¡Hola a todos! los que me seguís sabéis que estoy que trino con el nuevo acuerdo de interinos. Para los que no sepan o no recuerden bien de qué hablo, adjunto dos enlaces a entradas anteriores en las que he hablado del tema:
Por si alguien tiene todavía más ganas de indagar en el asunto, adjunto también la referencia principal: el texto con el nuevo acuerdo de interinos.
Que no se diga que ocultamos información.
A raíz de la situación que este nuevo acuerdo ha provocado, unos cuantos interinos afectados nos estamos organizando a través del grupo de Facebook: «Interinos- Madrid: Defendiendo su trabajo».
A través de ese grupo nos hemos organizado para enviar un mensaje a Cristina Cifuentes y para redactar una queja formal que estamos presentando estos días a la administración.
Los que estéis interesados, no dudéis en contactar y en presentar el documento. Es fácil: podéis ir a cualquier DAT (Dirección de Área Territorial), a cualquier Ayuntamiento o, incluso, podéis enviar la queja a través de correo certificado.
Aunque apenas estamos comenzando a defendernos, comienza a haber reacciones. Ya se sabe, «ladran, luego cabalgamos». Procedo a compartir una captura de pantalla que una compañera ha sacado del foro de CCOO (Comisiones Obreras)
Nótese que si he borrado el nombre y el alias del autor es por evitarme cualquier posible lío, pero no he borrado ni editado nada más de este mensaje. De hecho, quien quiera acceder al foro de CCOO debería poder verlo.
Voy a analizar los argumentos vertidos por el autor, porque me parecen bastante endebles, razonados»fuera del recipiente», como decían Les Luthiers en uno de sus gags.
- Se habla de un mensaje de una persona que vierte inexactitudes sobre el acuerdo, pero no se dice qué mensaje es o dónde está. Imagino que se referirá a alguno que está en el foro, pero a saber. Podría, incluso, referirse a mi entrada. Estas cosas es bueno enlazarlas, para que no haya lugar a dudas.
- Se hace un perfecto «Deus ex machina». Este latinajo se refiere a cuando un autor resuelve una trama introduciendo un elemento o personaje mágico que lo resuelve todo. Releamos la frase: «… parece olvidar que lo ha firmado la Presidenta de la Comunidad de Madrid y sabrá lo que hace». Así pues, introducimos a Cifuentes, que nunca se equivoca, y resolvemos el conflicto. Sin embargo, ni Ignacio González González (presidente de la Comunidad de Madrid en 2013) ni Lucía Figar de Lacalle (Consejera de Educación, Juventud y Deporte en aquel año) se consideraron tan infalibles cuando se firmó el Decreto 42, la anterior normativa que regulaba las listas. Los pobres no sabían lo que hacían, no como Cifuentes.
- «En todo el Estado Español hay acuerdos similares». O cómo reciclar el dicho español «mal de muchos, consuelo de tontos». Que haya más acuerdos similares en nuestro país no contribuye a que estemos más de acuerdo con él. Debería haber argumentos más fuertes para defender el acuerdo antes de recurrir a un «los demás lo hacen así». Si vamos a eso, en muchos países vecinos no existe un sistema de oposición tal y como lo entendemos aquí.
- «Si quiere vender un recurso a personas ingenuas, que vaya a otro lugar a buscar compradores». Al ignorar cuál era el mensaje inicial al que respondía ese señor, no puedo saber si las referencias mercantilistas (comprar y vender) tienen o no sentido. Lo que puedo decir es que quienes nos estamos movilizando no podemos hablar en términos económicos ni prometer nada salvo que lucharemos por lo que consideramos justo, sin recibir prestación económica de ningún tipo.
En lo de que los sindicatos no venden humo, mejor no entramos.
Por lo demás, quiero romper una lanza a favor de Cifuentes. No considero que su firma sea infalible, pero sí que ha establecido un proceso de diálogo con los sindicatos, nuestros representantes, y finalmente firmó el resultado de ese proceso. Entiendo que en ambos lados de la mesa de negociación se pusieron condiciones, pero al final lo que ella firmaba hubiera debido cristalizar las voluntades mayoritarias de nuestro colectivo.
Tenemos mucho más que reprochar a los sindicatos que a ella y, antes que a nadie, a nosotros mismos por no haber sabido defendernos durante el proceso de negociación del acuerdo.
De hecho, tenemos lo que nos merecemos, pero nunca es tarde para luchar.
Los sindicatos como CCOO y UGT sólo tienen una misión hoy en día: frenar las iniciativas de protesta de los trabajadores. Es mejor no hacerles mucho caso y tratar de esquivarlos tanto como se pueda.
Tienes más razón que un santo.