Hola a todos. Aquí me tenéis otra vez, escribiendo cuando puedo. He tenido unos días de bastante lío, entre mis asuntos laborales personales, la visita del recién estrenado novio de mi hermana, las consecuencias colaterales de la mudanza (la casa todavía sigue dando un poco de miedo, aunque está mucho mejor que al principio) y esos temas legales que ya os comenté y de los que no daré más detalles.
Lo primero, en honor al nombre de esta sección, es contaros que lo de madrugar cada vez lo llevo peor. Aunque al principio había decidido ir al trabajo en autobús (ahora vivo un poco más lejos) por razones económicas decidí recortar ese gasto, lo que supone que estoy a una distancia de unos 20 minutos. Para llegar puntualmente y que me dé tiempo a echarme un agua en la cara y un vaso de café con leche al estómago, debo levantarme a las 6:30 de la mañana.
Levantarme a esta hora me da auténtica ansiedad. No puedo dormir tranquila por las noches ya que vivo con miedo a quedarme dormida. Estoy despertándome unas 2-3 veces por noche. Eso hace que no descanse bien y que por las mañanas me encuentre destrozada. Todavía si pudiera compensarlo el fin de semana podría ir tirando pero, encima, está el agravante de que los findes sigo durmiendo igual de mal, como si mi cuerpo creyera que todos los días son laborables.
Eso sí que es una putada.
Estoy valorando tomar tila o algún somnífero que me ayude, aunque espero que mi cuerpo se vaya adaptando a esto solo como previamente se fue adaptando a otras cosas. No olvidemos que hace algo más de dos años, yo vivía despertándome a las 12 am y acostándome a horas innombrables de la madrugada. Si pude adaptarme a eso, se supone que adelantar mi hora de sueño 50 minutos no debería ser tan traumático. ¿O sí?
Por otro lado, a nivel de trabajo las cosas siguen como estaban. He comenzado a hacerme cargo del blog del aula matinal de mi empresa. Mientras lo actualizaba, no podía evitar reírme para mis adentros. Aquella es la versión con censura. Esta, la versión «casi sincera». Digo «casi» porque, como sabéis, yo perdí el anonimato el día que aparecí por televisión y por radio en Canal Sur y, aunque no lo hubiera hecho, este blog se ha hecho demasiado conocido en mi círculo de familia y amigos. Eso, duela o no, ya condiciona las cosas que escribo, pero es bastante lógico e imagino que lo entendéis.
No obstante, volviendo al hilo del tema, para quien conoce las cosas que pasan dentro, lo poco que llevo actualizado de ese blog da risa. Ahora mi compi y yo somos dos Mary Poppins del cosmos que subimos al blog las imágenes de nuestros recortables todo en perfecta paz y armonía.
Como siempre ocurre, lo verdaderamente interesante es aquello que no se puede contar.
A nivel de intriga interna, las guarras del comedor (sí, esas cuyas fechorías echábamos de menos) han vuelto a hacer de las suyas robando dos balones. Les dejamos un «post-it-mail» redactado con la máxima educación preguntando si no sabían nada de esas dos pelotas abducidas y nos castigaron con el látigo de la indiferencia. De esto hace aproximadamente una semana.
Esa nota, cómo no, la redactó mi compañera. Yo había escrito una con bastante más retranca, pero a ella le pareció demasiado agresiva, así que la dejé probar con un estilo más cortés. Al fin y al cabo, guardo mis energías para batallas mayores y estoy mediatizada por la guerra que nos dieron estas desgraciadas el curso pasado. Sin embargo, creo que a mí me hubieran contestado, mientras que con la nota de mi compi se limpiaron el culo.
A ver si ella es tan educada para la próxima, que supongo que la habrá.
Hemos pasado de decírselo al director. Todo por lo que os dije en el párrafo anterior (guardo mis energías para batallas mayores y tengo muchos frentes abiertos) así que he solicitado a mi empresa que nos manden un balón. A ver cuánto tardan en mandármelo, si es que me lo mandan alguna vez, ya sabéis cómo son ellos de formales con el tema del inventario.
La verdad, si me surgiera un trabajo mejor, dejaba este. La pega es que se trata de mis únicos ingresos seguros. Aunque gane más en negro -ahora, desde que lo hace Rajoy, para que carezca de tintes racistas, ya no se le llama «en negro» sino «en B» que suena más light- que en este contrato, lo que me permite cotizar, tener derecho a asistencia sanitaria y decir en alguna parte que percibo una nómina es esto. Pero (oh, Cosmos, escúchame) si saliera algo mejor, no tardaba ni dos minutos en mandar esto a la mierda, porque, aunque me gusten los críos, comienza a no compensarme.
Y en estas estamos cuando me surgen las siguientes posibilidades:
- Cooperar con una academia: Me hicieron una entrevista de trabajo en una academia. Lo mejor fue que no la busqué, tengo tanto jaleo que hace meses que no busco, pero como quedan por Internet mis anuncios de profesora particular, existe la posibilidad de que la gente me encuentre a mí. La dueña de la academia buscaba a profesores de inglés y no, mi nivel no era suficiente para lo que ella quería, pero le gustó que fuera psicopedagoga porque para ella somos Pokémons raros. Decía que cada vez que se encontraba con un psicopedagogo le escribía para que le propusiera cosas. Técnicamente tiene a una psicóloga desde hace un mes y también a los profesores de apoyo que necesita en función de su número de alumnos, pero me había hecho desplazarme hasta Aguadulce, se dice pronto, para que le propusiera ideas, porque la gente nunca le propone nada. sólo van a hacer sus cosas y cobrar.Le propuse crear una escuela de padres y la cosa está en periodo de cocción. Hay algunas voces que me han dicho que le diga el qué pero no el cómo, no sea que la señora pase de mí y lo único que pretende sea copiarme las ideas que pueda tener. Así que pelearé la oportunidad, sí, pero con precaución.
- Aceptar un trabajo de niñera-profe-chica para todo por 200 euros al mes: Un trabajo que me es del todo incompatible por horario con los trabajos que tengo, pero mi idea era aceptarlo poniéndome de acuerdo con otra persona, para que cada una cubriera las horas que la otra no podía cubrir. Pero resulta que la que me propuso el trabajo me engañó, porque inicialmente me hizo creer que este sueldo era sólo por el mes de prueba, ya que quedaba por ver si nos acoplábamos bien a los niños o no, y luego, durante la entrevista quedó claro que la señora es pobre de solemnidad y no es capaz de pagar más. La verdad es que el asunto me ha dado mucha rabia, porque pintaba mucho mejor al principio de lo que resultó siendo en realidad. Esta entrevista merecería una entrada en mi apartado «experiencias pre-profesionales» porque aquello era para verlo: cuatrillizos de diez años, uno con problemas de atención, otra con problemas de ansiedad (que vomita cada vez que tiene un examen), todos con obligación de hacer toda la tarea del día en una hora (imposible), llevarlos al cole, recogerlos del cole, darles de comer, jugar con ellos… y para colmo, con fama de desquiciar a todas las niñeras que han tenido antes. Luego están los agravantes económicos y personales de la mujer: tiene más parientes enfermos que sanos y ella supone el único sueldo que llega a su casa. Llegan a ser otros tiempos y otras circunstancias y, de verdad, daban ganas de ayudarla gratis, pero no puede ser. Yo también tengo pagos que hacer.
- Presentarme de nuevo a oposiciones: Cada vez que salen, hay alguien que me lo sugiere. Por lo pronto, ya me lo han sugerido: mi novio, el padre de mi novio, la madre de mi novio (por vías distintas), mi amiga Sandra, un antiguo compañero de trabajo de mi madre… y me toca decidir si me arriesgo o no me arriesgo. Si queréis, os presento mis razonamientos, a favor y en contra, a ver qué opináis:
Razonamientos a favor:
- Los únicos que viven un poco más tranquilos que el resto son los funcionarios.
- Es casi la única salida lógica para las personas que hemos estudiado una formación que tenga relación con la docencia.
- No se sabe cuándo volverán a salir oposiciones con la crisis económica que hay. El hecho de que salgan algunas ya constituye un fenómeno paranormal.
- Presentarme al estilo pobre es gratis: sólo debo pagar el derecho a examen, que, si no recuerdo mal, suponían alrededor de 80 euros, pero era factible.
- No se trata de unas oposiciones de las que no sepa nada y, por suerte, debido a mis trabajos de «negra académica» no he perdido del todo la capacidad de estudiar ni he olvidado del todo lo que estudié.
- No es necesario hacerse con la plaza a la primera, lo interesante sería entrar en la bolsa y que existiera la posibilidad de que me llamen.
- Sería la cuarta vez que me presento a oposiciones, soy bastante más mayor y tengo bastante más rodaje. Eso debería influir a mi favor.
Razonamientos en contra:
- Justo por todo el desempleo que hay, se va a presentar una barbaridad de gente entre: a) interinos de nuestra comunidad, que debe haber varios miles y b) titulados de todas partes, que estimo que cada año salen alrededor de 100 maestros por cada especialidad, al menos, en Almería.
- Han salido alrededor de 500 plazas de magisterio, sí… pero para la especialidad de primaria, que es la mía, sólo 80, lo que vienen a ser unas 10 plazas por provincia si se repartieran equitativamente. Las posibilidades de salir de funcionaria son nulas.
- Podría entrar de interina, pero la bolsa está en KO técnico. Sé de gente con notas altísimas a las que nunca han llamado y, por eso, a los dos años se encuentran fuera de la bolsa. Claro, si no convocan más opos supongo que seguirían tirando de la bolsa aunque pasaran más de dos años, pero… en realidad no sabemos nada.
- No tengo enchufe ninguno. Quien niegue que influyen, miente como bellaco.
- Apenas tengo tiempo para estudiar. Hace años dedicaba todo mi tiempo a ello y ahora apenas dedicaría tiempo. Por no decir que no sé de dónde sacarme una programación de la manga.
- No tengo medios para costearme un preparador o una academia. Debería preparármelo de por libre, aunque igual eso me daría la ventaja de ser más creativa que mis compañeros, nunca se sabe, pero me impone muchísimo respeto.
- No sé si me rentaría realmente que un mes me llamen para Bollullos del Condado, 3 semanas pasen de mí, cuatro días me llamen en Jaén para un dolor de muelas, dos meses pasen de mí, otro mes me toque sustitución en Granada… ¿de qué viviría el tiempo en el que no estuviera dando clase? Porque las bajas maternales maravillosas que te garantizan un curso entero son una rara avis. Y yo ya necesito una estabilidad.
- Entrar en la bolsa ya implicaría una falta de libertad. No podría alejarme mucho porque, en el momento en el que me dijeran que me llaman de la bolsa, tendría que soltar todo lo que estuviera haciendo o perdería los derechos. Descartaría por completo mi idea de irme como Au Pair. Y no sé si es el mejor momento para que esa idea sea eliminada de mi horizonte.
- Igual lo de que los funcionarios están a salvo es un timo. Yo cada día veo socialmente menos deseable ser funcionario con todos los derechos que están perdiendo en los últimos tiempos.
Se admiten consejos. Incluso se ruegan.
¿Cómo lo veis?
Yo no sé sino una cosa, intentar y creer… Creo en ti y eres una buena opción, de mí leyendo tus pro y contra sugiero lo intentes, si lo que te ofrecen no te gusta dices no, quizá y te ofrezcan algo que sí te guste.
Un abrazo. RC
Yo siempre he sido muy pro-oposiciones (tanto es así que convencí a mi novio para que se preparara unas. Él las sacó y yo palmé, manda güevos!!), pero entiendo tus dudas. Sin embargo, estoy convencida de que capacidad te sobra. Ánimo y muchos besos!
Dice el refrán, que a Quien madruga Dios le ayuda. y es cierto, a primera hora de la mañana hay menos trafico y más aparcamiento libre.
Dar consejos es mala cosa, pero ni los funcionarios tienen ahora esa paz que tenían ni ganan dinero.
Yo lo de las opos no lo dejé del todo. LLevaba un año sin estudiar, (dedicado a la agricultura también, je,je, http://lahuertadepepita.blogspot.com.es/) pero repasaba un poco, y ahora estoy preparando un 2º examen..Espero llegar al nivel, ya te contaré¡¡ Por echar la instancia no pierdes nada. La preparacion que acumules no se pierde, pero vaya, cada uno somos un mundo
Es dificil opinar sobre el asunto, pero hay un par de cosas que sopesar y que tú misma dices: no tienes tiempo suficiente para estudiar. Y eso es importante. Porque poner ilusiones y gasto -aunque mas no sea el gasto de quitar tiempo a otras cosas también importantes y acumular más cansancio para hacerlo de un modo que encima reduzca expectativas… no sé. Creo que lo que debes revisar es si de verdad te importaría sacarlas, como un triunfo personal más allá de que si es tan bueno o no el funcionariado, y en caso positivo pensar bien si dispones del tiempo mínimo necesario. Todo proyecto para tener posibilidades de éxito impone también disponer de las herramientas necesarias y aquí tiempo e interés bien gordo son indispensables.
En cuanto a lo del horario matutino…. prueba a levantarte todos los dias incluso fines de semana a esa hora, acostumbra al cuerpo, usa un muy buen despertador o dile por favor a tu compañera de trabajo que te llame cuando se levanta ella, o a tu novio, o a quien sea. Una vez conectado el reloj biologico, ocurrirá que te despertaras a esa hora, debas o no ir a trabajar , solo que si no debes ir te darás vuelta y seguiras durmiendo. (perdona algunas tildes que falta, me da pereza ponerlas, jajaja) besos
Menuda lista de dilemas que te planteas! Y por lo que veo (leo, en realidad) lo tienes muy bien analizado, con una lista de pros y contras que yo creo que no sabría desarrollar tanto como tu.
Me ha sorprendido la mención a la oposiciones, porqué yo creía que ya no e convocaban oposiciones en ningún lugar de España. En Cataluña ya nos advirtieron hace tiempo que no hay oposiciones por lo menos en una década…
En realidad puedo aportarte poca cosa. Ante ests situaciones yo intento intervenir poco, dejar fluir y ver por donde van los tiros.
Y para dormir, mejor sin sustancias de farmacia ni de camello. Como yo voy pasando del paro a los trabajos breves y esos cambios de ritmo me matan y me joden el sueño, aplico un plan sencillo: ducha por la noche antes de acostarme y lectura de algún libro que no ponga nervioso.
Saludos y salud!
Si yo fuese tú me presentaría. Aunque sea por intentarlo. Sí, es casi imposible, pero igual que es casi imposible para ti lo es para los otros miles de aspirantes a esas plazas (al menos en términos estadísticos).
Los maestros tenéis pocas salidas, y teniendo en cuenta el número de titulados que hay no creo que entrar en la privada sea lo más sencillo del mundo, precisamente. Trabajar en la pública en el extranjero suele implicar también oposiciones a las que en algunos casos no vas a poderte presentar por ser ciudadana extranjera, lo cual hace que ser funcionaria en España sea tu opción más probable. Y si quieres ser funcionaria (aunque no sea ya por términos de estabiidad y tal, si no porque es casi la única salida existente), ¿por qué dejar pasar una oportundad? Sí, va a ser duro, pero merece la pena intentarlo. Quien no arriesga no gana. Ya tendrás tiempo para descansar más adelante.
Si consiguieses entrar en bolsa aunque te llamasen tres veces al año para sustituciones de dos días te seguiría mereciendo la pena, porque te ayudaría a puntuar para el futuro… y eso es lo importante, saber que en el futuro tendrás un trabajo digno. Las clases particulares son, digamos, pan para hoy, hambre para mañana. Si son sustituciones cortas incluso podrías compatibilizarlas con las clases y tal. Y lo de irte de au pair siempre puedes hacerlo en verano! ;P
Ya nos contarás qué haces al final!