentó a su jefa (fijaos si ha tardado) que tiene un trabajo del que tiene que salir antes de llegar a la guardería, me he encontrado con que, de pronto, dispone de permiso para llegar a la hora justa cuando antes existía la necesidad imperiosa e ineludible de irse del aula matinal media hora antes del timbre ¿lo recordáis? «No te preocupes, Silvia» me dijo en un correo «que ya no hay necesidad de que yo me vaya antes, así que podemos ambas llegar a las 7.30 y marcharnos a las 9».
Mi conclusión es que vale, fui humana, fallé dos veces… pero me temo que hay una que igual tiró un poquito de cuento para tener media horita de descanso antes de llegar a su otro empleo. ¿É o no é?
Así que toca seguir aprendiendo cómo madrugar y no morir después de todo, porque aunque una llegó a la conclusión de que todo es acostumbrarse, parece que nunca acabaré de acostumbrarme.
Extras:
- Las guarras del comedor han vuelto a cagarla: ¡nos han robado las bolsas de basura! Pero hoy nos dimos cuenta tarde, ni tiempo nos dio a dejarles su merecido «post-it-mail». A ver qué pasa.
- Lo más importante: Mi madre ayer cumplió 56 años y hoy ha recibido su segunda sesión de quimioterapia. Aunque ya esta noche ha comenzado con los correspondientes efectos secundarios (náuseas) juro que está mucho mejor de lo que estaba en febrero.
Qué decirte Silvi, que uno se puede quedar dormido. A mi también me ha pasado alguna vez que otra y te da una especie de ataque al corazón cuando despiertas de un respingo y ves la hora. Por suerte tuve compañeros comprensibles y arreglamos las cosas entre nosotros. Un día se va el otro antes y yo llego más temprano y cosas por el estilo. El compañerismo es algo fundamental, pero una pena que no exista en algunos lugares, pues ya nos putean bastante los de arriba como para jodernos entre nosotros sin que nos de gustito. El tema del móvil es algo que me trae de cabeza, también tengo anécdotas para aburrir con esa compañía que empieza por M y luego se Star en la Shit. Me tuvieron más de dos años dando por saco, que les den. Felicita a tu madre de mi parte anda que no dices nada. Me alegro de que esté mejor y a ver cuando nos tomamos ese cafelillo. Por cierto, quiero conocer a tu gatito lindo in person. Tu compi es un poco trepa y petarda. Las limpiadoras son unas zorras de cuidado, pues nada ¡ESTO ES LA GUERRA!
Pues ya ves, hay quien toma el lado agradable del compañerismo y luego, cuando tú fallas, pues se le agota. Fíjate que entiendo que se agobiara, por aquello de su prisa para entrar a su siguiente empleo, pero tenía que pensar que eso podía ocurrir, porque hasta ahora, incluso cuando yo he estado mala, iba aunque fuera para cerrar y que ella saliera antes, pero el riesgo de que yo no pudiera ir en toda la mañana existía,soy persona.
¿Cae café este finde y te bajo al gatito? Al final resultó ser gatita 😀
Este sábado tengo comunión de mi sobrino Kisko y el domingo no se de que voy. Empiezo a currar el viernes de 12 a 20.
Pues ya me sigues contando 🙂 que habrá que ponerse de acuerdo!
Seguiremos informando la ruta de la grulla. Tenemos que hablar de la «cosa nostra».
Yo no tengo 5 despertadores sino lo que hago con un celudinosaurio que tengo es ponerlo lejos y como ruge como todo un dinosaurio al caminar esos 2 metros eludiblemente me despierto. Y otra cosa si tu compañera te sale con esa actitud corre de ella lo mas lejos posible (no hay caso intentar cambiarles)
Si me tuve que poner borde con ella, porque el primer día tras la debacle (es decir, el lunes) no contenta con llamarme a las 6.50 (conste que le devolví el toque en señal de «me he enterado, guapa») me volvió a llamar de golpe a las 7.05 y, claro, por las mañanas una desayuna, se asea, se viste… no vive pegada al móvil y, qué quieres que te diga, en mi casa hay una persona enferma que no tiene por qué despertarse a las siete de la mañana. Al menos esa se la envainó, porque si no me la imagino llamándome cada cinco minutos para asegurarse.
¡Menos mal que el curso se termina el 21 de junio!
PD: Me agencio el término «celudinosaurio» xD
vaya tela sivia necesitas comprarte un galllo mejor que un despertador jijijiji, me alegro de la mejoria de tu madre, mucho animo.
¡Quita, que si me compro un gallo seguro que me sale afónico! 😀
¡Besotes para ti y para Estefi!
jo que envidia me dais que vais a quedar a tomar un café. Me alegro. Bueno, yo soy super puntual, pero está claro que si tienes que llegar tarde, llegas tarde, me pongo 3 alarmas que se repiten cada 5 min. y aún así, alguna vez mi móvil ha pasado de mi y no ha sonado, con los despertadores normales o me quedaba sin pilas o se me iba la luz a mitad de la noche y está claro lo que ocurría zzzzzzzzzz. Los móviles, hombre, yo con orange me lo cambié hace 1 mes sin problema, pero también te digo que hay veces que es la tienda, hay algunas donde entras y ya tienes que ir pidiendo perdón por entrar y pedir 1 móvil nuevo, aparte de que yo tenía uno de última generación y sin darme cuenta, lo tiré con la caja del árbol de navidad…sin comentarios… digo lo mismo que sickofhell, es la guerra, con las del comedor a mí en 1 sitio 1 vez me quitaron un champú y por la tarde, lo llené de ariel, tierra y mimosin, lo dejé en el baño para que la persona que me había quitado lo mio, se lavara el pelo a mi salud otra vez pero con ingredientes especiales jjjjjj. lo usó jjjjj. si, soy muy buena, pero también muy mala. Y lo de tu madre, jo, cómo me alegro de verdad, hombre, los síntomas son muy duros, pero ya verás cómo sale adelante, dala un besazo muy gordo aunque no me conozca, y otro a tí por tu fortaleza ante esta situación.
Jajajja, tía, me meo con lo del champú ¡¡me ha encantado!! ¿Pero fue en una bronca de curro o cómo es eso?
En cuanto a lo de quedar, sickofhell vive en mi ciudad y somos amigos desde hace «una pechá» de años 😀 pero también he quedado con amigos del blog a los que antes no había visto en persona. Si alguna vez pasáis por Almería, y lo digo de corazón, avisadme, que una cervecita cae, porque a base de ir leyendo a la gente se la acaba conociendo un poco 😉
¡Un besote, gamberra!
¿Alguien me llamó?
Hola bellísima!!! Jo ya te vale con dormirte… No trasnoches tanto… Lo del cambio del tlf totalmente de acuerdo, te recomiendo iPhone 4s consulta con Orange o Movistar que llorando fuerte lo puedes sacar por la cara… Jo pues he seguido leyendo y vaya mierda lo del móvil, no se las fís. Compañías están continuamente tocando las narices para captar clientes y hacen buenas ofertas por lo menos aquí… Lo de tu compañera … Que asco la gente cada vez es mas egoísta… No menciones la palabra mata gatos que sabes que tengo uno bien bonito… Oye ayer cuando el 8 de mayo el cumple de tu mama? Igual que el mío???? Felicidades!!! De mi parte xdxdx dala muchos besos mucha fuerza… Y para ti un OLEEEE muy fuerte por buena hija, buena escritora , buena cagona, buena jefa de grupo, y buena muy buena compañera… Muackkkkk te adoro!!!!
La verdad es que trasnocho demasiado, aunque intento controlarlo, pero es una tendencia natural tremenda (desde muy chiquitita) y hasta te diría que heredada, porque mi padre es igual, aunque ya conoces el dicho «la cabra tira al monte». Eso sí, también te digo que es muy raro que yo me quede dormida por la mañana. Cuando los electroduendes se ponen, es que se ponen.
¡Gracias por la lluvia de piropos! 🙂 aunque lo que mejor se me da es cagar y cagarla, ya lo has visto. Estos días llegué a creer que mi esencia iba a reducirse al contenido de una tarrina xD. Probablemente no habría llegado a tanto de haberme comenzado a medicar antes, pero actué siguiendo la idea de «si actúo como una persona sana, estaré sana», como en otras tantas ocasiones.
Gilipolleces que hace una.
¡Besotes, reina mora!
PD: Mi madre cumplió el 7. El post lo subí el 8 😉
Ok pues felicitala de mi parte igual… Muackkk a las dos!!!
Jajajaj me meo toa… Pa lo del movil habla con lorelai… Y lo de tu compi posss es k se ve k no conoce el dixo de » hoy por mi mñn x ti» jijiji por flor te habrás ido jiñando x to los laos pero seguro k te lo has pasao pipa!!! Y eso ea lo k cuenta.
El domingo cafelico??? Digo yo k lorena ya estará por estos barrios, no??? Bss wapa.
Tendré que hablar con ella, pero ella es chica Movistar y ya sabes que dijo que ya no arreglaban teléfonos 🙂
Ya te contaré el domingo. ¡Por supuesto, cafelico!
Muakisss
Yo también he vivido la odisea de los móviles esta semana. A mi novio Orange no le hace contrato por… Guiri! Es muy fuerte. Al final lo haremos con Movistar que parece un poco mas seria, pero es indignante y pienso menos mal que es comunitario que llega a ser moro o sudamericano y a lo mejor le echan de la tienda a patadas! Yo alucino como se pasan lo de la prohibición de discriminación por el arco del triunfo. Vergüencita de país.
Pues esta no la sabía, pero no me sorprende. Hacen lo que les sale de las gónadas.
Un besote