Entrada especialmente dedicada a Luismi, mi compi de piso, por su interés especial en su contenido.
Al segundo día de mi viaje tocaba ver Eurodisney, pero explicarlo de este modo supone obviar las dimensiones de este parque temático. Verlo en condiciones supone estar ahí a tiempo completo durante cuatro días y, honestamente, aunque fuera el sueño de mi infancia, a mi versión adulta, si le toca elegir, se queda con la parte de turismo parisino, lo que no quita que me resultara imposible ir a París sin conocer Eurodisney.
Me acompañaron Miguel y Vanessa, una de las chicas que conocí la primera noche en la fiesta. Para nuestro disgusto llovía, pero como comenté en la entrada anterior, parece que el clima de París es capaz de desafiar toda lógica, pasando del sol a la lluvia o viceversa varias veces en un día.
Yo, como sabéis o imagináis, entre mi falta de previsión y mis ya narrados problemas con el equipaje, no llevaba ni paraguas ni ropa de abrigo; iba con un look «verano 2012 almeriense» que tiraba de espalda que me hacía merecedora de aquel estribillo de «y si llueve, te mojas, como todos los demás».
Eso sí, Disney estaba preparado para todo. Si hay una palabra que lo resuma es «merchandising». ¡Cómo no van a vender paraguas y chubasqueros! Más tarde supe que el chubasquero andaba por nueve euros y el paraguas por doce. Lo supe por Vanessa, que llegó armada con su paraguas, después de que yo me hubiera pasado un rato haciendo referencia a Dorothy, la de «El Mago de Oz». Ella seguía el camino de las baldosas amarillas y yo seguía el camino de los guiris-con-chubasquero-casi-blanco-que-parecían-condones-ambulantes al son de «¡mira Miguel! ¡esta gente sale de alguna parte! ¡Busquemos el origen, la causa primera!». Menos mal que a mis amigos no les asustan estas cosas.
Pero a pesar de que yo aguantaba el agua a cuerpo gentil y ellos iban cubiertos, yo estaba entusiasmada y los turistas de otros países andaban con una cara de apio que no podían con ella, como expliqué en la anterior entrada.
Lo que ocurre con la lluvia es que es disuasoria si pretendes subirte en las atracciones, así que nuestra primera parada fue una especie de cabalgata de personajes de Disney al son de nuestro querido «Magic Everywhere«. Ya ahí pregunté si era posible ver a los personajes, porque había prometido a Luismi que me sacaría una foto con la Sirenita, su personaje Disney favorito. La respuesta fue divertida: aunque por las mañanas es posible sacarse fotos con los personajes en el área de «Disney Studios»,resulta que no hay manera de obtener una foto con Ariel, porque la Sirenita… no tiene piernas.
Esta anécdota dio lugar a muchos comentarios ya en Almería, a destacar que, ya que lo típico de este personaje es que aparezca sentada sobre una roca, que el puesto del personaje de Ariel sería ideal para una persona minusválida. ¿Por qué va a faltar una de las más famosas princesas Disney? Si no puede andar,que no ande, que le instalen ruedas a la roca y punto.
Ideas everywhere por si alguien que pueda hacer algo al respecto me lee.
Tras la cabalgata fuimos a ver un espectáculo muy circense basado en la película de Tarzán. Mezclando baile con disfraces y acrobacias, resumían varios momentos tomados de la película utilizando también su banda sonora. Me encantó y además el chico que interpretaba a Tarzán estaba para ponerle una bolsa en la cabeza y olvidarse de todo lo demás. Sólo me dio coraje que el espectáculo no consistiera en una minirrepresentación de la obra, ya que terminaba justo cuando el protagonista conoce a Jane. Se me hizo muy corto y me dejó esa sensación de haber visto algo incompleto.
Más tarde, de vuelta en la residencia, Pablo Miró – compañero de residencia de Miguel y excelente dibujante, cosa que podéis comprobar en la lista de mis blogs amigos- me comentaría que lo que distingue a un parque de atracciones de un parque temático es justamente que en el segundo se dan espectáculos. En la actualidad, debido a la crisis, Disney está ofreciendo menos de los que ofrecía años atrás y, claro, eso origina que ahora mismo Eurodisney tenga más de parque de atracciones que de parque temático.
Hasta el coño de la crisis ¿a que sí?
Después de ver a aquel Tarzán tan mono y a los monos de Tarzán tocó tomar una decisión de calado: ¿A qué atracciones deberíamos ir?
La gente normal – dícese de esa gente a la que le agrada que la zarandeen, pongan boca abajo o lancen al vacío en caída libre- habría optado por atracciones distintas a las que yo elegí, pero una es propietaria de un estómago bastante sensible y resulta que, aunque me moleste, he perdido cierto grado de temeridad que sí tenía en la adolescencia.
Yo, si no recuerdo mal, acabé disfrutando las siguientes atracciones:
- Piratas del Caribe: De esta Miguel me contó que, a diferencia de las restantes atracciones, esta precedió a la película que lleva su nombre y no al contrario. Se trata de una pequeña montaña rusa con agua en algunos tramos y que destaca, más que por la atracción en sí, por los decorados, tanto exteriores como interiores. Además, incluye un restaurante muy piratil en su interior.
- Peter Pan: Esta atracción se parece más a dar un paseo, porque no se parece en absoluto a una montaña rusa. Su gracia reside en que, de pronto, el carrito en el que te sientas deja de estar apoyado en el suelo y da toda la sensación de volar por los escenarios que aparecen en la película. ¡Precioso!
- La atracción hippie: La llamo así porque en realidad no sé cómo referirme a ella, ya que no se basa en ninguna película (que yo sepa). No tiene demasiada chicha; vas paseando en el carrito mientras a los lados ves a unos muñequitos vestidos con ropa regional que intenta representar a la totalidad de los países del mundo. Al final del recorrido hay un escenario muy mono en la que los muñequitos, en lugar de estar distribuidos por países, se encuentran bailando juntos en el mismo escenario, sin fronteras. Algo muy Disney.
- La atracción chunga: La llamo así en claro contraste con la anterior. Se trataba de una especie de casa del terror en la que un tramo se iba andando y el otro en un carrito. Venían a contar, eso sí, en francés y en inglés, la historia de una mujer que se iba a casar pero que se encuentra con la desaparición de su marido antes de la noche de bodas, por lo que ella le espera la vida. Me dio un poquito de yuyu (esa era la necesidad)y sin necesidad de agitarme, lanzarme al vacío o colocarme boca abajo.
También comimos en uno de los restaurantes. Es inevitable hacerlo cuando pasas el número suficiente de horas allí. Parecía un McDonald’s cualquiera, pero con temática Disney. Tuvimos la enorme suerte de que había una compatriota trabajando por ahí ese día y nos escaqueó comida que no entraba en el menú.
Un detalle que toca comentar es que allí no se puede saludar dando dos besos a nadie que tenga uniforme. De eso me di cuenta cando se me ocurrió saludar a un muchacho que me presentaron. Si les pillan, les tiran de las orejas. Supongo que pretenden evitar que la gente dé a sus conocidos un trato diferencial y lo que logran con tamaña estupidez es que se repriman las muestras afectivas… porque el trato diferencial a familiares, amigos y conocidos siempre se ha dado y siempre se dará. Cosas de gabachos.
Pero lo más bonito de la jornada vino al final. Cuando Eurodisney cierra sus puertas lo hace a lo grande. A ver, chicos y chicas Disney ¿recordáis ese castillo que aparece en los créditos de cualquier película de esta casa? Imaginad que lo tenéis a tamaño real, frente a vosotros, y que para vuestra sorpresa de pronto lo utilizan como una pantalla de proyección gigante.
A gente de otras generaciones le puede sorprender mucho lo que están a punto de leer, pero los que hemos crecido con estas películas incluso nos ponemos tiernos y lloramos un poquito.
No obstante, pese a que hice caso a Miguel, que me soltó un muy bonito «esto no se graba, guárdalo en tu corazón», resulta que mucha gente sí lo graba y no ha sido demasiado difícil encontrar lo que quiero compartir en youtube, así que con vosotros.. ¡la magia!
Qué bonito, Silvia. Me ha gustado mucho esta parte de tu viaje. Gracias por acordarte de mí y el detalle que te dije sobre Ariel. Es que es cierto, si el verdadero problema reside en que no tiene piernas, pues que se mueva en una silla de ruedas dirigida con su joystick. Que le pongan forma de caracola o yo que sé y aprovechen de darle el puesto a una discapacitada física. Harían doble combo…además, la excusa me parece pedante conociendo la película en cuestión:¿En ningún momento de la peli tiene piernas? Entonces me equivoqué de dibujos. Menudas tonterías hay que escuchar. Me pongo la peluca roja y me ando toda Disney en favor de esta princesa cantando la canción principal en alemán si hace falta. Qué envidia, como me gustaría haber estado allí contigo, con Miguel y cía. Algún día, posible será…Magic everywhere!
¡Todo se andará, espero que pronto! Me encantaría que este viaje tuviera segunda parte 😀
Me ha encantado el vídeo y cómo describes todo Eurodisney. La verdad es que te tengo una envidia malsana por haber ido a donde siempre he querido desde crío y me da pena que digas eso de que, como estamos en la j… crisis, no ofrecen la misma cantidad de atracciones. Una pena, puesto que hoy en día lo único que nos queda son este tipo de cosas para poder olvidarnos y sospecho que si se hubieran dedicado a no dejarse llevar por los términos «crisis» o cualquier cosa al respecto, la gente seguiría acudiendo. Ya sabes que opino que, en determinados sectores, esto se ha dejado llevar más como una excusa que como un hecho fehaciente. Pero, por lo demás… una pasada y como no vaya pronto, creo que tendré una pataleta de las gordas!!!
Pues tenemos que asaltar Ryanair en grupito, porque hay muchos con ganas de ir y alguna con ganas de repetir,jejeje
Que envidia. Fui con 12 años, hace casi 20, pero entonces no había muchas atracciones que hoy son casi las más famosas 😦 así que espero que las hayas disfrutado como merecen, y que hayas sido feliz en ese mundo mágico, ideológicamente sesgado, pero que carajo importa eso 😉
¡Besos!
¡No importa que esté sesgado! Lo que importa, como dices,es ir sacando felicidad de donde sea. ¡Un abrazo!
Silvi que experiencia eurodisey…jo a i me gustaria ir imagino que cuando tenga herederos jijijiji aunque al ritmo que va la crisis por lo que cuentas o no esta eurodisney o me quedo sin descendencia jijijijiji 😉
O a y b son ciertas, pero… intentemos ser positivos 🙂
Perfecto fin de fiesta para un día en Disneyland!!!! No he podido evitar acordarme cuando casi me mato en el tejado de mi casa intentando imitar a los bailarines de Mary Poppins. Cosas de niños.
Cada capitulo que leo me provoca mas y mas envidia jejejeje y este aún mas, que ademas de leerlo lo he visto!
Un besazo mi niña!
Mi hermana de pequeña estaba obsesionada con Mary Poppins. Nos hacía verla a diario. Si no se la poníamos, le daba por llorar y no había quien la parara. Llegué a aprenderme practicamente esa peli de memoria e, incluso, a odiarla.
¡Qué recuerdos!
¡Besotes!